Ayer por la noche se disputó uno de los partidos, aparentemente, de menos interés de los octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, Ghana - Estados Unidos. La gente pintaba este partido de aburrido, inapropiado para un mundial, falto de categoría,etc pero tras ver el gran espectáculo que nos ofrecieron las dos selecciones, se ha podido comprobar que no siempre el fútbol de más alto nivel es el más atractivo.
El partido enfrentó a una selección de Ghana como representante de todo el continente africano en octavos de final contra Estados Unidos, un país en donde el fútbol no es el deporte mayoritario. Al principio del partido los nervios eran palpables en las caras de los aficionados que nos retransmitían por televisión pero poco después la alegría y el jolgorio invadieron a la grada y se desató la locura.
Ghana empezó fuerte, muy fuerte, dejando claro que no había venido a Sudáfrica a quedarse solo en octavos de final por lo que salieron al ataque desde el principio sin dejar pensar a los yankees. Estamos acostumbrados a ver como normalmente Estados Unidos en sus partidos domina el balón y crea juego pero este encuentro fue la excepción. Ghana estuvo espectacular en la primera parte, en la que ahogó literalmente a los jugadores de Estados Unidos a través de sus contraataques.
El esfuerzo de los africanos pronto tuvo su fruto. En el minuto 5, Boateng protagonizó un fantástico contraataque que terminó en gol. Estados Unidos perdió el balón en el medio campo, lo que propició que Ghana saliera rapidísimamente al ataque. El balón lo cogió Boateng, recorrió medio campo con el balón pegado al pie y definió perfecto ante Howard por el palo corto.
Después del gol, la primera parte continuó igual. Ghana siguió luchando y asfixiando a Estados Unidos hasta terminar el primer tiempo. Ya en el segundo tiempo, se cambiaron los papeles. Estados Unidos salió mucho más metida en el partido, y ahí fue cuando aprovecharon el error de los africanos. Los yankees lanzaron un balón en profundidad que lo recogió Dempsey. Este entró en el área y en un acto inconsciente e innecesario fue derribado por un defensor Ghanés dentro del área. El arbitro pitó penalti y Donovan, el alma de esta selección, se encargó de poner las tablas en el marcador.
El resto de la segunda parte fue un asedio total de Estados Unidos. No paraban de llegar a la portería contraria, y siempre con peligro a lo que Ghana no podía hacer frente. Al final el partido terminó 1-1 y fueron a la prórroga.
En la prórroga, se notó mucho la fortaleza física de los africanos. Mientras estos parecían estar frescos, los estadounidenses estaban agotados. En el primer tiempo estuvieron bastante igualados en ocasiones hasta que en una de las contras de Ghana, volvieron a pillar descolocada a la defensa de los americanos. Ghana lanza un pelotazo a su delantero Gyan para que intente sacar petróleo de la jugada y vaya si lo hizo. En una carrera de 30 metros consiguió controlar el balón a pesar de los empujones del central Bocanegra y una vez dentro del área, chutó con todas sus fuerzas para batir a Howard.
A partir de este gol, lo que restaba de prórroga estuvo bajo el control de Estados Unidos. A pesar de que las piernas ya no les respondían, intentaron igualar el marcador a toda costa pero no lo consiguieron. Al final de la prórroga, nos queda la imagen más bonita del mundial hasta ahora, una lucha en el aire portero contra portero, Howard vs. Kingston, en la que Howard era el atacante y el Ghanés el defensor. El partido terminó 1-2 a favor de Ghana, dejando claro que africa viene pisando fuerte en este mundial.
Al llegar el pitido final, muchos jugadores se desplomaron, pero de aquí aprendemos una valiosa lección; No siempre ganan los favoritos.
En cuartos les espera Uruguay, en un partido que promete ser de emociones fuertes.