Assassin's Creed Chronicles: China ya está disponible. El primero de los tres juegos en 2.5D (India y Rusia serán los siguientes) ofrece una jugabilidad diferente pero que presenta elementos clásicos de la saga. Toma el control de Shao Jun para vivir su historia de venganza y empieza a explorar el continente asiático con un título que no dejará indiferente a nadie. Assassin’s Creed Chronicles: China tiene lugar a comienzos del siglo XV con el país oriental dominado por la Dinastía Ming aunque en realidad es una fachada ya que son los Tigres (un grupo de eunucos corruptos) los que controlan verdaderamente el poder. Esta facción es en realidad Templarios que tales son sus recursos en China que han conseguido arrasar a la Hermandad de Asesinos.
El jugador pasará a controlar a Shao Jun, la segunda Asesina protagonista de un videojuego de la saga –la primera fue Aveline en Assassin’s Creed III: Liberation-. La Asesina regresa a China después de haber estado con Ezio Auditore (ver el corto Assassin’s Creed: Embers) aprendiendo y formándose para comenzar su venganza contra los Tigres y los templarios.
Sigilosos en el imperio del sol naciente
La clave de Assassin’s Creed Chronicles: China para sobrevivir en el entorno de 2.5 dimensiones es el sigilo, de hecho será fundamental para avanzar. En esta ocasión el juego está diseñado para que sea un suicidio ir a un enfrentamiento abierto ya que la mayoría de las zonas que se visitan tienen enemigos ocultos que salen en cuanto detecta un guardia a Shao Jun. Los rivales rodean a la Asesina y es bastante complicado poder escapar.
La opción más sensata es la del sigilo. Los enemigos tendrán un cono que representa su campo de visión. Si esta gris muestra que todo va bien, si es amarillo es que han visto a Shao Jun e irán a investigar la última zona en la que fue vista mientras que si se vuelve rojo se entrará en fase de alerta y habrá que luchar o esconderse hasta que la cosa se tranquilice.
Shao Jun podrá ocultarse en zonas clásicas como detrás de puertas donde estará a oscuras, agarrándose al techo, detrás de plantas o biombos. El problema es que si se mueve estando detrás de estos elementos como las plantas, éstas se moverán y llamarán la atención de los guardias. De hecho el escenario puede jugar una mala pasada ya que el suelo mojado al correr sobre él hará que el sonido desvele su posición y otros elementos como perros y pájaros enjaulados harán que se pongan a ladrar y alertar a los enemigos.
El parkour seguirá siendo piedra angular para desplazarse y Shao deberá de escalar barras y paredes, saltar de un lugar a otro o pasar de pasarelas usando su gancho con cuerda para poder avanzar por los escenarios.
De hecho hay secuencias en las que el sigilo se deja a un lado y hay que correr todo el rato ya sea para escapar de un incendio y la destrucción del escenario por lo que dominar el parkour es fundamental.
Así pues, la mecánica de juego es muy sencilla: tener que ir de un punto a otro sin la libertad de movimientos vista en otros juegos de la saga mientras se van sorteando a los enemigos o luchando contra ellos. La presencia de puzzles es escasa y el único contenido adicional al margen de los objetivos de la historia son las misiones secundarias de acabar con escoltas templarías o esclavistas y recopilar los clásicos fragmentos del Ánimus y los pergaminos que cuentan la historia de Shao Jun.
Armamento clásico
Assassin's Creed Chronicles: China tiene muchos elementos clásicos de la saga. Al margen de los coleccionables -fragmentos del Ánimus y pergaminos- estarán presentes los saltos de fe para sincronizarse con todo el mapa y poder ver donde están los objetivos y municiones así como la Vista de Águila para saber la ruta que hacen los enemigos y ocultarse dentro de grupos de personas para pasar de desapercibida.
Pero sin duda lo más clásico será el armamento que Shao Jun lleve. Atrás han quedado los mosquetes, arcos, ballestas y otras armas de fuego, en esta ocasión la Asesina llevará aparte de una katana cuchillos arrojadizos, bombas para aturdir a los enemigos y cuchillos sonoros para atraerlos a determinados lugares y despejar caminos así como la habilidad de silbar para similar fin. La capacidad de munición que lleve Shao ampliará conforme cumpla misiones secundarias.
Los enemigos son variados y se podrá hallar desde espadachines hasta lanceros, soldados con escudos y tiradores. Eso sí, la inteligencia artificial de los enemigos no es de la mejor de la saga.
Los escenarios que se verán en las cuatro horas que dura el juego serán variados y típicos de la cultura china: mercados, palacios imperiales, puertos y grutas. Independientemente de si está en lugares interiores o al aire libre la mecánica de juego es la misma, ir de un punto a otro sorteando enemigos.
Para finalizar Assassin's Creed Chronicles: China tiene cinemáticas pero son imágenes estáticas que van cambiando y llegan en idioma original aunque con subtítulos en castellano.
Al terminar el juego se desbloqueará el modo Plus que duplicará la puntuación que se obtenga al finalizar cada secuencia y valdrá para desbloquear habilidades como moverse más rápido o hacer otras acciones con mayor agilidad. Además se tendrá acceso al Asesinato Helix, poder acabar con enemigos de un solo golpe siempre que se tenga la barra de helio llena.
Conclusiones
La primera entrega de Assassin's Creed Chronicles ofrece una mecánica de juego alejada a la que el jugador puede estar acostumbrado por otros títulos de la saga y que puede parecer simple aunque superar los niveles sin que el enemigo nos localice se convertirá en un reto considerable. China presenta la historia de Shao Jun, discípula del 'inmortal' Ezio Auditore, en una historia de venganza que resulta parecida a la vista en los primeros juegos pero más simple. Se echa en falta la exploración de los escenarios y para muchos puede parecer monótono pero no es para descartar la adquisición del juego si se quiere probar un Assassin's Creed diferente.
Ahora toca ver qué nos deparará en India y en Rusia.
Puntuación: 7