T odos sabemos que la televisión se encuentra en una larga meseta por lo tanto percibo este período oportuno para brindar mis juicios acerca de las escasas series que se emitieron y de las que se emiten en este tiempo seco y abúlico.
Primero voy a comenzar por la serie que concluyó semanas atrás, House MD. Su final fue paupérrima, al igual que toda la última temporada, advertimos un Arenque Rojo muy pobre, una amistad forzada e innecesaria, florecieron muertos que no dijeron nada y otros muertos vivos que no hicieron más que seguir dando su aporte apático a la serie. Realmente un final muy indigente que no quedará en el recuerdo de nadie. Floja y agria la despedida de Gregory House, mejor es verlo tocar el piano y cantar Blues.
Y ahora paso a dos series que se expresan por HBO, supuestamente el canal de la calidad y del buen gusto pero a mí me satisface denominarlo como el canal de la repetición constante en donde todos sus personajes se parecen sin importar en que series están. Una de las dos series es VEEP, un estreno 2012 que muestra como es ninguneada una vice presidente y nos lo hace creer ubicando así al televidente en un lugar mas que estúpido. Vamos, por favor señores de HBO ¿quienes creen que somos? Algo de política sabemos y si bien a muchos de los políticos no se le cae ni una idea la mayoría de lo mismo no son nenes de pecho, menos aun sus ayudantes y asesores que son quienes poseen el titulo. Así que basta con crear atmósferas falsas, poco creíbles que no divierten ya que carecen de toda realidad posible y el humor debe crearse dentro de la verdad para causar gracia. He dicho.
La segunda serie de HBO es Game of Thrones, esa serie que se destaca por su super producción y por la lentitud de su historia. Game of Thrones no arrancó todavía, no me digan lo contrario, poco se desarrollo en dos temporadas, poco se dijo, poco se hizo. Solo reparamos un par de golpes efectistas típico de adolescente que quiere hacerse ver. Puro acting out de una serie hacia el televidente. Chicos de HBO póngale nitro a la serie y quizás así pueda destacarla.
Y para terminar es el turno del drama Touch. Esa serie que tiene la obsesión de conectar vía wifi las acciones y sentimientos de las personas a través de un juego de números realizado por un chico autista. Si, una serie así tuvo éxito. No se ria lector avispado, siento sus carcajadas, pero si de algo aprendimos en este tiempo es que en la televisión pos moderna todo vale y hasta lo mas ridículo y repetitivo puede funcionar. Por ejemplo Touch con su sin sentido persistente y con la leve consistencia del proverbio chino hilo rojo como cimiento de la serie.