Análisis del piloto de The Walkking Dead

Publicado el 09 noviembre 2010 por Lapalomitamecanica
El cine de zombies asalta tu televisión

Nota: 8
Lo mejor: la calidad en la puesta en escena y la dirección difuminan más que nunca la barrera entre la pantalla grande y la pequeña.Lo peor: el protagonista Andrew Lincoln no está a la altura del conjunto.
No es ningún secreto que el cine de zombies vive una segunda juventud gracias a títulos como Zombies Party, Amanecer de los muertos o 28 Días/semanas Después. Tras la explotación puramente festiva de los años 70 y 80, a día de hoy podemos hablar de un género maduro que se atreve a entrar de lleno en temas más profundos como el control gubernamental o el racismo, a la vez que es consciente de la facilidad de caer en la autoparodia. 
Sólo nos faltaba un exponente en el mejor escaparate del momento -la televisión- para terminar de asentar la tendencia. Nos faltaba The Walking Dead. Por eso cuando el director del clásico indiscutible Cadena Perpetua  y 3 veces nominado al Oscar Frank Darabont anunció que iba a adaptar para el canal AMC (Breaking Bad, Mad Men) la serie de cómics de Robert Kirkman y Tony Moore a todos los fans de los muertos vivientes se nos pusieron los dientes largos.
El sábado se emitió el piloto en FOX España, aunque una versión pirata que se filtró días antes del estreno estadounidense evidenciaba las ganas del respetable de sangre fresca. ¿Cumple este 1x01 Days Gone Bye las expectativas? Si, pero también provoca una tremenda sensación de deja-vu. Es practicamente imposible inventar nada nuevo en un género tan trillado pero por suerte Darabont ha sido consciente de ello. Un hombre que a los 51 años sólo cuenta con 5 películas en su filmografía demuestra una innegable meticulosidad patente durante los 66 minutos que dura este piloto. El realizador de la reivindicable La Niebla se ha limitado a realizar la mejor recopilación de tópicos del género elaborando la crónica zombi definitiva. Bienvenidos al fin del mundo.

Un relato que comienza precisamente dejando claro por donde van los tiros. La primera escena nos sitúa en un momento tan cotidiano como indeterminado de la historia. El protagonista se queda sin combustible y tiene que ir a registrar una gasolinera. Un plan que termina con una bala en la cabeza de una de las figuras del género por excelencia: la niña zombi (que también servía para abrir Amanecer de los Muertos). 
Tras una más que correcta cabecera (que no supera a este famoso fanmade) el orden cronológico toma su lugar. Nos presentan en condiciones al protagonista, el ayudante del Sheriff Rick Grimes, que mantiene una cotidiana charla con su compañero Shane. La idea que han intentado transmitir es la de que Rick es una persona tan reservada y contemplativa como los propios muertos vivientes, pero Andrew Lincoln no consigue una inmediata inmersión en el papel. Sus gestos y expresiones están demasiado marcados. Como intentando resultar contenido pero intenso y cayendo inevitablemente en la sobreactuación. 

Ttras una llamada de la centralita tiene lugar una persecución al más puro estilo Cops que termina en un tiroteo donde hieren a Rick dos veces. Una escena de acción de completo recibo que sirve para situar a nuestro protagonista en un lugar aislado donde no hayan llegado los ecos de holocausto zombi. De esa forma cuando despierte podra coger al espectador de la mano para descubrir juntos este nuevo mundo. 
Cuando Rick despierta en el hospital no queda claro cuanto tiempo ha estado en coma. Las flores marchitas en su mesilla nos indica varias semanas pero a menos que un zombi haya estado perfilándole la barba de náufrago no creo que hayan pasado más de 10 días. Pronto tiene su primer contacto con el horror gracias a un cadaver devorado en el suelo. No tarda en conocer a los responsables, encerrados por los últimos supervivientes del hospital en una habitación y la tensión comienza a aparecer. 

Armado con una cerilla que le sirve para iluminar el camino, Rick consigue salir del hospital para verse rodeado de bolsas para fiambres y destrucción. En este punto tiene lugar su primer contacto real con un zombi. Rick asiste estupefacto a los intentos por arrastrarse de medio "caminante" que inspira más lástima que miedo. Una sensación con la que van a jugar mucho en The Walking Dead y que puede suponer una de sus principales aportaciones.
Su primera parada es en su casa pero no hay rastro de su familia. Pronto conoce a un padre y un hijo que resisten en una casa vecina. Él es Morgan (Lenny James), visto en la injustamente desaparecida Jericho y con un rol muy similar aquí: el de padre torturado que antepone a todo la seguridad de su familia. Pronto conocemos uno de los primeros dramas que ha generado la infección. La mujer de Morgan fue mordida delante de su marido e hijo y todas las noches intenta entrar a su casa como si nada hubiera cambiado provocando gran angustia al pequeño. Una escena tan brillante como emotiva que tiene su referente en una de las mejores novelas sobre chupasangres de la historia, la terriblemente adaptada Soy Leyenda (el vecino del protagonista hacía lo mismo).

Una vez amanece nos llega otro eco cinematográfico, en este caso de Zombies Party. Morgan enseña a Rick como terminar directamente con un caminante: fuerte y a la cabeza con un bate (no tendrían vinilos a mano). Lección aprendida. La siguiente parada tiene lugar en comisaria. Donde además de darse una ducha caliente aprovechan para renovar su arsenal. Cuando salen asistimos a otro momento de marcada sensibilidad. Llevando la contraría a lo que dicta el canon del terror aparece un zombi tras una valla. Se trata de un antiguo compañero del protagonista que debido a su posición no representa peligro alguno. Es más, como evidencia el final de la escena se trataba del más desprotegido de todos. 
Llega el momento de separar sus caminos. El objetivo es alcanzar un refugio en Atlanta. Pero cargar con un crío dilata mucho los planes y Rick tiene prisa por encontrar a su propia familia. Morgan y su hijo vuelven a la casa-refugio y tiene lugar la escena más emotiva de todas. El padre intenta disparar al zombi de su esposa para terminar con la tortura pero se ve incapaz. Mientras asistimos a ese terrible dilema el montaje nos muestra como Rick vuelve a donde se encontró con el primer zombi mutilado. La criatura apenas ha avanzado unos metros y casi parece suplicar justo antes de probar el plomo de Grimes.   
Cuando nos habíamos acostumbrado a la soledad de Rick conocemos al resto de personajes: una caravana de supervivientes entre los que se encuentran la mujer e hijo de Rick y su compañero Shane. Ella es Sarah Wayne Callies, que ya tiene experiencia en eso de los muertos vivientes tras su ilógico regreso a Prison Break. Gracias a una radio escuchan la voz de nuestro protagonista buscando compañía pero no son capaces de reconocerle. Eso sí, su espona intenta ir en su búsqueda para avisarle de que la ciudad es un lugar demasiado peligroso. Este momento de la trama supongo que será heredero del cómic original (el cual leeré algún día de estos), pero la relación sentimental de la esposa de Rick con Shane me resulta de lo más anticlimática. ¿Tanto tiempo ha pasado Rick en coma? ¿Desde cuándo es un marido cornudo?
Recuperamos a Rick buscando gasolina. Quizás aquí podamos introducir la escena que abria el episodio. Al ver su misión frustrada decide montarse a lomos de un caballo y partir cual vaquero a la gran ciudad. Los ecos de western que evocaban los parajes de la América más rural se hacen más evidentes que nunca. 

Una vez en la calle principal, los caminantes comienzan a aparecer por sorpresa rodeando en un instante al protagonista. Tras asaltar a dentelladas al pobre caballo Rick se ve obligado a arrastrarse por debajo de un tanque abandonado. Cuando parece que va a terminar como "cena de zombi" decide pegarse un tiro y olvidarse de todo para acto seguido fijarse en una trampilla sobre su cabeza. Un momento tan desconcertante como efectivo. En la cabina del aparato un altercado con el zombi de un soldado provoca que un tiro resuene como un cañón en el oído de Rick. Lo que recibe bien claro es un mensaje por radio: Gilipollas, ¿Estás cómodo ahí dentro? La escena ha tenido un misterioso testigo. Pero ahora es momento de bajar la persiana por esta semana. Y qué mejor forma de hacerlo que con un plano ascendente evidenciado el Happy Meal en el que se ha convertido el tanque. Tenemos diversión para rato. 

Darabont se ha marcado un inmejorable ejercicio de estilo logrando que The Walking Dead entre por méritos propios en la historia del género. Ahora bien, queda por ver si todo se va a quedar en un simple mata-mata o la cosa va a evolucionar retratando con éxito las nuevas circunstancias del mundo tras el apocalipsis. ¿Revelarán el origen de la infección? ¿Encontrará Rick a su familia? ¿Sobrevivirá una premisa tan simple al formato serie? En AMC parece que tienen la respuesta a todas esas preguntas y tras los 6 capítulos que compondrán la primera temporada ya se encuentran en pleno rodaje de la segunda. El record al debut más visto de su cadena con 5,3 millones de espectadores parecen darles la razón.