Termina un nuevo curso —al menos para aquellos que siguen o han vuelto a estudiar como alternativa a echar curriculums por media España—, y con el cierre de las aulas llega el verano, las piscinas, playas, terrazas, sol, turistas, agobio, calor, muerte y destrucción, etc. Para el cinéfilo común es una época difícil no solo por lo que implica sentarse a más de treinta grados en un sofá durante dos horas; también está el factor ‘películas familiares’, que suelen estrenarse en las salas durante los meses estivales.
Por todo ello, hay que estar muy seguro de qué vamos a ser capaces de soportar al elegir una película. Cada uno sabrá bien cuales son sus límites; por mi parte se me hace cuesta arriba ponerme un Bergman en junio aunque sí me gusta ver algo de Hitchcock, lo veo más veraniego. Sin embargo, las películas perfectas para mí son aquellas que no implican mucho esfuerzo intelectual y que al mismo tiempo tienen algo interesante que aportar. Hace un par de días buscaba algo así cuando se me encendió la bombilla: ‘American Graffiti’.
Esta película es la típica que casi todo el mundo conoce de nombre; que algunos han visto, y que pocos desconocen. Para empezar dos nombres: George Lucas, que la dirigió antes de volverse inmortal por una cuestión de fuerza; y Francis Ford Coppola, productor de la cinta en la época de su eclosión. ¿Y de qué trata la historia? Algún lugar de la costa Oeste de USA en los primerísimos años sesenta; final del instituto y el salto a la universidad; coches, chicos y chicas… pero sobre todo, música. Toda la música que no para de sonar en las casi dos horas de película.
A la mayoría no le sorprenderá ninguno de estos elementos, ‘Grease’, ‘Regreso al futuro‘… no son pocas las películas que rescatan aquella estética y manera de vivir tan a la americana. Quizás ‘American Graffiti’, estrenada en 1973, sea la primera película que mira hacia aquellos años de forma nostálgica a pesar de narrar una historia ambientada solamente diez años atrás en el tiempo. Algo así como si ahora se hiciera una película del año 2000; pero claro, sin Los Beatles, el asesinato de Kennedy o Luther King, Bob Dylan, la guerra de Vietnam, París 1968, Woodstock…
No quiero alargarme mucho más. Siempre está bien revisar este tipo de películas que si bien no son grandes obras, si que poseen esa magia que a veces es difícil de encontrar. Para todos aquellos que pasen de todo os dejo una lista con la música que suena. Rock ‘n’ Roll, Surf, Doo Wop… casi todo cosa buena. ¡Feliz verano!