Las bolsas se repusieron el viernes recuperando lo perdido en la jornada del jueves tras la decepción del retraso de la puesta en marcha de nuevos estímulos monetarios mediante compra masiva de deuda por parte del BCE. ¿Y qué pasó para que no continuasen los recortes? Pues que los inversores ven como muy probable que la decepción del BCE no sea más que un retraso hasta el mes de enero de dichas medidas. Incluso cierto sector alemán apoyan la medida. Meses atrás una decepción del Draghi acompañada de un recorte de la calificación crediticia de un país de peso dentro de Europa (standard and poor’s rebajó el viernes la calificación de Italia de BBB a BBB- a un solo paso del bono basura) y una bajada de expectativas en China hubiesen supuesto un considerable recorte de los mercados. Y todo sea porque nadie quiere quedarse fuera de una posible fiesta bursátil a principios del año que viene ante los nuevos estímulos monetarios, o porque se quiere aprovechar un último tirón de los índices ante el siempre ansiado rally de final de año, lo cierto es que los mercados no aflojan. Los inversores prefieren aguatar y mantener posiciones y no vender y quedarse fuera del mercado.
El DAX conquistó el viernes un máximo histórico en los 10.087 puntos y el IBEX avanzó un 1,21% en la semana. Y sino baja la bolsa pues toca consolidar niveles en torno a los 10.800 del Ibex para acometer la escalada a los 11.200 puntos que seguimos considerando el objetivo más cercano. No se pueden descartar recortes puntuales que sirvan de entrada a nuevos inversores.
El petróleo ha perdido los 67 dólares y algunas casas como Morgan Stanley y JP Morgan ya se atreven a pronosticar un barril a 43 dólares.
Valores como Telefónica e Iberdrola siguen imparables. Esta semana sumamos a nuestras apuestas a Mapfre, objetivo los 3,25 euros.