Finalmente los britano-romanos quedaron reducidos a una estrecha franja en el este de la isla desde donde también sufrieron el acoso de pictos y escotos.
Los historiadores no discuten que Britania sufrió un gran retroceso material y cultural, mucho más marcado que en otras regiones de Europa y que tardó siglos en recuperarse de luchas civiles e invasiones.
Una pena que la victoria del Monte Badon en el 500 DC no supsiera la expulsión definitiva de los invasores de Britania, aún así la victoria romano-britana supuso un alto de varios años en el avance de los anglosajones. La cultura popular ha relacionado al Rey Arturo con el mando de las fuerzas britanas y es muy posible que detrás de este mítico nombre se esconda la figura de Ambrosio Aureliano a quien dedicamos un respetuoso recuerdo desde esta página.