Estaba triste y abatida desde que supe que Ana se encontraba ya en un estado irreversible... cuando me confirmaron que fallecía ayer viernes por la noche, y que debía escribir algo en una hora, trazando su trayectoria literaria, ya que era previsible que sus numerosos amigos glosaran a la inolvidable persona (no sólo mujer), y se trataba ahora de no soslayar su perfil de escritora, del que tan poco se ocupó, como nos recuerda hoy Juan Cruz en la página que compartimos en El País. Recurrí a la valeriana para dormir unas mínimas horas, pero hoy ya estoy maquinando qué podemos hacer. Muere Ana María Moix, poeta de la ‘gauche divine’ | Cultura | EL PAÍS