Amorreos

Por Joaquintoledo

Historia

Según la Biblia los amorreos vendrían a ser los descendientes de Cam, (uno de los hijos de Noé), el cual asimismo tuvo su hijo, llamado Canaán, padre de éste y muchos otros pueblos que habitaron la región del Medio Oriente en la más lejana antigüedad. Al parecer llevaban una vida semi-nómada y tenían una formación como pueblo desde el 3 mil a.n.e. aproximadamente. Asimismo se hallaban divididos en dos grupos, y aquel que era más dinámico y se paseaba por las fronteras occidentales de Mesopotamia sería el que terminaría por invadir a imperios vecinos. Tal parece que los gutis tuvieron encuentros con ellos, y es muy posible que hasta los acadios hayan tenido que enfrentarlos. Se cree que hacia el 2000 a.n.e., estaban alrededor de Jerusalén y la zona de Palestina y ya tenían tendencias nómades. Mientras Ur se hundía en decadencia, una coalición de elamitas y su rey Simash, junto con los amorreos (además de otros grupos bárbaros), terminan por conquistar y destruir la ciudad. Sin embargo la alianza entre los pueblos bárbaros no podía durar mucho y como era de esperarse los elamitas fueron los desplazados. Así empezó una etapa en la Baja Mesopotamia en la cual sus numerosas ciudades eran divididas en dos esferas hasta que los amorreos preponderaron. Estos últimos aprovecharon las luchas dinásticas de las últimas dos ciudades que pudieron destacar en sumeria: Isin y Larsa, para ir infiltrándose en otras, incluida Uruk o Marad. Allí se hicieron fuertes poco a poco, conforme iban adaptándose a la civilización sumeria. Sin embargo la inestabilidad política, y claramente dividida, tenía que solucionarse tarde o temprano. Mientras tanto, sumeria se sumergía en una guerra absurda, que permitía a los amorreos obrar a sus anchas, los cuales iban asentándose cada vez más en la región. En la Alta Mesopotamia, una zona un tanto más pacífica, los reyes de origen amorreo también se impusieron a dos ciudades emblemáticas de esta parte: Eshnunna, Mari y Assur. Entonces tenemos a los dos grupos amorreos, uno por un lado, los semi-nómadas, establecidos en la actual zona de Palestina, y que se expandían por dicha región. Y el otro grupo, el cual continuó siendo nómada hasta que llegaron a los lares mesopotámicos instalándose allí muy cerca a las urbes sumerias, siendo a menudo discriminados por su extraño modo de vivir y actuar, como atestiguan algunas fuentes escritas.
El ingreso a Mesopotamia fue parte de un proceso, además una vez allí colaboraron en derrocar a Ur que se hallaba en su tercera dinastía con Ibbi-sin como rey, uniéndose a una coalición junto con los elamitas e invasores de los montes Zagros. Con la caída de la ciudad de Ur, esta jamás recuperó su esplendor de antaño. Este hecho se toma como referencia para señalar el inicio del fin del renacimiento sumerio. Como se sabe, el poder pasó a Isin con algunos grupos que se identificaban como acadios, y más tarde surgiría una competidora en Larsa.

Mientras, los amorreos se esparcían libremente por la región. Su principal asentamiento fue en la urbe de Babilonia, que no había tenido el menor protagonismo hasta entonces, y desde allí se forjaría un gran imperio. Las guerras que enfrentaron ambas ciudades estado, o sea Isin y Larsa, acabaron debilitándolas y eso sólo dio ventajas a los gobiernos instaurados por los amorreos, sobre todo a la urbe principal en Babilonia la cual cambiaría para siempre con la llegada al poder de Hamurabi, un rey que si bien construyó un imperio muy efímero, no debe ser subestimado pues es uno de los más importantes y recordados de la historia.

El último rey de la dinastía babilonia amorrea fue Samsuditana, el cual fue derrotado por los hititas, y la ciudad-Babilonia sometida a un saqueo. Pero estos pronto se retiraron de la urbe, la cual no estaría libre por mucho tiempo, pues luego vino la dominación casita. Así entonces, hacia el 1531 a.n.e. (saqueo de Babilonia por los hititas según la cronología corta), llegaba a su fin el poder amorreo de la Baja Mesopotamia.
Pero como ya hemos hecho mención, durante la era del Imperio Babilónico, los amorreos también se instalaron en la Alta Mesopotamia, pues Hamurabi extendió su influencia hasta dichos lares. Allí las ciudades de Eshununna y Mari fueron avasalladas, mientras que Assur, futura capital del imperio Asirio, tenía también en su lista real reyes de origen amorreo. Allí uno de los principales monarcas originarios de este pueblo fue Shamshi Adab I. Pero hemos de recordar al otro grupo, es decir al asentado en la zona de Palestina y Siria, los cuales se mantuvieron independientes y alejados de dichos lares un par de siglos más hasta que terminaron mezclándose con otras naciones de dicha región y más tarde fueron absorbidos por imperios como el hitita, el egipcio o el asirio.

Cultura

Culturalmente lo más destacado del pueblo amorreo es su idioma de origen semítico que se asentó en el oeste de Medio oriente, por lo cual se asemeja a las lenguas cananeas. Se tiene referencias vagas de ellas gracias a las fuentes dejados por los acadios y babilonios amorreos. El hecho es que al final los que se asentaron en Babilonia y terminaron instaurando un imperio en toda Mesopotamia, prefirieron empezar a usar el idioma acadio, el principal de toda la región por varios siglos. Otro de los aspectos que también introdujeron, fue la de un dios que ha pasado a ser muy conocido en la historia, nos estamos refiriendo a Amurru, el cual terminó siendo venerado como una divinidad nacional de este pueblo con Hamurabi en adelante al cambiársele el nombre a Marduk, como es más conocido. Las ciudades principales de la era amorrea en la historia mesopotámica fueron además de Babilonia: Mari, Assur, Yamkhad, Eshununna, Isin, Larsa (estas dos últimas cuando fueron vencidas por supuesto), entre otras.