Un pésimo Inter y un excelente Real Madrid que desde el saque de centro demostró que a día de hoy juega a una liga muy diferente, y esto incluye muy superior, al fútbol y la realidad que maneja el campeón de Europa de hace tres temporadas.
Con Ricardo Kaká de titular y jugando en la posición que otrora le hiciera grande y que le otorga libertad para recurrir a los destellos que le quedan, Carlo Ancelotti optó por dar la titularidad a un once plagado de canteranos con nombres como Carvajal, Nacho, Casemiro y Álvaro Morata.
Y el nombre fue Casemiro. El mediocentro brasileño fue un espectáculo, un recital en sí mismo controlando la mayoría de metros cuadrados del imponente estadio de San Luis. El Real Madrid jugó como quiere Carlo Ancelotti, muy rápido y teniendo el balón, y así se fueron sucediendo las ocasiones ante un Inter derrumbado antes siquiera de empezar.
En una de esas jugadas Kaká se encontró un balón dentro del área, remató ante el portero Handanovic y después que la pelota diera en el cuerpo del esloveno se tiró en plancha para marcar y demostrar que quizá pueda resucitar.
El show blanco continuaba con buenas carreras de Di María al que siempre le perdía el pase final, con otro buen manejo de los tiempos de Modric, jugando de mediocentro puro junto con el hombre del partido. Ése, y es bueno repetirlo, fue Casemiro.
Un pase suyo entre líneas llegó a las botas de Cristiano Ronaldo para que, de primeras, sacara un tiro lejano, raso y cruzado para que fuera el segundo gol. Un tanto fabricado entre ambos que reflejó en su composición y ejecución qué es lo que pretende este Real Madrid de Ancelotti y qué pueda ofrecer este joven jugador si le siguen llegando buenas oportunidades.
La segunda parte comenzó, lógicamente, con cambios. El más significativo fue la entrada de Jesé quien salió a rentabilizar todos y cada uno de los minutos que le suministre su entrenador. Tiro que se estrelló al larguero y participación en prácticamente el resto de jugadas de ataque se fueron sucediendo en la segunda parte.
El Real Madrid siguió dominando y dejando peligro y buenas impresiones en cada ataque, pero también se dejó ir y el Inter, aunque no sea ni sombra de lo que fue, también generó algo de peligro a un titular Diego López. La acción más destacada fue un mano a mano que perdonó el argentino Rodrigo Palacio.
Para completar la gran tarde de Casemiro sólo faltó un gol a este nuevo canterano. En la salida de un córner el portero Juan Pablo Carrizo se hizo un lío que acabó de confundir al defensa Ricky Álvarez para que cabeceara el balón a su propia portería. El joven brasileño lo celebró como si fuera propio, algo que podía permitirse tal y como le estaba yendo el partido y tal y como le está yendo esta pretemporada.
Las últimas acciones del Inter fueron pundonor que se tradujeron en buenas paradas de Diego López, con mano a mano salvado al propio Álvarez. A una semana que empiece el campeonato ni el portero ni Casemiro apuntan a titulares pero el Real Madrid sale reforzado en su imagen y en sus resultados de una gira americana que no ha hecho más que inyectar ilusión y buenas sensaciones.