Cuando estos días pasados andaba enfrascada en hacer mis galletas saladas, me acordé de los amarguillos y pensé que debía incorporarlos a mi recetario pues en más de una ocasión nos han servido para acompañar el café de la tarde.
Como son tan fáciles y rápidos de hacer os podrían servir igualmente a vosotros, en el caso que os veáis en un aprieto, ante una visita anunciada con poco tiempo.
Hay algunas recetas rondando por las redes, cada zona tiene sus matices para elaborarlos, yo misma a veces introduzco una variante. Hoy os voy a contar cómo son los que hice por primera vez, muy básicos, un niño podría hacerlos sin dificultad.
No entiendo el nombre que se les ha adjudicado a estas galletas ¿será que en la antigüedad se les ponía almendra amarga?
Ingredientes:
- Almendra molida (bolsitas que venden ya preparadas para usar) 250 g.- Azúcar 80 g.- Huevos L. 2.- Harina de trigo.- Almendras enteras para la decoración.
Elaboración:
Mezcla la almendra molida con el azúcar y los huevos. Amasa con las manos para amalgamar. Forma bolitas y coloca sobre una bandeja de horno cubierta de papel vegetal. Aplasta ligeramente las bolitas. Coloca una almendra en el centro de cada una.
Si al moldearlos se pega un poco, puedes untarte las manos con un poquitín de harina de trigo.
Con el horno precalentado hornea de 12 a 14 minutos con 180 ⁰C de temperatura. Deben quedar algo doraditos.