Yoel, agente del Mossad y recién enviudado, decide retirarse de su profesión, y alquila una casa donde quiere empezar una nueva vida junto con su hija, su madre y su suegra. Pero este periodo de paz y distanciamiento se convierte en realidad en un duro camino de auto análisis y descubrimiento para Yoel, que se da cuenta poco a poco de que no sabía realmente nada de su mujer, encerrada hace años en un estudio del cual apenas salía (e incluso los vecinos sugieren que tenía un amante....), y que el impacto que tiene en su hija, una adolescente "difícil" y enferma de epilepsia, es negativo, opresivo y controlador. Y que de verdad nunca se ha parado a escuchar seriamente a ninguna mujer de su familia. Así, a lo largo de estas páginas donde no ocurre casi nada pero que se leen como un libro de suspense por el magnífico ritmo y las descripciones, Yoel va poco a poco entendiéndose a si mismo y a su familia, y reconquistando su dimensión humana.
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