Ana Mato, la chamán mayor del reino

Publicado el 26 junio 2012 por Rgalmazan @RGAlmazan

¡Hay que ver qué ministra! No sólo nos recorta medicinas, médicos, hospitales, sino que además nos da consejos para que volvamos a la Edad Media. La feliz Edad Media. Donde la alquimia y las pócimas jugaban el papel fundamental a la hora de curar.

Lástima que entonces la esperanza de vida fuera cuarenta años menos que hoy. Seguramente sería mala suerte. Hoy, así lo ha dicho la ministra: es posible sustituir medicinas por productos naturales. Esta ministra sabia nos ha abierto los ojos.

¿Para qué utilizar medicinas que cuestan si podemos usar jarabes, pócimas o mezclas mágicas que nos pueden curar? Y, además, podemos dar fe de que a ella le ha ido bien. Fíjense que probablemente con una pócima mágica –no puedo imaginar que lo consiguiera sin alquimia— pudo evitar ver un jaguar que tenía en el garaje. Y estaba allí, y sin embargo ella no lo vio. ¡Lo volvió invisible! ¡Qué grande! Y recordemos también –es imposible pensar que no estaba colocada— la rueda de prensa ‘peculiar’ que dio hace poco más de un mes.

Así es que preparémonos. El Paracetamol, el Ibuproceno, el Almax, la Aspirina y otras medicinas que se usan como remedios a males frecuentes pueden ser sustituidas. Como ahora nos van a costar dinero, la ministra nos ha recordado que hemos estado décadas engañados, que nos hemos creído lo que dice la ciencia médica, cuando en realidad el uso de estos medicamentos podían haberse evitado.

La ministra Ana Mato preparando una pócima mágica

Tenemos que prepararnos para librarnos de los vicios que tenemos. Porque utilizar medicamentos es un vicio, cuando se pueden utilizar hierbas y otros productos para fabricar mejunjes, ungüentos, filtros, pócimas, jarabes, decocciones e infusiones que nos quiten los males.

Y es que hemos sido unos ignorantes. Menos mal que la ministra Mato –¿no os parece de chiste o paradójico que la ministra de Sanidad se llame Mato— nos da la solución. Hay que volver al chamanismo.

Por lo tanto desde este momento, dispongámonos a adquirir los productos que nos han de salvar de esas enfermedades sin tener que comprar medicamentos inútiles. Así es que, yo ya me estoy haciendo con un armario donde he empezado a guardar hierbas curativas y otras menudencias que estoy adquiriendo.

Porque ya puestos, no vamos sólo a producirnos nuestros analgésicos, antipiréticos o antiinflamatorios. Hay que ir más allá. El momento que vivimos, esta crisis galopante nos pide más, y por ello hay que tratar de ahorrar a la Seguridad Social, evitar gastos en medicamentos y conseguir evadirse de la realidad.

Y junto a la miel, el orégano, la salvia, la amapola o el laurel, yo ya me he hecho con algunos productos más mágicos y propios de brujas como belladona, beleño, mandrágora, estramonio, napelo y también diente de narval en polvo, y me he colgado una mano de puercoespín al cuello.

Lo que pasa es que no quisiera fallar. Y necesito que me guíen en la elaboración de las pócimas. Y, visto lo que hay, quiero nombrar a Ana Mato: Chamán mayor del reino. Y como tal, le rogaría que compareciera cada viernes, junto con los ministros que nos tocan las narices, para darnos una receta mágica que nos cure de algún mal y de paso que nos coloque, que falta nos hace, para hacernos olvidar esta realidad pepera cada vez más insoportable.

Salud y República