Análisis Drawn to Death

Publicado el 02 mayo 2017 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

A todo el mundo nos sorprendió en el pasado PlayStation Experience 2014 el anuncio de lo nuevo que nos ofrecería un desarrollador tan reconocido como lo es David Jaffe. El padre de franquicias tan carismáticas e inolvidables como Twisted Metal o God of War, junto con el resto del equipo de The Bartlet Jones Supernatural Detective Agency y SIE San Diego Studio, rompió una vez más todos los esquemas con la presentación de un juego orientado en su totalidad a la acción shooter multijugador.

Drawn to Death es el nombre que porta esta nueva obra del autor, cuyo llamativo estilo artístico se quedó grabado en nuestras retinas sin saber muy bien si por, sencillamente, feo o por totalmente innovador. Tampoco podemos pasar por alto el sonado “Que os jodan” que el videojuego dedicó a todos los fans que decidieron exponer una serie de comentarios negativos acerca del mismo (con un tráiler que ya ha sido retirado, por cierto), una actitud que aunque sí que encaje a la perfección con el estilo del juego, no podemos quitarnos de la cabeza que el método para expresar su opinión no fue el idóneo ni mucho menos.

¿Para qué atender en clase teniendo una buena dosis de imaginación, un cuaderno y un par de bolis Bic?

Pero dejémonos de clases de historia, o de cualquier otro tipo, al igual que ocurre en Drawn to Death, donde encarnaremos a un adolescente con posibles síntomas de psicosis (como cualquiera, vamos) que en lugar de atender en clase se dedica a inventar cruentas batallas que plasma a través de su maltrecho cuaderno. A lo largo de las mismas, su imaginación hará gala de todo un despliegue de locura, gamberrismo, violencia y mal gusto.

¿Y cómo resulta esta intrincada fórmula unida a una orientación totalmente dirigida hacia el multijugador? Pues llegados a este punto debemos abordar una de las opiniones que se convertirá en tónica general en prácticamente todos los aspectos jugables de Drawn to Death: se queda a medio camino. Un puñado insuficiente de modos de juego (cuyas normas no inventan nada nuevo) hará que las distintas partidas se parezcan todas entre sí resultando en una inevitable sensación de repetitividad. Ésta es evidenciada, además, por la falta de cualquier campaña o modo individual que nos ayude a añadir un componente algo diferente a la fórmula del shooter multijugador online ya más que acostumbrada. Desgraciadamente un título del estilo depende en absoluto de su comunidad de jugadores, que si lo abandona rápidamente hará que caiga en el olvido. Debemos agradecer que el servicio PlayStation Plus lo ofrezca gratuito para todos sus suscriptores durante este ya pasado mes de abril, algo que ayudará a que miles de jugadores entren de forma gratuita para probar si la experiencia les parece lo suficientemente interesante como para no dejarla de lado.

Podemos disfrutar de estas partidas de forma privada, no clasificatoria y clasificatoria (por supuesto, y por desgracia, sin pantalla partida), destacando entre ellas claramente estas últimas como las más importantes siendo las que nos permitirán subir nuestro nivel de jugador y obtener mejoras y nuevo equipamiento más rápidamente. El equipamiento vuelve a tropezar en la piedra de “quedarse a medias”: aunque sí que nos han gustado, y mucho, algunos cambios significativos en un par de armas (entre ellas una consola clásica que lanza cartuchos a modo de lanzacohetes), una vez visto su funcionamiento, sin embargo, nos recuerda demasiado a lo ya visto y nuevamente no inventando nada nuevo.

Los personajes que las empuñarán vuelven a ser más de lo mismo. Aunque su diseño es algo que nos ha parecido más que acertado, pues encaja a la perfección con la idea básica que soporta todo el juego (algo que ya hemos descrito brevemente y en lo que profundizaremos más tarde). El lado negativo se lo encontramos al contarlos, pues 6 personajes jugables se nos antojan muy poca cosa a pesar de que todos ellos cuenten con distintas skins para personalizarlos.

Los mapas que los desarrolladores han creado para localizar todo lo que nos ofrece el juego vuelven a repetir en la tónica que ya os sonará demasiado: un puñado demasiado limitado de mapas, que sí que se antojan lo suficientemente diferentes entre ellos y capaces de albergar todo tipo de estrategias en ellos, es todo lo que podremos encontrar en el universo dibujado de Drawn to Death.

El shooter en tercera persona más bravucón

En cuanto a la jugabilidad el título tampoco deslumbra por encima de los demás aspectos ya citados y aún por citar. El control es algo tosco aunque acabaremos haciéndonos muy fácilmente con él en cuanto llevemos unas cuantas partidas a nuestras espaldas. Ello unido a las limitadas armas que podremos portar de forma simultánea hace que los combates no se descontrolen en demasía, a pesar de que en algunas ocasiones la cantidad de explosiones, potenciadores, enemigos y demás conviertan éstos en un verdadero caos.

Cabe destacar también el acercamiento a los más actuales Hero Shooters que los desarrolladores han deseado otorgarle al juego. Cada personaje contará con habilidades especiales y únicas que nos permitirán cogerle el gusto a cualquiera de ellos o a elegir a algún otro en cuanto deseemos cambiar de estrategia. Éstas, sin embargo, vuelven a ser demasiado pocas y simples como para llegar a suponer una verdadera y llamativa novedad.

Aunque anteriormente hemos mencionado ya que los personajes cuentan con distintos aspectos que podremos adquirir jugando, así como las armas y otras características, llegados a este punto no nos queda otra que destacar uno de los mayores peros que nos hemos encontrado en la propuesta: el uso tan descarado como exagerado de los micropagos, que llegan a afectar a armas haciéndonos pensar que el juego puede convertirse demasiado rápidamente en un Pay-to-win más.

Lo que se esconde en un simple cuaderno escolar

Ya hemos mencionado la premisa sobre la que se sostiene toda la idea de Drawn to Death: un adolescente que se aburre en clase y que dedica su tiempo a crear mundos imaginarios repletos de violencia y demás características que llaman la atención a un chico con la mente algo dispersa. Lo que aún no hemos comentado es la dedicación casi rayando en lo enfermizo que los desarrolladores han dedicado a que absolutamente todo lo que nos encontremos en el juego encaje a la perfección con estos cimientos: desde los bordes dibujados de todo que podemos ver como varían de un frame a otro (haciéndonos ver lo difícil que es copiar a la perfección un dibujo de una página a otra) hasta la habilidad especial de invocar a la mano del dibujante con la que destrozaremos sin miramientos a nuestros enemigos, todo, absolutamente todo, nos recordará una y otra vez que nos encontramos observando una batalla dibujada en un cuaderno.

Esto nos ha parecido una verdadera maravilla que sobresale muy por encima de los demás aspectos del juego, a pesar de que no son malos. Sin embargo, no todo son alabanzas para el estilo artístico y es que, aunque volvamos a repetir que todo lo que citaremos a continuación se adapta a la idea principal del juego, encontramos demasiadas partes desagradables: flatulencias, vómitos, vísceras y demás repugnancias nos asaltarán a cada momento de juego. Todo ello unido a un aspecto que en un inicio se antoja algo feo (aunque más tarde nos acostumbremos y nos parecerá una verdadera maravilla) conseguirá que las primeras partidas no sean precisamente un placer visual.

El aspecto sonoro del juego también es digno de destacar por encima de los demás y llegando a compararse en calidad con el estilo artístico. Una banda sonora con temas elegidos a la perfección nos ayudará a alcanzar el estado de ánimo idóneo para disfrutar de la fórmula. Los demás efectos sonoros también nos ayudarán en gran medida a involucrarnos en el universo de tiros y sanguinolencia de Drawn to Death.

Conclusión

Drawn to Death no dejará a nadie indiferente. Pese a la ausencia absoluta de juego individual el título ofrece lo suficiente para atraparnos en rápidas partidas llenas de acción dinámica y adornadas por un aspecto, simplemente, único en su especie. Desgraciadamente un título del estilo depende completamente de su comunidad de jugadores, que si lo abandona rápidamente hará que caiga en el olvido. Sin embargo, las bondades del juego y que este mes de abril se encuentre disponible de forma gratuita para todos los suscriptores del servicio PlayStation Plus nos llaman al optimismo.

Jugabilidad - 51%
Multijugador - 59%
Gráficos - 83%
Sonido - 76%

67%

Drawn to Death no dejará a nadie indiferente. Pese a la ausencia absoluta de juego individual el título ofrece lo suficiente para atraparnos en rápidas partidas llenas de acción dinámica y adornadas por un aspecto, simplemente, único en su especie. Desgraciadamente un título del estilo depende completamente de su comunidad de jugadores, que si lo abandona rápidamente hará que caiga en el olvido. Sin embargo, las bondades del juego y que este mes de abril se encuentre disponible de forma gratuita para todos los suscriptores del servicio PlayStation Plus nos llaman al optimismo.

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