-Mi amigo imaginario es mejor. -No, el mío es mejor. -Te repito que el mío es mejor. -Qué no, que lo es el mío -¿Pero qué dices?, el mío es mejor que el tuyo. -Te repito que no. -Si -No -El mío es mejor. -No, el mío es mejor que el tuyo. Acabo de resumir las guerras religiosas.