Amistad, magia y un destino entrecruzado

Publicado el 28 marzo 2017 por Damalectora

¡¡Hola Laberinteros!!
¿Qué tal todo? Por aquí las cosas bien, aunque ha habido unos cambios en mi vida, han sido cambios para mejor o, al menos, así lo considero yo.
Hoy os vuelvo a traer una reseña, ya sé lo que vais a pensar "¿Pero esta chica no tiene más contenido?" y la verdad es que os doy toda la razón, espero poderos traer pronto nueva entrada diferente en el blog. En este caso la reseña es de un libro que me he leído hace poco.
Espero que os guste mucho la reseña.

Título: Desayuno en Júpiter
Autor: Andrea Tomé
Editorial: Plataforma Neo
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Páginas: 440
P.V.P: 17,90 €
Continuación: No, es un libro autoconclusivo
Sinopsis:
Cuando Ofelia y Amoke se conocen, sus mundos parecen completamente contradictorios. Ofelia es el caos, la apasionada por la astronomía que ha suspendido la Selectividad y que pasa su año sabático en Gales con su padre, vendiendo mermelada orgánica, y tratando de encontrar su propósito en la vida. Amoke es el orden, una solitaria y responsable estudiante de Biología que pasa todo el tiempo que no está en la universidad cuidando de su hermano y leyendo libros de Charles Darwin. Lo único que Ofelia y Amoke tienen en común son Virginia Wonnacott (una excéntrica y ermitaña novelista de noventa años), una peculiar ONG y la sensación de no tener una vida completa. Cuando Virginia Wonnacott le ofrece trabajo a Ofelia, los mundos de estas dos chicas se juntan. Mediante discusiones, libros de segunda mano, cartas y mensajes de madrugada, Ofelia y Amoke se entrelazan en un viaje para encontrar un futuro que no sabían que existía y descubrir los sentimientos de la una hacia la otra.

Tengo que decir que cuando me enteré que salía el nuevo libro de Andrea Tomé no fui de las que saltaron con ansias, ni de las que estaban contando los días esperando que fuera "El gran día" y tampoco fui de las que se lo pidieron en preventa. 
Pero si había dos cositas que me atraían del libro: 
  • La primera, y la más superficial, su portada. No sé si es por la combinación de colores, por la combinación de letras o por las modelos que hay en la portada pero algo en ella me atraía.
  •  La segunda, que la historia que narraba era sobre dos mujeres y aunque tampoco es que me subiese por las pareces al saber que tenía una relación lésbica, si que me llamaba la atención porque no es algo muy común en la literatura juvenil (por no decir que normalmente son personajes secundarios y que huelen a "estoy metida con calzador para normalizar") 

Mi "hype" llegó cuando me lo empezaron a "recomendar" y lo pongo así entre comillas porque no es que me dijeran, "Tienes que leértelo", pero si que me dijeron que era nueva novela muy bonita y que guardaba más secretos que los que se podían ver a simple vista. Además como Andrea iba a estar en Vigo presentándola, me dije “Vamos a empezarla”. 
En Desayuno en Júpiter conocemos a dos chicas: Amoke y Ofelia, la historia está narrada bajo estas dos voces, que se van alternando para contarnos su historia, pero no solo la de ellas, si no la de un gran elenco que nos acompañara a lo largo de las páginas.Con esta novela me pasa lo mismo que con “El baile de las luciérnagas” que a poco que os diga ya os estaría destripando la novela y haciéndoos un spoiler, da igual si pequeño o grande. Lo que sí puedo contaros es que el libro presenta unos pequeños toques de realismo mágico que se vuelven más importantes, o mejor dicho especiales, cuando la novela está llegando a su fin.
Pero como no puedo dejaros con la miel tan en los labios, os voy a hablar un poco de las protagonistas:
En primer lugar tenemos a Ofelia, ella es una chica un pelín despreocupada, le encanta la ropa vintage y disfruta, en la medida de lo posible, con su trabajo en una asociación que se dedica a asistir a los pacientes en su última hora. Es debido a este trabajo, que ella realiza de manera voluntaria, que conoce a Amoke ya que esta ha pasado por allí al enterarse que una de las antiguas pacientes ha vuelto al complejo. Se conocen muy casualmente pero pronto, aunque de una manera no forzada, comienza a ver a Amoke en todas partes y decide que puede ser buena idea ser su amiga, ya que ella tiene una personalidad muy atrayente y porque parecen compartir muchos gustos. Gracias a esta amistad irá conociéndose más como persona e irá cambiando poco a poco, con la madurez que se va obteniendo del día a día.
En segundo lugar tenemos a Amoke que es una chica vivaracha, decidida e independiente que cuando conoce a Ofelia ve su potencial, vislumbra lo maravillosa persona que es y lo que le encantaría tener con ella más de una par de palabras. Su vida también cambia cuando se conocen porque pasa de ser una chica casera a disfrutar de diferentes aventuras con Ofelia. Este personaje fue el que más me gustó porque vemos como lucha contra sus sentimientos como se esconde y normalmente no habla, o guarda sus secretos, pero cuando los cuenta deja al oyente alucinado porque sus historias son maravillosas.
En este libro me pasa como en tantos otros que poco que hable os haría un spoiler en mayor o menor medida. Por tanto, voy a dejar de contaros desde aquí porque me encantaría hablaros sobre la familia de las protagonistas, sobre Harlon, sobre Jimmy Race o sobre Virginia Wonnacott pero tendréis que descubrirlos por vosotros mismos.
En cuanto a la narrativa de Andrea Tomé, se nota que han pasado unos años, no solo desde que escribió “Corazón de mariposa”, la otra novela que yo me he leído de la autora, si no que han pasado horas de escritura y que su pluma ha madurado hasta convertirse en algo maravilloso para el lector, que te va atrapando casi sin que te des cuenta y que te crea un ansia tan grande que no quieras despegar tus ojos de las páginas. Espero poder leerme pronto “Entre dos universos”, su otra novela publicada, para poder ver, de manera cronológica, la evolución de su prosa.
Una novela conmovedora, sencilla y compleja al mismo tiempo, que te atrapa hasta que conoces su final.