Análisis de una propuesta para cambiar la banca

Publicado el 16 febrero 2014 por José Luis Ferreira

El sector bancario tiene dos problemas. El primero, el pánico bancario. El segundo, el riesgo moral, que se puede resumir así: el banquero coge los dineros de los depositantes y los usa para una inversión. Si sale bien, puede devolver los depósitos y tener pingües beneficios. Si sale mal se declara en bancarrota y pierden los depositantes (o el fondo de garantía de depósitos o el Estado si el fondo no llega y sigue garantizando). Esta asimetría le puede llevar a hacer inversiones ruinosas desde el punto de vista social, pero lucrativas para el banquero. Pasó con las Savings & Loans de los 80 en EEUU, con la burbuja de las telecomunicaciones de final de los 90 o con la más reciente inmobiliaria. Aquí lo explico con más detalle.
Evitar o, por lo menos, minimizar este problema debe ser el principal objetivo de cualquier reforma del sistema financiero, y adelanto que será más bien minimizar porque la asimetría de información existirá siempre entre ahorradores e inversores. La pasada semana vino a la Universidad Antonio Quero, que nos presentó una propuesta en ese sentido.
La idea básica es que todos los depósitos bancarios se hagan en una Central de Depósitos, que se encargaría de prestar ese dinero a los bancos según criterios basados en índices de solvencia y riesgo. La Central de Depósitos sería un mayorista y los bancos, según sus propios criterios, serían minoristas que prestarían a clientes. Según Antonio se evitaría el riesgo moral, aumentaría la seguridad de los depósitos y el Estado tendría un poderoso instrumento de política monetaria con una gran liquidez. Los buenos propósitos de la propuesta son encomiables, pero ¿es demasiado bonito para ser cierto? A continuación paso a explicar por qué considero este optimismo exagerado.
1. La separación propuesta entre depósitos y préstamos no elimina el problema bancario de riesgo moral, solo lo traslada. Habría que mostrar que este traslado hace que el problema sea menor.
Si los depositantes dejan su dinero en el banco de depósitos y este presta a los bancos, el sistema estará expuesto exactamente al mismo problema de riesgo moral. Si no puede devolver el préstamo, se declara en bancarrota y pierde el banco de depósitos.
¿Por qué el problema será menor en el segundo caso? Los bancos con problemas de suspensión de pagos, bancarrota,... no hacían nada que las autoridades hubieran detectado y que haya hecho que su nota en los rankings fuera mala. Los criterios por los que se rigiera la Central de Depósitos para prestar ¿serán mejores? Si es posible, ¿no bastaría con aplicarlos en sistema actual?
2. La Central de Depósitos no tendrá más liquidez que la agregada del sistema actual (la asociada a depósitos).
El 30 de junio hay 1000 en depósitos de la banca, de los cuales 150 se queda en líquido (el 15% de coeficiente de caja), el día 1 de julio se pasan a la Central de Depósitos, que tendrá exactamente lo mismo. Su uso como fondo de liquidez para hacer frente a impagos, garantizar la retirada de depósitos, comprar deuda o para hacer frente a rescates está limitado a esa liquidez.
Claro que se puede aumentar reduciendo los préstamos a la banca (y a su vez, los que la banca hacia el resto de la economía). Habrá que justificar que el uso del dinero está mejor en la deuda pública o en rescates bancarios.
3. No es cierto que todo el dinero vuelva a la Central de Depósitos, no importa lo que pase.
Pongamos que los 1000 de depósitos que hay ahora son una cuenta de A por 500 euros y una cuenta de B de otros 500. Pongamos que el banco presta 500 euros al banco X que no puede devolverlos. Es cierto que esos 500 que se dio al banco X se habrán gastado en algo, por ejemplo en pagar a un proveedor P por valor de 500, que los habrá depositado en la Central de Depósitos. ¿Resuelto el problema de liquidez? No. Ahora la Central de Depósitos tiene deudas con tres depositantes, A, B y P, cada una por 500, que hace un total de 1500 y solamente 1000 en depósitos. Tiene el mismo problema de liquidez que tendría la banca en su conjunto si no pasara por el banco de depósitos.
4. En lo que toca a la cantidad de dinero, el único problema que resuelve es el garantizar mejor el uso de la liquidez disponible al aprovechar las economías de escala.
Puede que no sea poco, pero no hay que añadir que resuelve otros problemas que no resuelve (el de riesgo moral) o el que más liquidez que la que tiene. En el ejemplo anterior, con depósitos de 1000 no tiene liquidez por 1000.
5. La Central de Depósitos, de facto, está expropiando una parte del negocio bancario (puede que sea bueno, que la banca se deje,...).
Los beneficios que pueda hacer con este negocio son, claro está, beneficios de uso público, pero es una transferencia de rentas. Además, si se impone una restricción de que una parte de los créditos deben ir a operaciones seguras y si eso es bueno para la economía en su conjunto (porque palie los problemas de riesgo moral), también será un beneficio, aunque es una medida que podría imponerse a la banca sin necesidad de pasar por la Central de Depósitos.
6. A los pros para la cosa pública de los puntos 4. y 5. hay que contraponer los contras: La gestión será monopolística, regulada y decidida por gestores sin especial incentivo para que sus operaciones sean las más rentables. Estará sujeta a todos los problemas de este tipo de organismos. ¿Con qué prioridad otorgará préstamos a la banca? (Véase último párrafo del punto 1) ¿Económica? ¿Libre de influencias políticas? En lo que toca a los depositantes ¿qué incentivo tendrá este monopolio para competir en ofrecer cada vez mejores servicios a estos depositantes?
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También: Pagar por leer en voz alta.
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