Amnesia

Publicado el 04 abril 2019 por Aleon @Aleonpizarro
de Federico Axat.

Título: AmnesiaAutor: Federico AxatEditorial: Destino, 2018.Páginas: 464.
SINOPSIS.
«Desperté envuelto en una bruma de confusión, como solía sucederme cada vez que me emborrachaba y caía rendido en otro sitio que no fuera mi propia cama. Esta vez estaba en el salón de mi casa, y al abrir los ojos descubrí el cadáver de una chica.»
A sus veintisiete años, John Brenner ya es un ex alcohólico, está divorciado y tiene una hija de cuatro años a quien ve menos de lo que le gustaría. Una noche despierta en el suelo de su casa sin poder recordar absolutamente nada de las últimas horas. A su lado hay una botella de vodka vacía, una pistola y el cadáver de una chica joven y hermosa que no recuerda haber visto nunca antes. En su cabeza retumba sin cesar la misma pregunta: «¿Soy el asesino o alguien llevó a cabo el montaje perfecto?»
Todo parece indicar que le han tendido una trampa. John es un hombre sencillo, y no se imagina quien podría querer inculparlo de un asesinato. La respuesta solo podrá encontrarla él, escondida en su propia mente, e irá aflorando en una serie de sueños recurrentes donde la misteriosa chica lo sigue por el bosque repitiendo la misma frase perturbadora: «Has olvidado algo».
IMPRESIÓN PERSONAL.
El pasado mes de febrero os comentaba en este mismo espacio mis impresiones sobre El pantano de las mariposas de este mismo autor, un libro de esos que estaba entre mis eternos pendientes cogiendo polvo en mis estanterías. Un libro inquietante y sorprendente a la vez que tierno y cercano, de esos que son difíciles de olvidar. Con Amnesia, Federico Axat nos devuelve de nuevo a Carnival Falls, esa ciudad ficticia que muchos de nosotros quisiéramos visitar para deambular por los escenarios que Axat nos describe tan bien como si existieran.
Tengo que reconocer que esta vez ya iba prevenida y he intentado estar bien atenta durante la lectura. He ido despacio, digiriendo poco a poco lo que cada personaje iba mencionando, sospechando de todos y cada uno y eliminando a unos y otros para que al final el autor vuelva a salirse con la suya y dejarme con la boca abierta con unos giros y un final que me deja "ojiplática" de nuevo. Esta claro que estamos ante un autor inteligente, muy inteligente cuyas pistas son de lo más complicado vislumbrar, ni siquiera volviendo atrás en la lectura, porque, en muchas ocasiones, juega con nuestras ideas preconcebidas, algo que está fuera de su historia pero que él sabe que haremos o pensaremos todos los lectores, leamos las páginas el número de veces que creamos oportunas. Y entremeter esa serie de prejuicios o pensamientos previos dentro de una historia para jugar con ellos a mi, personalmente, me parece de nota. Por ejemplo, que un tipo se despierte tirado en el sofá de su casa, con una botella de alcohol vacía, una pistola en el suelo y una mujer muerta de un tiro no tiene vuelta de hoja: el tío se ha cargado a la mujer durante la borrachera y ya se puede poner en cruz, que lo vemos como culpable. Pero Axat sabe que, ya de entrada nos va a hacer dudar durante toda la historia, y si dudamos de esto, cualquiera que aparezca puede ser culpable, incluso, si lo más obvio, que el borracho sea el asesino, se cumple.
Y de este modo, va jugando con nosotras el autor y nosotras enfrascadas en el juego disfrutando de principio a fin el libro. Haciendo cábalas y quinielas según quien va interviniendo en la historia, con personajes que hablan mucho pero ocultan más, con gente que no recuerda y un protagonista que duda de todo lo que le ocurre y no deja de meter la pata a cada paso que da. Un juego en el que de nuevo, tres amigos, a la manera de Los cinco de Enid Blyton, se enfrascan hasta averiguar y salir del laberinto asfixiante en el que el autor los introduce.
Y como en El pantano de las mariposas, no solo volvemos a Carnival Falls y a ese pantano ahora desecado, sino que Axat nos reúne de nuevo con tres amigos de la infancia, Ross, Maggie y John, una pandilla de las de siempre, de esas que da igual que lleven años sin verse que la lealtad y el cariño no los abandonan jamás, tanta lealtad y cariño como el que se tienen los miembros del Club B o el que existe entre Mark y John, los dos hermanos protagonistas. Por eso me gusta tanto este autor, porque al margen de traernos un thriller de esos que te dejan "patitiesa" y con la boca abierta en cada giro, por otro lado, nos presenta esos valores eternos de fidelidad, amistad de verdad y valor que tanto se añoran en el mundo actual, eso sin nombrar temáticas tan duras como la del derecho a la eutanasia que tanto da que hablar hoy en día en las campañas electorales.
No puedo más que recomendar este libro (y todos los del autor). Me lo he bebido a sorbos y aún así me ha sorprendido de nuevo y no dejo más que sentir admiración por una forma de escribir que juega tan magistralmente con lo que no está escrito, con lo que yo voy a pensar, para continuar su historia. Eso es maestría y lo demás son tonterías.