Un texto de esos que circulan por internet, lleno de alitas y corazones. No sé si de verdad tiene algo que ver con los Indios Hopi, a quien se atribuye la autoría. Pero ha llamado mi atención, y me parece muy sabio y hermoso. En internet hay que saber distinguir el trigo de la paja, y estas palabras, casi parecen un manifiesto de la crianza y la educación respetuosas. Y de la ética universal en general. Lo reproduzco una vez más, y me lo guardo como oración, que me hace mucha falta: