Siempre que salgamos desde España a visitar una capital europea es importante tener en cuenta que en la gran mayoría de los casos el transporte es más caro que en España. Aún así, no vimos excesivos los precios de Ámsterdam, comparado con otras ciudades que hemos visitado. Comenzamos por el vuelo. A pesar de elegir una compañía low-costno es el vuelo más barato que he conseguido. Ámsterdam siempre tiene mucha demanda, mucho turismo juvenil y no es fácil encontrar un vuelo-chollo.
Viajamos el domingo 30 de agosto de 2015 desde el aeropuerto de Sevilla hasta Schiphol, vuelo directo y sin escalas con la compañía Transavia.
Si os ponéis a buscar comentarios sobre dicha compañía os echaréis para atrás. A mí se me ocurrió leerlos antes de salir y estuve realmente preocupada antes de coger el avión: según las opiniones que leí es una compañía que sufre muchos retrasos y la atención al cliente es nefasta. Yo no tuve ningún problema con ellos.No sé si es cuestión de suerte o que a veces, cuando las cosas no salen como queremos, exageramos mucho.Lo único raro que noté es que teníamos programado el vuelo a las 10:30 de la noche y con todos los pasajeros a bordo el vuelo no salía…estuvimos más de media hora dando vueltas a la pista sin despegar (¿?). Cuando por fin lo hicimos, mi miedo a volar y yo habíamos aceptado que estaríamos un poco más dentro de ese avión pero no…el vuelo llegó a la hora prevista, es decir, en menos de 2 horas y 20 minutos estábamos aterrizando en Ámsterdam. Mejor para mí y mi inseparable compañero de viaje. Por cierto chicas, seguro que todas habéis visto una tormenta alguna vez en la vida pero…¿habéis estado alguna vez dentro de una tormenta? En este vuelo lo estuvimos, casi aterrizando…me dio mucho miedo pero reconozco que era espectacular cuando los rayos iluminaban todo el avión ;)
Bueno, que me enrollo muchísimo. Vayamos a lo práctico. Esta vez llevábamos equipaje facturado así que no tuve que preocuparme de la normativa AENA en cuanto a los líquidos (si necesitáis esa información os lo expliqué todo aquí)
Puedes llevar 1 bolsa como equipaje de mano máximo de 10 kg y un máximo de 55 x 40 x 25cm. No te garantizan que pueda ir en el avión, puede ser que se traslade a bodega pero sin coste. Por cierto, el bolso cuenta como equipaje de mano así que toca meterlo todo en la mochila o el bolso de viaje.
Con esta compañía no es necesario hacer el check in online. Puedes hacerlo en el aeropuerto sin coste.
Y teniendo en cuenta todas estas cosas…por fin llegamos a Ámsterdam. El aeropuerto de Ámsterdam, Schiphol, se encuentra ubicado a 15 km de la ciudad por lo que se hace indispensable tomar un medio de transporte para llegar hasta Ámsterdam.
Tenéis varias opciones pero lo más cómodo y fácil (aún cuando se llega de noche) es tomar un tren hasta Ámsterdam Central. Desde la página web del aeropuerto tenéis todas la opciones por si queréis echarles un vistazo (aquí). Nosotros, como llegamos de noche no teníamos muchas opciones más que el tren nocturno. Salen aproximadamente cada hora desde Schiphol y tardan unos 15-20 minutos en llegar a Ámsterdam Central. Los billetes se compran en unas máquinas expendedoras que se encuentran antes de bajar a los andenes y tienen un precio de 4'10 €.Hasta entonces, todo nos había parecido muy intuitivo y fácil, hasta que llegamos al andén y nos dimos de bruces con esto:
¡¿Pero qué…?! No teníamos ni idea de qué podía significar eso, intuíamos que se refería a la dirección del tren, pero finalmente tuvimos que echar mano (por primera vez, que siempre la primera vez es la que más cuesta) de nuestro inglé-andalú y una chica holandesa muy simpática nos solucionó el problema ;)
Cuando bajamos en Ámsterdam Central eran más de las 3 de la mañana y todavía nos esperaba una travesía en bus nocturno hasta nuestro hotel. Sí, amigas, sí…se hace tremendamente pesado. El bus nocturno daba mucha vuelta y tardamos casi una hora en llegar a nuestro hotel. El precio del billete fue de4'50 €.
Tenía entendido que sacando un bono de 24 horas se podían coger buses nocturnos con dicho bono pero lo que no sabía era que no se podía comprar en el mismo bus, por ser nocturno. Así que cuidado si viajáis de noche.
Al día siguiente, decidimos sacar un bono de 24 horas, esta vez sí, en las máquinas de metro. Está muy bien porque incluye viajes ilimitados durante 24 horas desde la hora en que se active y es válido para tranvía, autobuses y metro. ¡Genial! Es unipersonal y cuesta 7’50 €.
No creímos necesario coger un autobús turístico ni ningún barco (básicamente porque al siguiente día íbamos a embarcarnos en el Costa Fortuna) así que decidimos hacer a pie y con ayuda del transporte público la visita a la ciudad. Es muy cómoda así que si algún día vais, no os asustéis por hacerlo a pie (o si sois valientes, en bici).
Bueno, ¡qué larga me ha quedado la entrada al final! Creo que no me he dejado nada pero como siempre os digo, si queréis más información o la guía que preparé para el viaje sólo tenéis que escribirme a lamiradadeluci@hotmail.es y estaré encantada de poder echaros una mano.
¿QUÉ OS PARECE CHICAS? ¿CONOCÉIS ÁMSTERDAM? ¿HABÉIS VOLADO CON TRANSAVIA? ¿HABÉIS ESTADO ALGUNA VEZ EN UNA TORMENTA DENTRO DEL AVIÓN?Un besote y muchas gracias por pasaros y comentar.