Análisis de Gris (Nintendo Switch)

Publicado el 04 enero 2019 por Williamcadiz @ParedDigital

Analizamos el videojuego independiente ‘made in Spain’ para Nintendo Switch y PC más exitoso de 2018 y cuyo apartado visual y sonoro ponen sobre la palestra el hecho de considerar el ocio interactivo como una forma de arte.
Este análisis podría empezar hablando de los desarrolladores independientes de videojuegos, de mecánicas de juego, de búsqueda de coleccionables o su historia. Sin embargo eso no sería hacerle justicia a un título cuyos elementos principales -la imagen y la música- hacen que brille con luz propia y hacen de Gris un grito para definir al ocio interactivo como un tipo de expresión artística.
Narrativamente hablando, este videojuego desarrollado por Nomada Studio sigue la pauta de otros juegos como Journey, de Ubisoft, donde la historia queda en un segundo plano. De hecho argumentalmente solamente tenemos la certeza de que la protagonista se despierta para descubrir que ha perdido su voz. A raíz de ello se embarca en un viaje por un mundo del que el jugador no sabe nada y donde no hay una sola línea de diálogo. Queda en la mente del individuo interpretar los acontecimientos que está viviendo.

Da la sensación de que para crear un juego similar a una obra de arte haya que prescindir del componente narrativo. De esta forma el pilar que sujete el proyecto debe de recaer en otro aspecto del juego. En el caso de Gris lo hace tanto en el apartado visual como en el sonoro.
Gris es belleza en estado puro y parece que se está en todo momento viendo un cuadro que se mueve. La delicadeza del pintor queda plasmada en la delicadeza de los movimientos de su protagonista a lo largo de un mundo de ensueño, completamente desconocido pero que hace las delicias del que lo recorre. Los colores usados en su justa medida son un elemento de gran importancia no solo visualmente sino por tener el honor de ser el hilo conductor en el juego y provocar el avance en la historia.
En la sencillez está la clave del éxito de Gris. Acostumbrados a entornos cargados de elementos con los que interactuar o multitud de tareas que realizar, Nomada Studio propone justamente lo contrario: estar prácticamente solos viajando a un destino incierto y desconocido y con situaciones en las que para avanzar apenas se requiere esfuerzo ni dar muchas vueltas al escenario. Sobre todo porque Gris es un juego muy intuitivo y en el momento que el personaje adquiera las diversas habilidades disponibles la solución aparece por arte de magia ante nuestros ojos. Porque este juego es simplemente magia visual pero también sonora.

La belleza de Gris no radica solamente en la imagen sino también en los sonidos. A veces es recomendable dejar de mover los controles, cerrar los ojos y oir la melodía presente a lo largo de toda la aventura. Melodías calmadas en las situaciones más relajadas se mezclan con sonidos más intensos de los momentos propios de acción, usadas ambas a la perfección y en su justa medida. Ningún pero hay que añadir en este punto, un aspecto de los videojuegos tan poco valorado y eclipsado por otros propios del ocio interactivo como las mecánicas o la propia historia. Afortunadamente con Gris no ocurre esto, siendo una reivindicación a favor de darle a la música la importancia que le corresponde dentro del universo de los videojuegos.
Quizás sus cuatro horas de duración puedan saber a poco pero no es de extrañar que al término de la historia se tengan las ganas de volver a jugarlo, no solamente para cumplir los retos que se proponen sino para volver a maravillarse con esta obra de arte. De obtener nuevas sensaciones, de llegar a una conclusión sobre el final de la historia y, si se tiene alguna teoría, comprobar si dicha hipótesis es válida o hay que reformularla. Para finalizar a continuación ofrezco mi punto de vista sobre los hechos que se viven en este videojuego. Al ser una visión personal y subjetiva no es una verdad absoluta. Es lo que tiene el arte. 
Interpretación personal
Gris es un videojuego en donde la protagonista que el usuario controla es la personificación de la esperanza. Es el viaje de este sentimiento desde la más absoluta desesperación hasta alcanzar la alegría o al menos superar la situación negativa que vive la persona dentro de cuya cabeza nos encontramos.

Sí, todo ocurre dentro de la mente de una mujer. Cuando el personaje despierta y se da cuenta de que no puede hablar, el hecho de haber perdido la voz es la representación del motivo que ha llevado al individuo a sumirse en la desesperación, la cual se muestra cuando todo cuanto está a su alrededor se desmorona. Otro elemento que justifica esta idea es el color, aspecto de gran importancia a lo largo del videojuego. La historia comienza en blanco y negro, colores relacionados con la tristeza. Conforme vamos avanzando en la aventura se desbloquean nuevos colores como el rojo, el azul o el verde. Es decir, se va superando la situación negativa de la que se partía y se le va dando color a nuestra vida, nunca mejor dicho, le damos ilusión y ganas de seguir peleando y viviendo quedando reflejado en el hecho de que en los tramos finales del juego los escenarios están sumamente coloridos.
La necesidad de recurrir a la esperanza implica necesariamente que haya que luchar contra algo de índole negativa, tener que hacer frente a un problema. En el caso de Gris, sin llegar a saber cual es el problema que aflige a la protagonista, éste queda reflejado en esa materia oscura que en determinadas ocasiones persigue al personaje que controlamos y que no duda en atormentarnos cuando parece que ya se ha superado cada una de las etapas en las que se divide la aventura. Dicho de otra forma, a pesar de la esperanza que se tiene por salir adelante, hay ocasiones en las que el motivo que nos hace sufrir surge para hacernos recordar por qué necesitamos de dicha esperanza. Esa lucha mental y de superación llega a su momento álgido cuando aparece en la pantalla la figura destrozada de la mujer y cuyos pedazos van uniéndose para recomponerse. La explicación de este momento es que, a pesar de todas las adversidades, la esperanza ha conseguido vencer a la desesperación para hacer que volvamos a estar como al principio. Ni siquiera la última aparición de esa materia oscura o sentimientos negativos, que parece que engulle al personaje consiguen vencer a la esperanza. 

Finalmente, la última escena con el personaje ascendiendo por un camino de estrellas puede parecer que es su muerte, sin embargo, la interpretación personal que produce es que, vencido el problema y habiendo ganado la esperanza la batalla, su cometido ya está cumplido por lo que su presencia ya no es necesaria. De hecho como demuestra el juego, la esperanza nunca muere, ¿o es que alguna vez el jugador llega a morir durante Gris?
El mensaje de este videojuego, y que como ya he indicado es una opinión personal, es que no importa cual dura sea la situación porque al final la esperanza es nuestra mejor aliada y siempre vence.

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