Un rectangular juego de rol
De manos del estudio Zeth y bajo el sello de Assemble Entertaiment, he podido disfrutar de una pequeña perla indie que nos acerca a una de las experiencias de acción rolera más particulares de los últimos meses.
Un juego que bajo el nombre de Bound by Blades, ha sabido sacar partido de unas mecánicas sencillas y adictivas, que dan mucho más juego del que pueda parecer a primera vista. Así que si queréis un poco de mundos de fantasías, jefazos uno tras otro, y una experiencia diferentes, quedaros por estas lineas porque puede que esta obra os interese.
Bound by Blades, es uno de esos juegos que sabe y nos da lo que queremos sin demasiados remilgos. Todo ello con las ideas claras centradas un concepto principal respecto al que gira todo su universo y sus mecánicas. Y es que las nociones básicas de este son concisas... batallas y batallas contra jefes, con el afán de ser mejores, para superar a otros jefes. Todo ello bajo un hilo narrativo, un esquemático mundo con el que convivir y morir, y esa obsesión rolera de ser cada vez más y más fuerte.
Una vez metidos en faena, toca elegir entre tres personajes que nos aporta el juego. Cada uno de ellos con sus características y potenciales. Con leves posibilidades de personalización estética y de equipos. Y que en cualquier momento podremos variar según nos plazca.
Por lo que respecta al sistema de batallas, este es muy interesante y divertido. El cual nos pone sobre en un rectángulo, por el que podremos movernos por sus lineas hasta llegar a sus ejes. Sitio donde fijaremos nuestra posición de ataque o de defensa para poder atacar al jefe o alguno de sus secuaces. Unos jefes que se colocaran en el centro del rectángulo, y que posee cantidad y variadas posibilidades a las que tendremos que adaptarnos, saber medir, y tomar ciertas estrategias, para acabar con ellos.
Por lo que respecta al control, este nos lleva a posibilidades de ataques simples y concentrados, a esquivas, y bloqueos, y a la recuperación de energía mediante pociones. Teniendo una movilidad en cuatro direcciones, que necesita en todo momento de atención y concentración, tanto a nivel de ataques enemigos, como respecto a el apuntado y fijación en el ataque. Manteniéndonos todo el tiempo en movimiento, y teniendo que predecir ciertos ataques o efectos que se sucedan por el escenario. Eso sí, el control pese a ser bueno, me da la sensación en todo momento de que posee un mal mapeado de botones. Y aunque existe la posibilidad de redefinir, la verdad hay algo que no termina de encajar. Además en muchos casos el sistema de impacto no termina de encajar correctamente todos los golpes, y no sabremos muchas veces si hemos bloqueado o esquivado si no fuera porque nos baja la barra de energía.
Por lo que se refiere a la parte rolera. Esta nos lleva a nexos centrales en forma de un poblado. En los que nos encontramos con varios habitantes que nos aportan narrativa y nos aportan ayudas. Donde oficios como el herrero, el encantador, y zonas boscosas llenas de recursos, se irán relacionando a la hora de mejorar nuestros equipo, conseguir nuevas armas y armaduras, mascotas que nos acompañan, o incluir potenciadores. Y donde un sistema de experiencia nos irá haciendo evolucionar y subiendo de nivel a nuestros personajes.
Para terminar con esta parte jugable, deciros que el juego es especialmente corto, ya que con solo diez jefes puede que sepa a poco. Solo aumentando el contenido cuando estos se pasan a modo extremo de dificultad. Pero será cuestión de repetir y repetir, y potenciar y potenciar... así que puede terminar por cansar. Eso sí, la cosa varia si optamos por jugar junto a un amigo. Consiguiendo partidas mucho más divertidas aún, y posibilidades de acabar con enemigos más y más potentes si sabemos coordinarnos. Destacando esa curiosa Torre, que nos llenará de recompensas y de un modo resistencia bastante duro de roer.
No puedo dejar de hablaros de la narrativa y el contexto que posee el juego. Y es que sinceramente se ha puesto mucho impetud en escribir y en dar sentido a un mundo bastante particular, a la vez que común dentro de la fantasía épica. Donde la guerra entre varias tribus desencadena una serie de hechos que potenciaba a los héroes, pero por desgracia, a la misma vez los maldecía convirtiéndolos en monstruos. Cosa que poco a poco fue poniendo en jaque el mundo de Ashmy y sus habitantes. Pero gracias a la forja de nuevas alianzas, la creación de una orden, y unos chicos que llevan toda su vida entrenándose para ello, el mundo quiere retomar el camino que un día perdió.
Sinceramente sorprende que se haya puesto tanto voluntad en ello. Siendo una historia que te entra. Unos personajes que saben acercarse a ti por su curioso guion. Y una simpleza narrativa que engancha gracias a que te deja muy claro desde el inicio el camino, el objetivo, y el fin.