Vanillaware nunca decepciona con sus obras
Cuando por primera vez vi imágenes de este 13 Sentinels, por mi mente pasaron las ideas de que la gente de Vanillaware volvía con unos de sus juegos de aventura y acción de corte tan característico que tanto amor ha sacado de mi interior, y que siempre han conseguido hacerme ponerlos en un pedestal bien alto.
Pero cual ha sido mi sorpresa. Que me he encontrado no solo con algo de lo más especial, sino que además para mi gusto, el que es el mejor juego que ha realizado el estudio. Consiguiendo no enamorarme solo por su siempre precioso apartado técnico, sino por una serie de factores que hace de este 13 Sentinels un juego especial, diferente, y solo apto para aquellos que quieran sentarse con tranquilidad a sentir y entender los matices que de forma exquisita han sabido acercarnos a nuestra PlayStation 4.
NOTA: 9'5
Entrando ya en el juego, y con ello intentando dejar claro de que va esta nueva obra que tanto se desmarca de lo visto hasta ahora en el catálogo del estudio. Os tengo que contar que más allá de las mecánicas más activas que en unas líneas os hablaré. El juego basa gran parte de su potencial en un concepto narrativo realmente apasionante y bien llevado. Que ha sabido de forma magistral hacerme acercarme a un mundo que a primera vista puede parecer demasiado clásico venido de parte de un estudio nipón, pero que una vez entrado de lleno terminas por encontrar una profundidad narrativa, de guion, y capacidades emotivas, que son dignas de alabar con mucha fuerza.
Y es que la historia de 13 Sentinels está realmente bien montada. Posee un ritmo y una consistencia perfectas en cada paso que da su narrativa, en cada cambio de rumbo que da el guion, y en el planteamiento y puesta en escena de cada uno de los personajes. Y aunque es cierto que hay que tener puesto todos los sentidos, especialmente al inicio del juego para entender la trama principal y sus conceptos más básicos, una vez asimilados es absorbente a más no poder. Y consigue dejar roto en miles de sentidos nuestro cerebro y nuestro corazón, ya que sabe jugar muy bien con el jugador y sus emociones.
Además, y como curiosidad que ya termina por mostrar el potencial que posee. Me ha parecido increíble la libertad que nos da el juego a la hora de seguir, movernos y avanzar por la historia. Dando rienda suelta, conciencia, y capacidad de elección para elegir una senda, que magistralmente consigue llevarnos a un camino principal donde todo tiene sentido, todo se ata, y todo termina por darte en toda la cara para volver a dejarte el corazón volcado.
Curiosamente el juego posee tanta fuerza argumental, que las mecánicas jugables pasan casi a un segundo plano. Pero que también os aseguro que encajan, matizan, y terminan por hacernos participes del universo de forma sutil e inteligente.
Dentro de ese apartado jugable hay que empezar hablando de que el juego nos plantea una libertad muy controlada y sujeta a la narrativa, que te permite entender lo que nos rodea, interactuar con ello, y tener conciencia sobre el control de los diferentes y variados personajes que lo forman.
Cosa que se termina de complementar y dar acción y chica a la jugabilidad, introduciendo un sistema de enfrentamientos muy especial, entremezclando en su interior conceptos roleros y estratégicos. Y es que este nos pone al control de una serie de robots muy diferenciados entre ellos, que nos llevan a intensas y épicas batallas que nos acercan a un juego de defensas de torretas con unos potenciales realmente épicos.
No podía faltar las posibilidades de mejora, progresión, y potenciación de cada unos de los robots y personajes que forman nuestro ejército. Habiendo introducido variedad de armamentos y complementos que dan una variedad y profundidad a la hora de personalizar nuestro equipo, y en general, de variar la estrategia a tomar en cada encuentro que sinceramente me ha sorprendido que este dentro de un juego tan narrativo.
Es sorprendente como 13 Sentinels ha complementado y unido estos dos puntos tan dispares. Dándole solvencia a una parte de estrategia tan particular en una conceptual jugabilidad que casi se acerca a las novelas visuales, pero que Vanillaware ha sabido complementar con una maestría realmente increíble, terminando por no tener sentido la una sin la otra pese a su disparidad.
Por cierto, y como es de esperar, no es especialmente difícil, dejándonos fluir en casi todo momento, y sin apenas ponernos escollos en un casi medio centenar de horas que tenemos para superarlo y disfrutar de cada segundo que nos plantea, y que han conseguido absorberme como hacía tiempo que no lo hacía un juego venido de aquellas tierras.
Toca entrar otra de los maravillosos apartados que no solo están en este juego. Sino que ya es un santo y seña de la propia desarrolladora, que la hace única y particular, y por ello posee una buena cantidad de fans, cosa que no es para menos.
Y es que, no puedo seguir hablando del juego, que por la parte del apartado artístico. Y es que es una autentica delicia visual hecha de forma artesanal. Donde el diseño de cada personaje es una autentica maravilla, con unas animaciones increíbles, y una personalidad tan potente que es imposible no amar a cada uno de los personajes que forman esta historia. Además, la cosa no baja ni un ápice cuando entras a mirar los decorados. Y es que son una autentica acuarela en movimiento. Con un diseño, un colorido, una iluminación, y en general, un aspecto que mezclará el mundo de la novela, con esas otras zonas mapeadas de acción estratégica que se complementan le dan vida, y terminan por encajar en un universo con una presentación visual increíble.
Por otro lado. La parte sonora es igual de preciosa y bien tratada que el resto del juego. Y es que tengo que empezar a alabar el excelente trabajo de ambientación y efectos que se han montado para darle sentido al mundo que nos rodea y a las situaciones intensas y bélicas que se nos muestran. Y todo acompañado por una magistral banda sonora llena de bonitas composiciones. Y que se adapta y complementa perfectamente a lo mostrado en pantalla y a su carga narrativa.
Por último, deciros que el juego llega con unos genialmente traducidos y adaptados textos al español, cosa que agradezco mucho... y más cuando posee una complejidad narrativa tan importante. Y que se complementa con poder poner las voces del doblaje en inglés o japonés.
Toca la hora de concluir este análisis. Y lo que empezó siendo pura ilusión por un nuevo juego de Vanillaware. Tras haberlo disfrutado durante muchas horas. Ha terminado por convertir este juego en una experiencia espectacular, que hacer crecer mis alabanzas sobre un estudio que nunca falla. Y que con este 13 Sentinels ha conseguido mostrar lo adulto de su trabajo, el mimo que ponen en cada pixel que aparece en pantalla o nota que sale por nuestros altavoces y, ante todo, consigue enseñarnos como una narrativa bien llevada, adaptada al medio, y bien escrita, es capaz de tocar las fibras más sensibles de cualquier jugador que se plante frente a su magistral obra.
NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS Código digital proporcionado por Koch Media