Soberbia experiencia sectaria
Cómo ya tenemos metido en nuestra mente, especialmente porque los datos lo corroboran, el que cada vez que aparece un nuevo juego bajo el sello de Devolver Digital hay algo especial en el. Demostrando siempre el buen ojo que tienen a la hora de hacerse con proyecto diferentes, llenos de personalidad y cuidados en todos los sentidos.
Por ello, y como adorador del sello que soy, no me quedaba otra que volver a caer rendido antes sus pies, bajo esta sectaria satánica experiencia que, bajo el trabajo del estudio Massive Monster, ha sabido conectar y absorberme el cerebro con este curioso Cult of the lamb, su universo de sectas, satanismos, fieles.... y granjas... ¿Qué locura más se puede pedir?. Pues que sea tan genial como os cuento.
ADORADOR DE LA ACCIÓN Y LA GESTIÓNToca entrar a formar parte de la secta más divertida y entretenida que me he llevado a mis ojos desde hace mucho tiempo. Y es que Cult of lamb ha sabido mezclar de una forma maravillosa dos conceptos que no siempre salen y casan tan bien como lo han conseguido aquí. Estos son; la acción más desenfrenada y la gestión más agradable. Todo ello bajo una muy bien planteada conciencia narrativa. Que se entrelazan, se unen en un solo bloque, y consiguen fusionarse con mucho sentido, bajo una experiencia muy bien ajustada para que todo dependa e influya en todo. Por lo que tendremos que ser conscientes de que llevar mal una de las partes nos puede suponer la perdida de adeptos.
Ya entrando en el camino que nos marca nuestro culto. Lo primero que quiero tratar, es la parte centrada en la gestión de nuestra secta. Y es que tras su creación, nos encontraremos variadas formas de hacer que nuestro campamento sectario sea agradable para nuestro culto. Encontrando tareas que poco a poco iremos automatizando. Y que con ellas nos encontraremos con una gran cantidad de mejoras de habilidades y potenciales, y ante todo, una mejor convivencia con nuestro grupo. Al cual le podremos dar su carácter, personalización, y en general, nuestra perspectiva para adaptarlos a las diferentes funciones que estos tengan. Todo ello gracias a un sistema de gestión fácil. Con unos menús claros. Y aunque puede que nos topemos con ciertos problemas de la IA de nuestros adeptos, por el reto será seguir lo que se nos va explicando con mucha sencillez.
La parte de la acción, es el otro gran pilar del juego. Un sistema muy ágil y asequible para todo seguidor de los roguelite y de los juegos de acción en perspectiva. En el que me he encontrado con una interesante mezcla entre combate cuerpo a cuerpo y posibilidades especiales, que nos llevan a disfrutar de muy interesantes combates contra un gran número de variados enemigos y grandes jefes. Y donde el entender los tempos, concebir bien las esquivas, y el entender las mecánicas de estos seres, será de necesidad para salir adelante en cada mazmorra generada. Eso sí teniendo que sopesar algunos problemas de precisión en el golpeo que no terminan de funcionar. Todo ello bajo un mapeado aleatorio con un buenos diseños, unas interesantes motivaciones para su exploración a base de nuevos objetos y sectarios que hagan crecer nuestro grupo.
En definitiva, y como ya os digo en párrafos anteriores, una más que obligatoria coexistencia entre ambas partes. Que terminan por crear una estructura firme, muy divertida, sin ningún tipo de fisura, y que motiva en las dos direcciones de forma igual de adictivas.
Como es de esperar, no nos encontramos ante un juego que sea un paseo, como buen roguelite. Pero ya os digo que tampoco nos quiere amargar la vida en su parte de acción. Por lo que sabe medirse y saber repuntar su dificultad de forma inteligente en sus más de veinte horas que nos puede llegar a durar. Que terminan por ser tremendamente divertidas, gracias especialmente tener una constante motivación y aprendizaje que no para de sorprendernos.
La parte narrativa, es igual de particular que el resto del juego. Destacando el buen trabajo de guion, personalidad y adaptación de los diálogos, que crean desde situaciones dramáticas a momentos realmente cómicos. Siempre sin salirse de esa concepción satírica que tiene del mundo de las sectas. Y donde nuestro borreguil protagonista carga con todo el peso de una base argumental donde un sacrificio, una posesión y el camino del satanismo se unen bajo una alocada historia.