Que bien pinta esta brutalidad
Esto es un no parar de juegos del género metroidvanias. Y lo mejor de todo, es que es un no parar de juegazos. Por ello no me he podido resistir a traeros este Cookie Cutter, y su maravillosa violencia. Un juego que desarrollado, por el estudio Subcult Joint LTD. Un metroidvania de manual lleno de acción, violencia y unas ganas maravillosas por hacer que todo se vaya de madre.
Un juego que más allá de sus mecánicas bebe de un apartado artístico brutal. Haciendo que el juego entre por los ojos, en una aventura que no quiero que dejéis pasar tras leer esta reseña.
Por lo que respecta a la parte narrativa. Este nos propone una aventura que nos planta en un futuro bastante anormal. Donde una gran estructura y una materia que no deja de expandirse, será aprovechada por un explorador que por sus ansias de poder consigue crear un robot prácticamente inmortal, y dominar todo desde una dorada torre.
Una trama que nos va a traer traidores, venganzas, un ser que se cree un dios, y mucha violencia, que nos lleva a una narrativa gamberra, dura, y sin ningún tipo de censura o miedo al qué dirán. Y aunque no profundiza todo lo que me hubiera gustado por lo bien montado del mundo, y lo original y caótica que puede llegar a ser por momentos.
Como ya os digo Cookie Cut, pone sobre el terreno un metroidvania muy bien acabado y completo bajo todos esos factores clásicos del género, como las plataforma, la acción, el retornar a zonas que ante no podíamos alcanzar, y ese cúmulo de habilidades que cada vez nos ira haciendo mas poderoso.
Pero si hay algo por lo que destaca es por su sistema de combate. Un modelo de lucha que se centra en el cuerpo a cuerpo. Un estilo realmente dinámico, que sabe mezclar de forma magistral potentes zonas de combates acotadas y combinaciones de todo tipo. Donde tendremos que dar lo mejor de nosotros y nuestra violencia.
Un sistema de combate que responde a la perfección a nuestros mandos. Y en el que tengo que destacar la posibilidad de inclusión de un buen arsenal de locas armas que hacer destrozos a todo el que se nos acerque. Y donde un sencillo pero eficiente sistema de combate donde combos, especiales, bloqueos y esquivas se mezclan para hacer de estos unos ágiles y caóticos momentos de combate, que dan mucho de sí ante las variadas situaciones que nos encontraremos. Eso sí, y como ya os he dejado caer, los momentos de caos y desorden van a estar presente entre tanto enemigo y efecto en pantalla, así que paciencia a la hora de salir indemne en algún momento.
No puedo dejar de destacar dos puntos. Por un lado, un sistema de ejecuciones bastante espectacular y sangriento, que nos motiva a jugar bien, especialmente cuando nos la vemos con grandes jefes. Y por otro, la utilización del entorno a nuestro favor y hacer con el bastante daño.
Respecto al diseño de mapeado, este es bastante sólido y extenso. El cual se encuentra bien diferenciado por zonas y biomas, que nos obligan a adaptarnos a sus particularidades. Donde el plataformeo y la implementación de cantidad de trampas, nos van a hacer estar atentos a cada mortal rincón. Y que como es normal dentro del género, iremos abriendo a medida de que adquiramos habilidades y objetos. Siendo realmente agradecidos de explorar, y encontrar en este, secretos y misiones extras.
Como es de esperar, el juego introduce gran cantidad de elementos consumibles y de progresión. Donde un sistema monetario nos permite equipar con nuevos elementos a nuestra protagonista. Y que se ven acompañados por un sistema de elementos energéticos, que nos permite acoplar ciertos modificadores para dar rienda suelta a nuevos potenciales de Cherry. Llevándonos a conocer los puntos de control y nexos donde no solo personalizamos a nuestra prota, sino que además nos encontramos con las opciones de teletrasporte.
Eso sí, si hay algo especialmente destacable dentro de esta personalización, y esencial en este tipo de juegos, es el sistema de habilidade s. En la que la adquisición de elementos por el escenario, nos permite incorporar esas nuevas cualidades, que ya os nombré como base principal para llegar a nuevas áreas del mapeado. Y que aportan desde variadas movilidades, cualidades atacantes o defensivas, y nuevas formas de interactuar con el entorno.
En definitiva, y para ir terminando con este apartado jugable. Cookie Cutter, me ha parecido un juego que posee una muy bien medida dificultad. Que no agobia, pero tampoco es un paseo. Dando más de una docena de horas llenas de violencia y exploración que se disfrutan muchísimo.
Conclusión
Cerrando ya con este análisis de Cookie Cutter. Quiero reivindicar con todas mis fuerzas este juego. Uno de esos metroidvanias que tienen una personalidad única. De esos que su violencia y su caótica forma de jugar le sienta como anillo al dedo. Y que es capaz de adaptar todas unas mecánicas, más que trilladas, a sus conceptos más puros y básicos dentro de su universo.
Un juego que claramente se apoya en su estética. En una narrativa y un mundo lleno de carisma y potencial violencia. En unas bases jugables que nada tiene que envidiar a los más grandes del género. Llevándolo a ser una de las grandes sorpresas dentro de un género que no nos da ni una sola semana de tranquilidad entre joya y joya.