Hace un par de semanas les contaba que el evento #LasQueCuentanLaCiencia iba a hablar de amor. Y así ha sido. De amor dentro y fuera del escenario. Del amor de las abuelas, del desamparo (el desamor) de los sistemas, de los algoritmos del amor, de los mitos del amor romántico, los juegos de poder y las malas interpretaciones. De la figura de mujer amorosa que nos imponen desde pequeñas. De los efectos del amor en la química y en el cerebro. Del amor a los dioses, de los afrodisiacos (que no existen), de los sapos que nos hacen besar en la industria alimentaria, de la realidad virtual y de su potencial para generar empatía (que, al fin y al cabo, es una forma de amor al prójimo). De por qué amamos comunicar la ciencia.
De todo esto se habló en el evento celebrado el pasado día 15 de enero en el teatro Góngora en un despliegue de talento como hay pocos: un evento protagonizado solo por mujeres, grandes expertas y conocedoras en profundidad de cada uno de los temas que abordaron.
Mujeres sabias.
Grandes mujeres.
Dentro y fuera del escenario.
Para mí, un regalo haber aprendido a su lado, atenta, expectante, colgada de sus palabras flotando en el aire, cautivada por sus talentos narradores y sus conocimientos. Sirva este modesto post como declaración de admiración, respeto y amor por todas ellas. No las nombro (están en el programa). Ellas ya lo saben. Yo también lo sé.
Esto ha sido "Las que cuentan la ciencia":