Una cuestión debería quedar clara, antes de la II Guerra Mundial, las naciones cuyo representante máximo es el Estado si que tenían un poder casi absoluto sobre la sociedad, un ejemplo claro lo podemos encontrar en los totalitarismos, como el comunismo soviético, al fascismo, o el nazismo.
Que después de la II Guerra Mundial los Estados en general fueran cediendo terreno en el sector económico a las grandes corporaciones multinacionales sobretodo en la época de auge del capitalismo - promovida por los EEUU- como sistema, no quiere decir que hayan perdido poder de decisión y gobierno sobre sus respectivas sociedades, los Estados sólo cedieron parte -en mayor o menor medida y según los países- de la gestión económica al sector privado dependiendo de su estructura socio-económica y de las posibilidades de implantar una industrialización a gran escala en sus respectivas sociedades, pero no cabe duda de que mantienen su poder a través por ejemplo del ejército y la policía.
Esto tampoco quiere decir que a la élite estatal encabezada por los políticos y altos funcionarios de antaño se hayan unido otra élite restringida perteneciente al sector privado encabezada por los grandes empresarios y banqueros como élite de poder.
No obstante, y en mi opinión, se podría decir que para la clase dirigente de cada país el concepto de Estado es utilizado como instrumento para competir con otros Estados y obtener los máximos beneficios económicos de sus respectivas sociedades.
Mientras que para el pueblo el Estado es un concepto más de identidad nacional y cultural, para la élite capitalista una parte fundamental del Estado es una estructura con un fin sólo económico, es decir de ganancia de Capital.
En el imaginario colectivo de la sociedad en general los Estados aún existen, pero en el del élite de poder Capitalista sólo existe el Capital, el Estado queda en un segundo plano como colaborador y mediador de las respectivas sociedades a gobernar.