Ya saben que la palabra más usada por los Populares, especialmente por el Presidente Rajoy es "normal". Todo es normal. Claro una normalidad al estilo popular que no necesariamente tiene que coincidir con una parte sustancial de la ciudadanía.
Y dentro de esa "normalidad popular" está, a la vista de los hechos, "decir digo donde dije diego". Lo hacen con gran soltura. Para ellos es lo normal.
En junio de 2010, el entonces jefe de la oposición, Mariano Rajoy, se mostraba totalmente en contra de una eventual amnistía fiscal. Amnistía que adjudicó el diario El Mundo al Gobierno socialista, aunque nunca se aprobó.
En aquella circunstancia, Rajoy declaró: "Lo que España necesita no es una amnistía, sino confianza en la política económica de un país y en el Gobierno que la deba implantar". Siguió afirmando que "No la vamos a apoyar porque los que pagan van a pagar más y los que no pagan se les va a perdonar lo que no han pagado. Sobre todo, después de lo que se le ha hecho a los pensionistas con la congelación de las pensiones y a los millones de españoles que no pueden trabajar".
Cuánta rotundidad, verdad? Bien, pues hoy en el Consejo de Ministros se ha aprobado una amnistía fiscal. No se sorprendan porque seguramente Rajoy pensará que esta, la suya, es normal.
El propio colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda, GESTHA, acaba de declarar que "la amnistía fiscal anunciada enjuagará fraudes millonarios a un precio de saldo".
Gestha considera que "esta aministía fiscal atenta contra el principio constitucional de igualdad tributaria ya que supone un agravio comparativo para los contribuyentes que vienen cumpliendo con sus obligaciones fiscales, a los que se grava con tipos de hasta el 52% en el IRPF, mientras que los defraudadores podrán saldar sus cuentas con el fisco pagando un 10% y evitando intereses, recargos y sanciones".
En fin, qué mal le viene a algunos políticos la existencia de los archivos.