Amparo baró

Publicado el 27 mayo 2015 por Clementine
“Ser actor es una vocación, si uno no puede involucrarse y emocionarse no sirve para nada”

Amparo Baró… Una de las actrices más grandes de nuestra escena. 

Como Amparo Baró San Martín venías al mundo el 21 de septiembre de 1937 en Barcelona, asistiendo en esta misma ciudad al colegio La Divina Pastora. Y contabas que tu afición por los libros procedía de tu abuelo, quien te leía los “Cuentos de las Mil y una Noches”.
Más adelante, comenzabas a estudiar Filosofía y Letras…

… descubriendo después tu verdadera vocación al ingresar en el Teatro Español Universitario
Debutabas en las tablas dirigida por Ángel Carmona en 1955 con “El burlador de Sevilla”, de Tirso de Molina. Pero tu gran oportunidad como actriz llegaba un año después al sustituir a Amparo Soler Leal en la obra “Harvey”, de Mary Chase, bajo la dirección de Adolfo Marsillach. Obra a la que siguieron más adelante otras como “Alejandro Magno”, de Terence Rattigan; “Ondina”, de Jean Giraudoux o “Bobosse”, de André Roussin. También fuiste una de las protagonistas de “Calumnia”, de Lillian Hellman. 

Y en 1965 formabas tu propia compañía teatral con compañeros de la profesión como Luis Prendes, Elvira Quintillá y Manuel Galiana. Venían después otras obras como “La tetera”, de Miguel Mihura; “Los buenos días perdidos”, de Antonio Gala; “El décimo hombre”, de Paddy Chayefski… 

… o “La venganza de Don Mendo”, de Pedro Muñoz Seca, donde compartías cartel con un también divertídisimo (y cuándo no) Manolo Gómez Bur. 
Ya en los años 80, “Casa de muñecas”, de Henrik Ibsen, para muchos tu mejor interpretación en los escenarios. Y “Un marido de ida y vuelta”, de Enrique Jardiel Poncela, “Materia reservada”, de Hugh Whitemore, “El poder de la mandrágora”, de Peter Shaffer… 
La década de los 90 traía para ti obras como “Hazme de la noche un cuento”, de Jorge Márquez; “Leticia”, de Peter Shaffer... Y “Siempre en otoño”, de Santiago Moncada, junto a tus dos grandes amigas, Irene y Julia Gutiérrez Caba.
Siempre hemos conservado un nexo muy fuerte desde esa etapa. Tuve la inmensa suerte de trabajar con dos grandes actrices… Amparo fue una gran actriz de una calidad incalculable. Era una espléndida actriz y una gran cómica que abarcaba todo” (Julia Gutiérrez Caba
Los que la hemos conocido sabemos de lo que hablamos, y muchos de vosotros también, porque uno demuestra cómo es delante de la cámara y Amparo era, claramente, la pura verdad” (Carmen Machi)
Era una mujer que amaba el teatro y la interpretación,  una lección para todos los actores” (Alicia Borrachero)

Junto a Carmen Machi y Alicia Borrachero compartías en 2011 tu última representación en los escenarios, “Agosto”, de Tracy Letts, bajo la dirección de Gerardo Vera.
Fue un placer dirigirla y ver cómo abarrotaba el teatro día a día dando por última vez una muestra histórica de lo que una actriz puede hacer en un escenario
En la gran pantalla, Amparo, debutabas como actriz en 1956 en “Carta a Sara”, coproducción italo-española basada en una historia de Juan Antonio Bardem. Y, tras títulos como “Rapsodia de sangre”, “Llama un tal Esteban”, “Trío de damas” o “Adiós, Mimí Pompón”… 

… llegaba en 1961 tu intervención en “Margarita se llama mi amor”, título en el que compartías cartel, y aula, con nombres de nuestro cine como Manuel Zarzo, Ángel del Pozo, Goyo Lebrero, Pepe Isbert, Margot Cottens, José Luis Ozores… Y, sí, claro, qué remedio, también con Margarita, encarnada aquí por Mercedes Alonso. 

Junto a José Luis López Vázquez, Manolo Gómez Bur y Tony Leblanc rodabas ese mismo año “Tres de la Cruz Roja”, divertido clásico de nuestro cine. Qué bien lo debisteis pasar durante este rodaje. 
Y después, otros títulos cinematográficos como “Sendas cruzadas”, “Tierra de todos”, “Operación: Embajada”, “La chica del trébol” o “Tengo 17 años”, tras los cuales orientabas tu camino casi exclusivamente a la pequeña pantalla, medio en el que ya habías aparecido anteriormente. Pero a partir de 1964 lo harías con mucha más frecuencia en series y espacios televisivos como “Primera fila”, “Confidencias”, “El tercer rombo”, “Tiempo y hora”, “Autores invitados”, “Telecomedia de humor”, “La pequeña comedia”…
Y el memorable “Estudio 1”, apareciendo entre 1966 y 1984 en un total de 13 obras de teatro entre las que se encontraban “El barón”, “Los extremeños se tocan”, “Diálogos de carmelitas”, “Las aleluyas del señor Esteve” o “Tres sombreros de copa”.

“Empecé en la tele con Jaime de Armiñán, Adolfo Marsillach, Pilar Miró, Josefina Molina…, con personas muy serias que me han ayudado siempre”
Después, también para la pequeña pantalla, llegaban “Fábulas”, “Hora once”, “Del dicho al hecho”, “Sospecha”, “Las doce caras de Eva”, “Historias de Juan Español”, “Si yo fuera rico”, “Silencio, estrenamos”, “El quinto jinete”, “El teatro”, “Novela” o “Teatro estudio”, con alguna incursión cinematográfica como “La banda del Pecas” o “Carola de día, Carola de noche”.

Alternabas ya con mayor frecuencia la pequeña pantalla con el cine, apareciendo en películas como “Al servicio de la mujer española”, “El divorcio que viene”, “El nido”, “Apaga… y vámonos”…

… “127 millones libres de impuestos” o “En septiembre”. Y más televisión a través de “Historias para no dormir” o “Cuentos imposibles”.
A toda pantalla llegaba luego para ti “Stico” (1985), curiosísimo título de nuestro cine en el que eras dirigida por Jaime de Armiñán y compartías cartel de lujo con Fernando Fernán Gómez, Agustín González, Carmen Elías, Manuel Galiana, Mercedes Lezcano y Manuel Zarzo, sí, tu marido en esta historia. 
Y después interviniste en “El elegido”, “Cara de acelga” o “Mi general”, otros títulos cinematográficos…

… que compaginaste con la serie televisiva “Recordar, peligro de muerte”  y el espacio “Tarde de teatro”. 
Era una actriz de teatro de las de toda la vida. Formaba parte de ese conjunto de actores que nació en el teatro y han dado la vida por él. Ellos eran los personajes, no interpretaban ni opinaban sobre lo que hacían, sino que lo hacían directamente y magistralmente. No tenían que ser altos, guapos y fuertes. Eran excelentes actores y eso era más que suficiente” (José Luis Cuerda)

En 1987 nos maravillabas a través de tu Amelia de “El bosque animado”, formando además pareja con una también sensacional Alicia Hermida y siendo ambas acompañadas en el reparto por Alfredo Landa, Tito Valverde, Alejandra Grepi, Fernando Rey, Encarna Paso, Luis Ciges, Miguel Rellán, María Isbert y Manuel Alexandre bajo la dirección de un soberbio y mágico José Luis Cuerda. 
Llegarían luego más intervenciones televisivas en series como “Recuerda cuándo”, “Lorca, muerte de un poeta”, “Farmacia de guardia” o “Una gloria nacional”, entre las que participaste también en otros títulos cinematográficos como “Soldadito español” o “Las cosas del querer”…


… y en “Primera función”, espacio televisivo en el que te pudimos ver en obras como “El cianuro… ¿solo o con leche?”, divertidísima genialidad teatral escrita por Juan José Alonso Millán y adaptada y dirigida por Mara Recatero, en la que compartías maestría interpretativa con Aurora Redondo y Mari Carmen Prendes. Tres grandes cómicas de nuestra escena, sin duda alguna. 
“Es muy sano reírse, aunque también me acusan de irónica, cosa que no me gusta. Es cierto que a veces utilizo la ironía, pero no es excesivamente buena”
Después eras dirigida a toda pantalla por Jaime de Armiñán en “Al otro lado del túnel” y en “El palomo cojo”. Y por Manuel Gómez Pereira en “Boca a boca”. Y te seguías asomando a la televisión a través de series como “Juntas pero no revueltas”, “En plena forma” o “Tío Willy”. 
Espero que siga repartiendo collejas allá donde esté, sin distinguir” (Toni Cantó)

En 1999 llegaba tu personaje Sole de la serie de televisión “Siete vidas”, papel que interpretaste en la pequeña pantalla a lo largo de siete años…
“La considero una maestra, una mujer de la que aprendí mucho, honesta, sincera, que no se andaba con medias tintas, y eso se agradecía… Nunca fallaba, siempre se lo sabía todo… Llegó al gran público con Sole de ‘7 vidas’, pero era una gran dama del cine, del teatro y de la televisión” (Anabel Alonso)
… años durante los cuales compartirse plató con Toni Cantó, Anabel Alonso, Javier Cámara, Gonzalo de Castro… 
Uno tenía la sensación de no saber hacer nada cuando Amparo Baró estaba delante… Maestra fantástica y profesional desde el primer día hasta el último” (Javier Cámara)
Amparo ha sido una actriz extraordinaria, una mujer que ha encontrado en la escena y en la pantalla un lugar insustituible. Era buena compañera, buena amiga, tierna, pequeña, menuda” (Gonzalo de Castro)
… y con Blanca Portillo, Carmen Machi, Eva Santolaria, Santi Rodríguez, Paz Vega, Guillermo Toledo, María Pujalte o Florentino Fernández.
“No he vuelto a dar una colleja desde que dejé la serie ‘7 vidas’”
Y también coincidiste en el plató de esta serie con actores tan clásicos como tú: Agustín González, María Isbert, Manuel Alexandre, Luis Barbero, Alicia Hermida, Amparo Soler Leal… A través de tu peculiar y genial Sole adquiriste gran popularidad entre las generaciones más jóvenes de telespectadores. 
En 2003, bajo la dirección de Achero Mañas, interpretabas en cine a Helena en “Noviembre”…

… en 2005 le prestabas tu voz a la abuelita de “La increíble pero cierta historia de Caperucita Roja”. Glenn Close lo hacía en su versión original. 

Y en 2007 dabas vida a Emilia en “Siete mesas de billar francés”. Este mismo año de nuevo adquirías gran popularidad en la pequeña pantalla…

… a través de Jacinta García, tu personaje en otra serie televisiva de éxito: “El internado”.

En 2011, tu último título para la gran pantalla, “Maktub”, bajo la dirección de Paco Arango y con Aitana Sánchez-Gijón, Goya Toledo, Rosa María Sardá, Enrique Villén, Mariví Bilbao o Jorge García como compañeros de reparto. 
“Ahora me levanto a las seis y media de la mañana, la misma hora a la que me acostaba durante muchos años… Me lo pasaba estupendamente con compañeros y amigos. Creo que era una forma ideal de descargar adrenalina”

Y en ese mismo 2011, Amparo, participaste con tus monólogos en “El club de la comedia”. Sobra decir que también fue una auténtica delicia verte aquí.
Entre los numerosos y merecidísimos premios que recibiste a lo largo de tu extensa carrera interpretativa, Amparo, se encuentran la Antena de Oro de televisión en 1963, el premio Miguel Mihura de Teatro por su interpretación en “Isabelita la miracielos”, el Premio Goya a la mejor actriz de reparto por “Siete mesas de billar francés”, 4 premios de la Unión de Actores (uno por la película “Maktub” y tres por la serie “7 vidas”)…

… el Premio Ceres a la mejor actriz en el Festival de Mérida, por la obra teatral “Agosto”, que te entregaba Gonzalo de Castro…

… la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes

… y el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert concedido por la Asociación de Amigos de los Teatros de España, de la mano de Tony Isbert y Manuel Galiana.
Y ahora, Amparo, permíteme añadir otras obras de teatro no citadas anteriormente que han tenido también el honor de contar contigo como una de sus más distinguidas intérpretes… 

El pan de todos”, de Alfonso Sastre; “Cándida”, de George Bernard Shaw; “Mi adorado Juan”, de Miguel Mihura; “Los ángeles no deben aterrizar”, de Enrique Suárez de Deza; “George & Margaret”, de Gerald Savory; “Petición de mano”, de Anton Chekhov; “Las preciosas ridículas”, de Molière; “César y Cleopatra”, de George Bernard Shaw; “El comprador de horas”, de Jacques Deval; “Tengo un millón”, de Victor Ruiz Iriarte; “Rapto”, de Edgar Neville; “Asesinato en el Nilo”, de Agatha Christie…
“Nunca olvido que el teatro es de una fuerza inimaginable, es un espejo que te plantan delante para que te avergüences y te remueva la conciencia, el teatro conmueve y conciencia, pero es imposible trasladarlo a la televisión porque siempre es un milagro de complicidad con el público, que sabe que aquello nunca más a suceder”
… “Una cigüeña bromista”, de André Roussin; “Veraneando”, de Alfonso Paso; “La pareja”, de Jaime de Armiñán; “Juegos de invierno”, de Jaime Salom; “El increíble señor Pennypacker”, de Liam O’Brien; “Carmelo”, de Juan José Alonso Millán; “Ángela María”, de Carlos Arniches y Joaquín Abati; “La casa de las chivas”, de Jaime Salom; “Pedro de Urdemalas”, de Pedro Calderón de la Barca, “El décimo hombre”, de Paddy Chayefsky…

… “Salsa picante”, de Joyce Rayburn; “Los peces rojos”, de Jean Anouilh; “Vamos a contar mentiras”, de Alfonso Paso; “Herminia”, de Claude Magnier; “Los habitantes de la casa deshabitada”, de Enrique Jardiel Poncela; “Borkman”, de Henrik Ibsen; “El sombrero de copa”, de Vital Azal; “El Barón”, de Leandro Fernández de Moratín; “Las mujeres sabias”, de Molière; “Destino: Broadway”, de Neil Simon; “La opinión de Amy”, de David Hare…
El pasado 29 de enero, a los 77 años de edad, te nos ibas, Amparo, muy, muy, muy tristemente. Sabes que nunca te olvidaremos, porque con nosotros dejas tu profesionalidad, tu simpatía, tu tremendo sentido del humor, tu inconfundible voz, tu arrebatadora personalidad, tu gracia, tu grandísima altura, tu saber hacer… 

Gracias, Amparo, de todo corazón. Sin ti, sin tu extraordinario arte, sin tu impecable trabajo, la escena española no habría sido ni la mitad de grande. 
“Cuando miro hacia atrás, pienso: ‘Qué suerte has tenido, Amparo’. He trabajado en lo que me gustaba, he podido elegir y nunca he tenido baches… Y sigo siendo una mujer absolutamente vocacional, con la misma pasión por ser actriz” (AMPARO BARÓ)