Análisis Bioshock Infinite

Publicado el 15 abril 2013 por 99redpotions @99RedPotions
Bueno, un cúmulo de sensaciones distintas me rondan a la hora de escribir este análisis, por muchos motivos. Para mi los dos primeros Bioshock (de forma totalmente indivisibles) conforman una de las mejores experiencias jugables de la historia de los videojuegos. Me marcaron como jugador y siempre los pongo de ejemplo cuando hablo con gente ajena al medio, "Bioshock no tienen nada que envidiar a ninguna otra historia contada en cualquier otro medio" digo siempre. Así que las espectativas con las que cogí Infinite eran considerablemente altas, tan altas como las tengo antes de coger un Zelda o un Mario "grande", casi nada.

Las expectativas, mal llamadas a veces "hype", el mayor enemigo de la secuela. Bioshock Infinite es un gran juego, eso os lo voy adelantando, pero cuesta abstraerse de lo que fueron los dos primeros títulos de la saga. Pero vamos a lo que vamos, Infinite es a grandes rasgos un sóter clásico con sus propias particularidades. Mucho mas cercano a un juego de ID que a uno de Activision nos encontramos pegando tiros en zonas generalmente reducidas, aunque algunas estén en exteriores,  a un cojón de enemigos que tienen muy poco aprecio por su propia vida. De hecho da un par de pasos mas hacia el shooter mas clásico con respecto a los dos primeros Bioshock, se han eliminado completamente los "minijuegos" que tenían estos títulos, así como los enfrentamientos cerrados contra un solo gran enemigo y las decisiones morales relacionadas con las Little Sisters, entre otras pequeñas cosas.

Se mantienen los plásmidos, ahora llamados vigorizadores, el dinero, las máquinas expendedoras... Se añaden otras como las ganzúas para abrir puertas (a través de nuestra compañera), los combates sobre raíles, posibilidad de equiparte con ciertas mejoras, y la posibilidad de "invocar" ciertas ayudas desde otras dimensiones (también gracias a Eli), aunque siempre de manera predeterminada por el escenario. También la exploración sigue estando bastante presente durante la aventura, el juego es un raíl pero los escenarios tienen los suficientes recovecos y escondites como para esconder un buen puñado de premios. Así que si quieres empaparte bien de toda la historia del juego, que querrás, deberás encontrar el mayor número posible de las grabaciones que, al igual que en los primeros juegos, nos narran de manera excelente los acontecimientos que preceden a nuestra llegada.
Aunque sin duda lo mas llamativo con respecto a los anteriores títulos es que dejamos de lado la soledad para ir casi toda la aventura con una compañera. Elisabeth es sobretodo un recurso argumental, las pequeñas cosas como abrir cerraduras  y desgarros para invocar ayudas parecen mas un pretexto para tenerla toda la aventura detrás que un objetivo en si. Además durante los combates no molestará, se cuida bien ella solita e incluso a veces te busca munición u otros objetos para ayudarte. Esto la convierte en una compañía bastante agradable durante todo el juego, no cansa, tiene una personalidad atractiva y no ralentiza la acción en ningún momento. Pero como ya he dicho sobretodo tenerla cerca es por exigencias del guión y no por ningún tipo de innovación jugable.

Así escrito pinta todo muy bien, y en realidad está muy bien, pero en honor a la verdad he de decir que me he divertido menos con este Bioshock que con los dos anteriores. No sabría decir bien por que, el caso es que en los anteriores me divertía con los plásmidos, los usaba todos, los iba variando para matar de maneras distintas e imaginativas... Infinite no invita a ello. Me he pasado todo el juego usando el vigorizador eléctrico, los otros los he probado, he visto los efectos, los he mejorado... pero a la hora de la verdad este me parecía el mas útil y apenas encontraba motivos para usar los otros (quizás algún charco de aceite por ahí perdido). Las armas si las he ido variando mas, pero francamente sobre todo he usado la recortada, la ametralladora y el fusil francotirador... muchas de ellas ni he tenido la necesidad ni el impulso de usarlas. ¿Es esto necesariamente malo? no, pero si es algo decepcionante a mi parecer, quizás haya sido un problema únicamente mio y el resto si haya "experimentado" mas durante el juego y se haya divertido haciéndolo, pero yo no.
Esto no quiere decir que no me haya divertido con el juego, lo he hecho, pero de un modo mas sencillo que con los dos anteriores. Como cuando hace años cogía el Doom 2 y me decía "voy a intentar pasármelo usando solo la recortada de dos cañones" y a enchufar enemigos, es otro tipo de diversión, que no es la que esperaba de este juego. Pero siempre me harto de decir que hay que juzgar a los juegos por lo que son y no por lo que queremos que sean y Bioshock Infinite es un shoter divertido, interesante, con una estética que se sale mucho de lo normal, una ambientación fabulosa (aunque Columbia no es Rapture ni de coña) y que toca, aunque de manera muy superficial, temas como los conflictos sociales y el racismo. Y además el juego tiene un elemento que le hace realmente especial, difícil de olvidar y que te dejará en estado de shock, nunca mejor dicho, cuando llegues al final, su historia.

Y es que se me hace muy difícil de explicar el grado de impacto que han logrando en mi con el desenlace de la historia de este juego. Durante toda la partida el argumento va "in crescendo" interesándote mas y mas, soltándote pequeñas pistas y nuevas informaciones, sobre ti, sobre Elisabeth y sobre el villano "El Profeta". Cada vez tienes mas elementos por encajar, cada vez tu cabeza da mas vueltas, cada vez todo es mas sospechosos y a la vez familiar... cada vez tienes mas curiosidad por saber como narices puede acabar todo esto... hasta que lo hace. Todas las incógnitas que te plantea el juego, todas de la mas pequeña hasta la mas grande, son resueltas. Todos los pequeños detalles y todos los personajes importantes encajan a la perfección en el engranaje de la historia de Bioshock Infinite. Hasta llegar al climax en una secuencia final que te tendrá con la piel de gallina desde el principio hasta el final de la misma, simplemente impactante e inolvidable.
Decía Galious en su análisis del juego en El Pixel Ilustre que Bioshock Infinite merecería la pena aunque solo fueran un montón de QTE enlazados. No se si tanto, pero desde luego estoy de acuerdo en que la historia de este juego merece ser conocida por todo el mundo y que justifica por si misma el tiempo que "pierdes" delante del juego. Para mi no es que sea un paso adelante en la industria ni nada de eso, se trata de que es simplemente redondo, no es que cuente las cosas de manera distinta, no me parece que invente ningún tipo de narrativa especial, no se trata de eso. Se trata de que es simplemente una historia fascinante, edulcorada de manera tímida por pequeñas subtramas (lo ya mencionado de los problemas sociales y el racismo) pero que conjuga con maestría un tema tan interesante desde el punto de vista científico como las distintas dimensiones y el espacio tiempo. "¿Por que preguntas como, si la pregunta interesante es cuando?".

No es lo importante pero no sería justo no hacer ni una sola mención al impresionante trabajo artístico, visual y sonoro de la que hace gala Bioshock Infinite. Simplemente es el shooter mas bonito que he jugado nunca, la paleta colores son mas cercanos al de Super Mario Sunshine que al de cualquier juego de tiros de los que solemos tragarnos. Esto demuestra que se puede hacer un gran juego de acción, con una gran ambientación sin necesidad de ceñirnos al foto realismo ni a los colores grises y marrones, se agradece muchísimo. Además si Rapture obtenía su encanto de ser una ciudad tétrica, decadente e incluso "zombi" Columbia está viva, niños jugando, gente paseando, ferias, trabajadores, comercios, bares... esto la da su propia personalidad y ayuda a crear ese conjunto tan llamativo del que hace gala.
No soy muy de resaltar efectos gráficos puramente técnicos pero detalles como la sensación de velocidad al combatir sobre raíles mientras disparas a lo loco a decenas de enemigos me han dejado bastante impresionado. También  impresionan la violencia de algunas acciones, como las muertes cuerpo a cuerpo, o la belleza de otras, la "playa aérea" es un lugar digno de visitar con la imaginación. En general el juego vive en un continuo contraste entre la belleza del escenario y la crudeza de lo que ocurre en el. Repito que para mi Columbia no es tan impresionante ni tiene el carisma (si, CARISMA) de Rapture, pero sin lugar a dudas es una de las localizaciones mas bellas que podréis visitar jugando a un videojuego.

En definitiva, si sois buenas personas os merecéis jugar a Bioshock Infinite, quizás no es el mejor shooter en el apartado jugable de la historia pero... tenéis que jugarlo. A pesar de no ser tan brillante como la aventura submarina que le precede os va a ofrecer sensaciones que muy pocos títulos os pueden ofrecer. No debéis perdéroslo.
NOTA: 8.5
@FastETC