10 de Enero del 2013 | etiquetas: Crítica
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Un Michael Haneke mucho más íntimo, mucho más tierno, pero igualmente Haneke, nos propina una nueva y dolorosa bofetada, aunque esta vez lo hace con todo su "Amor", para dar vida, y sobre todo, muerte, a su particular, y (como siempre) magistral, love story. Mañana por fin llega a nuestras pantallas, ocasión que se nos antoja inmejorable para recuperar nuestra crónica donostiarra.
¿De qué va?
A sus 80 años George y Anne son una pareja culta y educada. Ambos, profesores de música clásica retirados, tienen una hija, también música, que vive en el extranjero con su familia. Un día Anne tiene un infarto y queda paralizada de medio cuerpo. A partir de este momento se pondrá a prueba el amor que sienten uno por el otro.
¿Quién está detrás?
Uno de los artistas (y humanistas) más importantes en toda la historia del séptimo arte.
¿Quién sale?
Jean Louis Trintignant y Emmanuelle Riva para siempre: no pueden existir dos actores que se comprometan más con sus personajes. La guinda la pone Isabelle Huppert como hija de ambos.
¿Qué es?
La love story de Michael Haneke
¿Qué ofrece?
Una nueva obra maestra rebosante de cariño, sentimiento, y en definitiva, amor en todas su vertientes, pero principalmente en la vertiente Haneke, quien por vez primera en su inteligente filmografía, abandona el espectro social para sumergirse en la desgarradora intimidad de un amor profundo, desnudo, pero también extremadamente doloroso. Sin un ápice de romance pero con estoica ternura, Michael Haneke vuelve a propinarnos otra austera y frontal bofetada con la pequeña (gran) diferencia que esta vez lo hace con todo su amor. Un "Amour" que, precisamente, nunca muere a pesar de que el cuerpo que lo habita se pudre.
Nota: 10/10