Decíamos ayer…😉
Pongámonos en situación. Acabamos de leer un libro -o estamos leyéndolo- y alguien nos pide nuestra opinión sobre él. Posibles respuestas:
-Nivel 1: Está bien / Es aburrido /Es muy interesante / Bueeeeeno, no está mal.
-Nivel 2: Me está gustando / No me engancha / No puedo parar de leer.
Estos dos niveles sirven si la pregunta era superficial o de cortesía. Si se trata de alguien que realmente tiene interés por esa obra, tendríamos que profundizar un poco más, hablar de algunos personajes, o de la trama principal, de los puntos fuertes, etc. Y si quisiéramos hacer un trabajo sobre ese libro, deberíamos ser más sistemáticos y tomar cada elemento para analizarlo por separado y en el conjunto de la obra.
Un libro puede gustarnos o no, pero si queremos ser justos con el autor y agudizar nuestra percepción, lo ideal es que detectemos las razones por la que es así.
Ahí van algunas ideas:
Según Oscar Wilde, para escribir solo existen dos reglas: tener algo que decir y decirlo.
Ese algo que decir es LA HISTORIA. Y el decirlo EL DISCURSO.
En toda historia aparecen cuatro elementos: los personajes, el narrador, el argumento y el contexto (espacio-tiempo).
Y en el discurso también encontramos cuatro posibilidades: narración, diálogos, descripciones, reflexiones.
¿Quieres saber por qué te ha gustado un libro o no? Analiza (con la profundidad que quieras) cada uno de estos elementos. Ya verás cómo enseguida captas cuál o cuáles funcionan y cuáles no. El resultado general determinará que tu impresión haya sido positiva o negativa.
Este procedimiento intenta ser lo más objetivo posible, teniendo en cuenta que siempre lo llevarán a cabo personas, por lo que la carga subjetiva es inevitable.
En otro nivel están las interpretaciones que cada uno quiera o pueda hacer de las obras que lea, de la intencionalidad del autor, los sentidos ocultos, la simbología…
Y respecto a esto último os pongo una cita y un vídeo genial que os recomiendo que veáis sí o sí.
Primero la cita de Albert Camus:
“Los que escriben con claridad tienen lectores; los que escriben oscuramente tienen comentaristas”
Y, ahora el vídeo:
Un saludo