Sin ser una gran película, consigue transmitir a la perfección el espíritu del libro. Ese ambiente, ese tufillo a indiferencia, superficialidad y consumo. Patrick Bateman (Christian Bale) es un yuppie de Wall Street, y también un asesino psicópata. A medida que avanza la proyección averiguaremos si sus crímenes quedan impunes o no.
American Psycho cuenta con una interesante realización (juego de planos, encuadres innovadores) y una estética muy bella. Blancura extrema, pureza, colores pastel. Hay un par de escenas memorables, como por ejemplo en la que Bateman nos explica su rutina mañanera. O en la que le abre la cabeza a Jared Leto con un hacha (fijaos en la escenografía), a ritmo de “Hip to be square”, de Huey Lewis and The News.
Bale obtuvo un gran reconocimiento por su interpretación en este filme. Resulta tan inquietante, que ya nunca logré ver a Batman como un vengador nocturno fiable. (También sale el extraordinario Willem Dafoe, pero su papel es insultantemente reducido).
Muchos la consideran una película de culto. Os animo a verla, tiene un puñado de cosas geniales, y otro de cosas salvables.
Hasta pronto, amiguitos.