Ana Mato mata al perro Excálibur

Publicado el 09 octubre 2014 por Albilores @Otracorriente

Ana Mato, no para de hacer de las suyas y hay que reconocer que se va superando. A los ya famosos capítulos del Jaguar que desconoce tener en el garaje y a las carísimas fiestas con dinero público de los confetti, ahora ha logrado el más difícil todavía, lo que nadie había logrado en el continente europeo, nos ha traído el ébola a Madrid, por cierto a un coste económico muy caro, unos 200.000 euros, y ha conseguido que la cepa salga del hospital.

Tras aceptar traer un caso delicadísimo de una de las epidemias más mortíferas que se conocen en la actualidad, en vez de ponerlo en manos de los mejores especialistas, científicos y biólogos de epidemias de España, el ministerio de Ana Mato se lo atribuyó a una simple auxiliar de enfermería (ni siquiera enfermera) a la que ahora quieren colgar el San Benito de “negligente” y culparla del suceso.

Sea como sea, lo que está claro es que la responsabilidad no es de la auxiliar y sí de la chapucera e incompetente ministra Ana Mato, que ahora la ha tomado con el perro de la familia de la auxiliar para colmo de los colmos. Estábamos –ya no, puesto que lo han sacrificado- ante una magnífica oportunidad para poner en cuarentena a Excalibur, el perro de la familia, y estudiar si un animal era capaz de contagiarse de ébola y de trasmitirlo.

Eric Leroy, el mayor experto mundial en el papel de los perros en los brotes de ébola, ha opinado en una conexión telefónica sobre la decisión de la Comunidad de Madrid de sacrificar al perro Excálibur de forma tajante: “No hay que matar al perro, porque es importante desde el punto de vista científico”.

Eric Leroy es el director general del Centro Internacional de Investigaciones Médicas de Franceville, en Gabón. Leroy es el principal autor del único estudio sobre el tema: Ebola Virus Antibody Prevalence in Dogs and Human Risk, que analizó a posteriori un brote de ébola en Gabón entre el año 2001 y 2002.

El trabajo, publicado en una revista científica de los Centros Para El Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, sugería que “los perros pueden ser infectados por el virus del ébola y que su presunta infección es asintomática”.

Al perro de Madrid hay que aislarlo, hacerle un seguimiento, estudiar sus parámetros biológicos, ver si está infectado y averiguar si excreta virus. Es muy interesante desde el punto de vista científico, no sirve para nada matarlo”, comentó Eric Leroy.

En Madrid teníamos un posible caso activo del que habríamos podido aprender muchas cosas, como si los perros efectivamente representan un foco de infección en los brotes de ébola. Conocer el papel de los canes en las epidemias del ébola es fundamental, porque las aldeas africanas afectadas están llenas de perros, añade este experto en enfermedades emergentes. Una lástima que Ana Mato y su grupo de expertos ni siquiera hayan pensado en ello.

A juicio de Leroy, si se hubiera comprobado que Excalibur no estaba infectado, habría bastado con liberarlo. Y si hubiera estado contagiado por el ébola, se habría recuperado y cuando se hubiera curado habría eliminado completamente el virus”.

Por tanto, ¿Qué se ha conseguido ejecutando al perro? Como siempre las medidas de este gobierno son las mismas, rezar y eliminar. Cuando surja otro caso, ¿Qué información tendremos?

Si alguien alude como excusa a los costes económicos que primero piense que esta información era clave para la eliminación de esta enfermedad. El Jaguar, que Ana Mato tiene en el garaje, aunque siga diciendo que no lo sabe, y el confeti en las fiestas de cumpleaños, no lo son. Mientras Excalibur ha pagado con su vida, la Ministra sigue en el trono destrozándonos la vida a todos sin que por ahora nadie emprenda acciones penales contra ella.