Ana Botella, ¿insensible?

Publicado el 21 noviembre 2012 por Rgalmazan @RGAlmazan


Que es inútil, cierto. Que muchos sabemos que está ahí por ser la mujer de, también. Que el puesto le viene grandísimo, sin duda. Que es soberbia y engreída tanto como ignorante y pija, por supuesto. Pero es que además es mala gente e insensible.
Mientras se exhibe en la revista Telva, cual estrella de Jólibud, esta nefasta alcaldesa ha demostrado su insensibilidad. Y no sólo porque mientras había tres muchachas muertas (hoy cuatro) y dos muy graves, se marchó a pasárselo chupi-piruli a un Spa portugués, poniendo como única excusa que era una cuestión personal.

No sólo por lo anterior. Esta alcaldesa, de tres al cuarto, que no ha sido elegida, sino que le ha tocado (la lotería) la plaza de interina por suplente, además ha decidido vender 130 pisos a una sociedad donde es consejero el marido de la Cospe, a un precio irrisorio. La cosa sería vista como amiguismo sólo, si no fuera porque de esos pisos 117 están habitados por familias que ven peligrar su vivienda. Se trata de familias en riesgo de exclusión social. Personas mayores de 70 años, mujeres maltratadas, familias numerosas que se sienten presionados por el ayuntamiento para que se marchen del lugar donde han vivido los últimos veinte años.
No es de extrañar que un Ayuntamiento capaz de haber dejado sin seguridad exterior al Madrid-Arena –donde se produjo la catástrofe— por no pagar horas extras a los policías, sin prever las consecuencias, hoy deje a 117 familias fuera de sus viviendas para obtener 21 millones de euros (160.000 euros por vivienda en el centro de Madrid, recién rehabilitadas) malvendiéndolas a la empresa Renta Corporación Core Bussines, encantada, por cierto, con esta operación donde seguro que prevé ganar unos cuantos milloncejos. Pero como parece que tampoco sabe de cuentas es posible que crea que con esta cantidad pueda resolver el problema más grave de este Ayuntamiento –el más endeudado de Europa—, su deuda de 7000 millones de euros que dejó el hoy ministro de Justicia.
Mientras se agarra al sillón, la alcaldesa reina-por-un-día se defiende como puede para no asumir la responsabilidad política que tiene en el desgraciado incidente del Madrid-Arena y tener que marcharse a casa antes de tiempo. Pero cada día con las nuevas noticias sobre la irresponsabilidad municipal en dicho desastre se estrecha el cerco y Ana Botella se encuentra más atrapada en su propia irresponsabilidad. De ahí que quiera conseguir apoyos y haga –aunque caigan más de trescientos inquilinos— un estupendo “regalo” al marido de la mujer más poderosa de su partido.
Sin embargo, su escasa inteligencia, hace que hoy se encuentre en una lucha feroz con la Comunidad de Madrid, lo que quiere decir que lo está contra Esperanza Aguirre, puesto que es quien manda todavía. Así es que, esta mujer tiene, por fortuna para los madrileños, un futuro político muy negro. A lo más que puede aspirar –y veremos si llega, yo lo dudo— es a terminar su mandato porque ya está descartada como candidata para las próximas municipales. Lo triste de todo esto es que esa posible dimisión se produzca por luchas internas entre los peperos madrileños, en vez de por su responsabilidad en el caso Madrid-Arena.
Salud y República