Portada 'Americanah', reedición 2017
'Americanah' es la historia de Ifemelu y Obinze, dos jóvenes nigerianos cargados de sueños e ilusiones que tendrán que separarse en busca de un futuro mejor. Ifemelu es una chica decidida que no dudará en jugarse la vida con un nombre y un pasaporte falso si así consigue "el gran sueño americano". Obinze tendrá que aguantar un poco más en Nigeria mientras espera que a él también le concedan ese permiso para viajar y reencontrarse con su amor. La burocracia no se pone de su parte y tendrá que conformarse con Londres, una ciudad que no le recibe con los brazos abiertos. A través de los recuerdos de infancia y juventud de Ifemelu, iremos conociendo una historia de vida y amor truncada.
Ifemelu es la protagonista que cualquier escritor desearía encontrar: es una mujer fuerte, valiente, decidida, asustada pero dispuesta a todo para avanzar. Durante la narración vemos como crece, como descubre el sexo sin avergonzarse (hay que tener en cuenta el contexto social y cultural), como llega a lo más bajo y también a lo más alto haciendo lo que realmente quiere y siempre con una dignidad y la cabeza alta.
"Se moría de ganas de que él también viera Manhattan. Se imaginaba a los dos caminando cogidos de la mano, como las parejas estadounidenses que veía, entreteniéndose ante un escaparate, parando a leer los menús pegados a las puertas de los restaurantes, deteniéndose ante un puesto de comida para comprar botellas de té helado."
'Americanah' es una historia de evolución, de raza y de clases sociales. 'Americanah' es una novela que abarca casi tres décadas y la desigualdad es el denominador común de todas ellas.
"En Estados Unidos no tienes posibilidad de decidir a qué raza perteneces. Se decide por ti. Barack Obama, con su aspecto, habría tenido que sentarse en la parte de atrás del autobús hace cincuenta años."
Este libro tiene más de seiscientas páginas, yo tengo muy poco tiempo y en apenas dos semanas he disfrutado de una novela inmensa que habla de amor, de sexo, de sueños, de esperanza y de libertad. Pero sobre todo habla de racismo, de feminismo y de la hipocresía de gran parte de la sociedad norteamericana, que tan pronto ensalza a Barack Obama como lo hace con Donald Trump, dos extremos radicalmente opuestos.
He leído que los libros de Chimamanda se han convertido en lectura obligatoria de colegios en algunos países africanos y europeos. Ojalá sirva de ejemplo y ojalá sus novelas, cuentos y ensayos sirvan para ir poniendo los cimientos de una sociedad más igualitaria.