He caminado los infiernos,
Conocido a los demonios que sueñan,
Arrancado corazones de un tajo,
Me llaman asesino,
Sobre mi hay tantas penas,
Llevo la marca del condenado,
Ha muerto todo cuanto he amado,
No logro evitar desangrar a todo el que se acerca,
Es un reflejo, un acto condicionado.
Entonces estas tú,
Apareces, ahí estoy yo,
Así que te ruego,
Por favor, no me mires,
Déjame escapar, no me condenes,
Con esos parpados que pesan,
Dame libertad, no me limites,
Con el color que tú alma refleja,
Libérame del prejuicio del pasado,
Las bocas murmullan, replican mi nombre,
No quiero oír tu nombre en esas bocas,
Ni que caigas, con esos parpados pesados,
Ni que se apague el color que tu alma refleja.
No me ames, por favor,
No me mires.