La cantante Amy Winehouse murió por una intoxicación alcohólica, según testificó un patólogo durante la indagación judicial. Al veredicto al que llegó esta investigación fue “muerte accidental”.
Amy tenía en su cuerpo 416 miligramos de alcohol por cada 100 miligramos de sangre.Esta información indica que la cantante falleció el 23 de julio, y aunque no había consumido alcohol durante todo el mes, sí habría empezado a partir del 22, un día antes de su fallecimiento.