Amor futbolero

Por la_papio, desde Chile.Siempre me ha gustado el fútbol, pero nunca he sido una fanática extrema. Los partidos de la selección son los que nunca me había perdido y con los que más me había entusiasmado, y hoy la cosa ha cambiado. Pasé de odiar a las personas que hablaban a cada rato sobre fútbol en las redes sociales, a convertirme en una de ellas, de ver sólo partidos de la selección a cambiarlos por los campeonatos que existen entre equipos nacionales e internacionales, ¿Qué me pasó? Bueno, me enamoré de un hombre futbolero.Hay mujeres a las que no les gusta ver partidos de fútbol, no les interesa en lo absoluto este tipo de deporte, es más, les molesta el tema. Creo yo, que cuando no existe la curiosidad por esto, el hecho de que a un hombre le apasione un equipo y no se pierda un campeonato, dejando de lado muchas cosas e instancias de pareja, ya que termina viendo todo solo, se transforma en un problema en la relación, lo veo desde esta perspectiva situándome en el caso de que no me gustara ver un partido con mi pareja. Pero el caso es diferente para mí, soy feliz viendo partidos con él, siento que es un panorama de pareja, cuando nadie más nos acompaña obviamente, y ser parte de un momento importante de él, como de felicidad o tristeza, dependiendo de cuál sea el resultado del marcador, no tiene precio. Ver el entusiasmo de él al verme interesada en algo que las mujeres suelen rechazar, es algo que también me pone de buen humor.No diré del equipo que es mi pololo, y del cual yo ahora me siento parte, pero diré que desde que estamos juntos he creado un mundo con mi pareja, y siento que parte de ese mundo, de esa identidad, características, gustos y cosas q nos van definiendo, han sido estos partidos, porque aunque suene muy deportivo y masculino, no es sólo ver como una pelota llega a un arco, sino que de estar con quien quieres, compartir un picoteo o algo, estar en un lugar cómodo, o incluso salir a alguna parte (cosa que a mi parecer lo convierte en un doble panorama), comentar cosas del partido, comentar cosas que no son del partido, celebrar juntos, sufrir juntos, pasar por momentos de ansiedad, susto, alegría, etc. en 90 minutos. Tal vez los demás no lo entiendan, pero a mí me encanta ver partidos con mi pareja, ¿y a ustedes?