Análisis de Born of Bread

Publicado el 04 diciembre 2023 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Una preciosa y panificada aventura

Finalmente ya está con nosotros la mágica y deliciosa aventura de Born of Bread. Un juego muy esperado por mi parte, como ya os hice saber en su avance en su día, y que ya he tenido el privilegio de explorar en su versión final.

Desarrollado por el estudio WildArts. Esta preciosa aventura que nos transporta a un universo repleto de encanto, curiosas criaturas y, por supuesto, un panificado protagonista.

Un juego de esos que son difíciles de definir por su variedad de conceptos. Pero que rezuma encanto en cada rincón, diálogo, y situación que nos rodea. Y que sin ser un deleite jugable, se plantea de una forma tan bella y mágica, a la cual es imposible resistirse a formar parte de su experiencia como os voy a contar en las siguientes líneas.

Born of Bread, nos acerca a un mundo único. Donde encontrarnos desde arqueólogos liberando demonios adolescentes hasta panaderos experimentando con la vida misma, este es capaz de desatar una narrativa única y humorística. Todo ello unido a una combinación de elementos roleros, batallas por turnos e interactividad, bajo un universo encantador que crea una experiencia única.

Una experiencia que tiene como principal virtud la capacidad de fusionar la magia de la narrativa con una jugabilidad variada, sencilla y ágil. Creando una aventura que se erige como una experiencia que va más allá de lo convencional. En una aventura que puede durar una veintena de horas. Donde la dificultad pasa bastante desapercibida. Y en la que el peso narrativo está perfectamente planteado sobre una serie de personajes y situaciones que no para de sacarte la sonrisa.

Una trama, que como ya os digo es el pilar fundamental, y que me parece perfecta e intrincadamente tejida. Que se despliega cuando arqueólogos desatan inadvertidamente a un grupo de demonios adolescentes en su búsqueda de una gema mágica. Un evento coincidente en el tiempo, y que se entrelaza con la curiosidad de un panadero del reino que, experimentando con su oficio, dando vida a un joven hecho de pan. Y que casualidades de la vida, nos lleva al encuentro entre estos seres, la reina y nuestros protagonistas, para terminar por desencadenar una injusta expulsión del reino, y con ello el comienzo de una odisea tan divertida como singular.

El enfoque narrativo se combina perfectamente con momentos de exploración, misiones dinámicas, entre primarias y secundarias, y combates estratégicos por turnos. Viendo como cada elemento se entreteje para construir un universo atractivo y lleno de desafíos. Destacando esa exploración, que es de vital importancia para el progreso, y que se plantea bajo un mapeado abierto, que poco a poco iremos desbloqueando.

Eso sí, tengo que entrar en este momento con uno de sus puntos oscuros, ya que van unidos con la exploración. Ya que pese a que sus entornos son ricos y detallados. Creando una fusión de dos y tres dimensiones visual única. Estos lastran mucho al manejo y deambular por ellos. Ya que muchas veces pueden generar cierta desorientación al no clarificar completamente las interacciones con objetos, caminos a seguir o plataformas donde encaramarse. Por lo que la exploración se puede volver confusa y muy imprecisa.

Pese a lo que os comento, su sistema de control es claro e intuitivo. La interfaz muy bien diseñada en forma de libro. La cual nos otorga gran cantidad de posibilidades de personalización como de navegación por diferentes opciones del juego. Aunque también es cierto que algo más de fluidez y accesibilidad no le hubiese venido mal para hacerla más envolvente y cómoda.

Entrando en los combates. Estos se plantean por turnos. Y forman el eje central de la experiencia, con ese toque que ofrecen de dinamismo y agilidad. Donde elementos interactivos, como pulsar botones y mover sticks, añaden capas estratégicas al juego. Premiando nuestra atención y coordinación ante respuestas rápidas y precisas. Con mención especial a los ingeniosos diseño y actitudes de los enemigos, y la gestión de materiales y productos.

El desarrollo de la aventura presenta un ritmo fluido. Impulsado por la tendencia rolera que influyen en cada personaje. Planteándose en casa uno de ellos; cualidades únicas, habilidades especiales, y un cuadriculado proceso de equipación, que contribuyen a la sensación de evolución constante. Eso sí, aunque la sencillez en la gestión de habilidades no sacrifica la profundidad, se percibe una necesidad de nivelación en la dificultad, como ya os he comentado.

Born of Bread no es simplemente un juego; es un viaje. Es un banquete para los sentidos, que sabe mezclar de forma notoria la narrativa y la jugabilidad. Y es que cada elemento, desde la historia ingeniosa hasta la mecánica de juego, sencillas pero muy agradables, contribuyen a una experiencia de lo más agradecida y amena, bajo un universo deliciosamente peculiar.

Conclusión

Born of Bread es una experiencia notoria y realmente bella. Un juego lleno de personalidad, de detalles y de un gran número de momentos narrativos que lo hacen único. Todo ello se fusiona con simpleza y maestría en partes roleras, combates por turnos muy dinámicos, y unos momentos de exploración que no paran de sorprenderte.

En definitiva, Born of Bread es una obra que se destaca por cantidad de factores tanto audiovisuales como jugables que incorpora. Y aunque no es un juego que destaque por su complejidad mecánica, sabe desenvolverse realmente bien en todo lo que hace dentro de su margen de actuación. Una divertida joya en el vasto mundo de los videojuegos indie, que llega sin complejos y con encanto, y que brilla ante todo por su poder narrativo y personajes entrañables.