Revista Opinión

Análisis del manifiesto del 8 de marzo de 2018 o entierro del feminismo

Publicado el 05 marzo 2018 por Vigilis @vigilis
La palabra feminismo acepta dos significados principales. Uno entra dentro del ámbito de la medicina: el feminismo es una condición que les ocurre a los varones al presentar características físicas del sexo femenino, como en la oración «Facundo Díaz tiene feminismo». El segundo significado hace referencia a un movimiento social y político que aspira a que las mujeres tengan la misma consideración que los hombres, es decir, el feminismo precisa de un diagnóstico previo que indica una desigualdad de derechos y de trato entre los dos sexos. En estas líneas me centro en este último sentido de la palabra.
Análisis del manifiesto del 8 de marzo de 2018 o entierro del feminismoCon este sentido la palabra aparece en el diccionario de la Real Academia en su edición de 1925 (se le añadieron más significados (que no aportan nada) pero el significado original permanece). Tiene sentido que haya aparecido en aquella época pues era el tiempo del sufragismo y de la paulatina incorporación de la mujer al trabajo. Creo que lo que más ha hecho para la igualdad de derechos y de trato entre sexos fue precisamente la incorporación de la mujer al trabajo. De la incorporación masiva, entiéndase, pues siempre hubo mujeres encargadas de comercios, campesinas, doctoras, abogadas, filósofas, arquitectas, reinas, soldados, piratas, señoras feudales, etc. Pero es el desastre de la Primera Guerra Mundial el que pone en retaguardia a las mujeres en espacios tradicionalmente reservados a los hombres (talleres y fábricas, básicamente). Una vez finalizada la contienda la reincorporación de millones de hombres a la producción industrial deja a algunas mujeres con la miel en los labios y de ahí las primeras organizaciones feministas para recuperar los derechos adquiridos gracias a la guerra.
Los países libres irán concediendo paulatinamente la igualdad de derechos a las mujeres y el feminismo trabajará en este sentido durante el resto de siglo. En nuestra época el feminismo, como tantas otras cosas, ya ha mutado, desligándose de su función original ya que al menos en los sistemas legales la igualdad de derechos es un hecho. El feminismo, como el ecologismo y otros movimientos sociales ha perdido hoy su sentido orginal y ha sido patrimonializado por grupos sectarios vinculados a un ámbito reducido del espectro político. Esto le ha restado fortaleza moral, apoyos y argumentos, originando un círculo vicioso de reclusividad y sectarismo.
Una prueba de este decadente efecto de la politización del feminismo lo tenemos en el presente manifiesto por el que se llama a una "huelga de mujeres" el día 8 de marzo de 2018. Veamos el texto.
  • Manifiesto 8M

Voy a pasar por alto las innumerables faltas de ortografía en lo que no deja de ser un texto escrito colectivamente y presentado al público. Esto ya de primeras quiere decir que detrás de él hay analfabetos o gente a la que esto no le importa. Pero bueno, en fin, como hoy da igual escribir como el culo o con el culo, lo dejamos pasar.

Nos precede una larga genealogía de mujeres activistas, sufragistas  y sindicalistas. Las que trajeron la Segunda República, las que lucharon en la Guerra Civil, las que combatieron al colonialismo y las que fueron parte las luchas anti-imperialistas. 

¿Genealogía? ¿Sí? ¿Eran todas parientes? ¿En serio? Ay Señor. Y después, ¿las feministas trajeron la Segunda República (española)? Yo pensaba que esa república la pactaron unos señores obesos miembros de logias masónicas que fumaban puros. ¿Las que lucharon en la guerra civil (imagino que se refieren a la última porque de las otras no saben ni que existieron), eran feministas? Mujeres pegando tiros en la guerra, más bien poquitas. Sobre todo del lado anarquista hasta que los comunistas los pasaron por las armas. Sospecho —no tengo el dato— que el número de fotografías de mujeres posando con un fusil (un fusil que después de la foto le quitaban (si es que el fusil funcionaba, lo normal era que no fucionara)) es superior al de tiros pegados por mujeres. Luego viene lo del colonialismo (?) y su prima la "lucha anti-imperialista". El anti-imperialismo es un eufemismo empleado en el siglo XX para señalar el apoyo al Imperio del Mal. No creo que hoy nadie piense en su significado pero la expresión permanece ya que estamos tratando con fanáticos religiosos, y como toda religión hay una liturgia y unas palabras de poder.

Análisis del manifiesto del 8 de marzo de 2018 o entierro del feminismo

Afortunadamente las mujeres están muy por encima de este manifiesto.

A continuación emplean la palabra "sororidad" que no existe en el diccionario y vendría a ser algo así como la versión femenina de "fraternidad". El problema es que la palabra fraternidad también cubre la relación de afecto y complicidad entre mujeres. Esa palabra es innecesaria pero parece que hoy ser imbécil puntúa.
Después viene un párrafo estrictamente religioso:
Nuestra identidad es múltiple, somos diversas. Vivimos en el entorno rural y en el entorno urbano, trabajamos en el ámbito laboral y en el de los cuidados. Somos payas, gitanas, migradas y racializadas. Nuestras edades son todas y nos sabemos lesbianas, trans, bisexuales, inter, queer, hetero… Somos las que no están: somos las asesinadas, somos las presas. Somos TODAS. Juntas hoy paramos el mundo y gritamos: ¡BASTA! ante todas las violencias que nos atraviesan.

Texto religioso en el que inventan la mitad de las palabras y parecen dirigirse a un público que o bien tiene nueve años y es tonto o bien ha sufrdo un grave traumatismo y es tonto. A destacar que este grupo sectario se arroga la portavocía de todas las mujeres (incluso de las muertas, cosa que no se atreven a hacen ni los vedas hindúes).
Después tocan un tema concreto, político: la petición de más recursos para las políticas contra la violencia doméstica y los asaltos. Nada que criticar aquí. España es uno de los países con menor violencia doméstica del mundo y según estadísticas internacionales uno donde las mujeres están más a salvo. Siempre se puede mejorar y no hay que conformarse. Vale.

Análisis del manifiesto del 8 de marzo de 2018 o entierro del feminismo

Mujeres soldados de la República de China. La única China que debemos reconocer.

Después hay varios párrafos que directamente me resultan incomprensibles. Parece castellano pero el castellano es el idioma que empleo para escribir estas líneas y no se parece en nada a eso. Sonsaco que están en contra de violar a criadas. Bien me parece. Yo también estoy en contra. Sigo.
Luego dicen que no cobrar por tender la ropa de tu casa o hacerte un huevo frito es "una trampa del desarrollo del capitalismo" (meten la palabra capitalismo igual que en los mantras los krishna meten la palabra om, ॐ) y "exigen" la "redistribución de este tipo de tareas". Es decir, quieren enviar a una loca de estas a tu casa para que decida a quién le toca bajar la basura. No le veo mucho sentido y me parece poco práctico. Haría falta importar a millones de locas y poner cámaras de vigilancia en todos los hogares. No lo acabo de ver. Ese plan tiene lagunas.
Llamamos a la rebeldía y a la lucha ante la alianza entre el patriarcado y el capitalismo que nos quiere dóciles, sumisas y calladas.

El patriarcado es una forma de organización social en el que la autoridad es ejercida por los hombres. En nuestra sociedad el patriarcado no existe ya que legalmente hay igualdad entre sexos y en la práctica tenemos mujeres en política, justicia, fuerzas armadas, etc. Posiciones de autoridad. También en el ámbito privado hay mujeres que mandan sobre hombres. Un cajero del Banco Santander manda a fregar a la Botín y en cinco segundos está pìcando piedra en Siberia.
Luego dicen que no se puede despedir a alguien por estar embarazada, cosa que recoge la legislación desde hace años.
No sé qué significan las expresiones "ser migrada" y "estar racializada".

Análisis del manifiesto del 8 de marzo de 2018 o entierro del feminismo

El ejército de la Región Kurda del Norte de Irak cuenta con unas 7.000 mujeres entre oficiales y tropa.

Por supuesto aparece el famoso mito de la discriminación salarial. Un viejo conocido, como decir "amén" en las oraciones cristianas, no podía faltar.
En este desordenado y marciano texto vuelven a una reivindicación concreta: computar el trabajo doméstico para el cálculo de las pensiones. Bien, las cosas concretas se pueden discutir.
Gritamos bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas.

"Leche, cacao, avellanas y azúcar". "Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo". Frasecitas de 0,60 que ya sueltan en automático. Los autores del texto no tenían muchas ganas de escribir. Lo del pensamiento único mundial me encanta: siempre es un buen detector de gente que jamás ha salido de su aldea mental. Y lo de destrozar el planeta y sus vidas es directamente mentira. No me detengo en esto.
Las mujeres (...) apostamos decididamente por la soberanía alimentaria de los pueblos.

Hala, con un par. ¿Le habéis preguntado a todas? Que eso de la soberanía alimentaria, ese horror sinónimo de hambre, miseria y bosques talados, es un temita que también se las trae.

Luego afirman que "la medicalización responde a intereses de grandes empresas" y me recuerdan a Alex Jones hablando del flúor en el agua y de las ranas que vuelven gay a la gente.(Tampoco entiendo a qué viene esto en este manifiesto pero bueno).
Después reclaman el derecho a una educación pública, cosa que ya recoge la legislación desde hace años. Ah, pero que sea "feminista", es decir, que contraten a las locas estas para meterlas en las mismas aulas que vuestros hijos, o que haya que comprar sus textos religiosos donde se hartan de decir paridas e inventarse palabras.
Exigimos nuestro derecho a una educación libre de valores heteropatriarcales desde los primeros tramos educativos en los que las profesoras somos mayoría.

Es decir, vosotras os quejáis de que vosotras transmitís "valores heteropatriarcales". Aquí empieza a funcionar la esquizofrenia a tope.

Análisis del manifiesto del 8 de marzo de 2018 o entierro del feminismo

¿Mujeres que influyeron de forma decisiva en la historia? Docenas. El problema es que casi todas no son adecuadas para el discurso feminista actual.

Luego me vienen con una definición de guerra:
Las guerras son producto y extensión del patriarcado y del capitalismo para el control de los territorios y de las personas.

Es complicado establecer el origen del capitalismo pero seguro que con cualquier fecha que pongamos antes ya había guerras. ¿Cosa del patriarcado? Para hablar en nombre de todas las mujeres (incluso de las muertas, insisto) aquí muestran un desconocimiento absoluto de las incontables ocasiones en las que fueron mujeres las que provocaron guerras y dirigieron ejércitos y flotas. Ching Shih y Boudica no les sonarán de nada porque ser feministas les ocupa todo su tiempo.
Terminan pidiendo la acogida de "todas las personas migradas". Claro que sí, qué mejor forma de acabar que con una patada al diccionario.
En fin, este manifiesto es un monumento a la insensatez. Su tufo neocomunista rezuma por los cuatro costados. Un manifiesto hijo de su tiempo y de un reclusivo grupo de fanáticos religiosos. A pastar.

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