Análisis: FarCry 4

Publicado el 13 diciembre 2014 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Es hora de ser libres, hora de que nuestro lado más salvaje tome el control y desplegar toda la rabia contenida en unos parajes dignos de admirar. Llegó el momento de tomar protagonismo en la siguiente historia del universo Far Cry, saga de Ubisoft que poco a poco ha ido ganando posiciones de entre los más deseados del año.

Siguiendo el abanico de opciones que supuso Far Cry 3, en esta cuarta entrega nos adentraremos en la región de Kyrat, un poblado colindante del Himalaya que sufre el azote autoritario por parte de uno de los villanos más carismáticos y crueles de los últimos tiempos, Pagan Min.

Ubisoft nos trae de esta guisa su FPS sandbox que tanto revuelo causa, dispuestos a ofrecer un producto con muchas horas de juego, un extenso kilometraje para explorar y una fauna abundante que en ocasiones nos hará complicada la estancia.

SU ÚLTIMA VOLUNTAD

Encarnamos a Ajay Ghale y comenzamos nuestra historia con una premisa clara, llevar las cenizas de nuestra difunta madre a su lugar de origen, así de camino y como dice en nuestra nota, conoceremos más nuestras raíces de la forma en la que la propia tierra y sus aldeanos nos la narrarán.

Resulta que sin quererlo ni comerlo, pura herencia de esta vida, tenemos el papel de líder batallador revolucionario, el que peleará por los derechos de una población que se verá envuelto en una guerra civil. Kyrat está sublevada a los antojos de Pagan Min y junto a este sus tropas, viéndose las caras contra la senda dorada, una coalición de los ápices restantes de esperanza para la tierra. Los líderes del grupo que lucha contra la opresión, Sabal y Amita, que además están dispuestos a sacrificar muchas cosas en el camino para poder optar al futurible trono de Kyrat.

Mientras tanto, durante el transcurso de esta historia, iremos descubriendo a pasos agigantados y por fuerza mayor la historia de nuestra familia, el por qué de esos rincones, las situaciones que se han dado para la existencia de este pueblo sin esperanza.

BIENVENIDO A KYRAT

Palabras propias del mismísimo Pagan Min para promocionar una extensa y natural Kyrat, apenas azotada por la mano del ser humano, sobreviven medianamente como pueden algunas aldeas sueltas, y los principales poblados de toda la región. Nosotros, aquí en medio de la nada Kyratí, seremos unos ciudadanos del mundo, con libertad absoluta para explorar, averiguar nuestro destino, realizar otro tipo de misiones secundarias y casi interminables en posibilidades, acceder a distintos lugares ocultos, cazar, pescar, nadar, correr, esconderte, huir, planear, VOLAR…

Nada de lo que puedas imaginar escapa al amplio margen de posibilidad de Far Cry 4. Nos encontramos ante un FPS convencional, pero con muchos añadidos que hacen de esta experiencia bastante nutritiva para el buen gamer.

Para comenzar, nuestro guión de misiones establecidas para superar la campaña está ahí, unas misiones que varía bastante a lo largo de todo el recorrido, sobre todo debido al sistema de decisiones de Far Cry 4, durante ciertas misiones principales recaerá una responsabilidad sobre nuestros hombros, la de decidir para quién trabajaremos, ambos candidatos dan sus razones y tú como buen superhéroe improvisado optas por el bien y el futuro del pueblo. Este tipo de decisiones marcarán las pautas de la historia, y variará el cabeza de serie de la Senda Dorada.

Si nos quedamos cortos con este tipo de misiones podemos enfrentarnos al gran tablero de ajedrez que nos ofrece el título de Ubisoft, que siguiendo la misma línea que marcó la tercera entrega, ahora tenemos más y mejor.

Sin entrar a profundizar en cada opción, por el mero hecho de que este análisis debería acabar en algún momento, comentaremos por encima un poco la bestialidad de opciones que nos ofrecen:

Las misiones secundarias tienen una especie de Jerarquía, donde nos encontraremos con otros personajes en segundo plano, los cuales nos cruzaremos en algún que otro momento de la historia principal, con los cuáles tendremos la opción de visitarlos para realizar encargos con los que ganar puntos de experiencia, desbloquear armas o simplemente disfrutar con las temáticas que nos ofrecen. Todos recién salidos del manicomio, pero sin duda nos divertiremos con sus sermones y nos entretendremos con sus encargos.

Otro tipo de misiones secundarias que podemos encontrarnos son las que el indefenso poblado de Kyrat nos va pidiendo, eliminar una plaga de serpientes de una vivienda, cazar determinados animales, limpiar cierta zona de presencia hostil, escoltar distintos camiones con cargamento del punto A al punto B, dar vueltas a unas piedras sagradas, quitar unos cartéles de propaganda política de las paredes… en definitiva, aburrimiento es una palabra que no tiene cabida.

Dar un paseo por los terrenos de la forma más pacífica y natural también puede suponer un riesgo para nuestra integridad física, un tigre de bengala, un oso pardo o una manada de lobos puede estar acechando. Encontrarnos en pleno paseo un camión enemigo con mercancía también puede surgir como evento aleatorio, al igual que salvar a un rehén de las manos de la guardia real o mismamente ayudar a un pobre soldado de la senda dorada con el motor de su coche. Todos estos tipos de eventos nos darán puntos de karma, utilizado para ir subiendo el nivel de karma y así conseguir mejoras para nuestro armamento.

La mejora del personaje también es algo vital para ir avanzando sin sufrir una muerte lenta y dolorosa, para esto deberemos realizar varios pasos, el primero, el llamado árbol de habilidades, en este es donde tendremos nuestro toque “rolero”, decidir qué tipo de combatiente somos y así ir mejorando esa ramificación. La experiencia va dándonos estos puntos con los que desbloquear dichas mejoras y algunas de ellas no podremos desbloquearlas a menos que realicemos alguna misión específica que nos pidan, o algún que otro evento aleatorio. El equipo también es objeto de mejora, el cual se consigue con distintas pieles de animales que habitan por la región, cada objeto posee distintos noveles de mejora, cada mejora cambia los requisitos sobre los animales que deberemos cazar.

Disfrutar de lo que nos ofrece Kyrat es el objetivo principal, Far Cry 4 nos da la herramienta, el plano y la guía, ahora nosotros nos encargaremos de construir nuestra experiencia, a nuestro modo y a nuestro estilo.

UNIENDO FUERZAS

Durante la historia de Far Cry 4 veremos en el mapa unas especies de fuertes que están bajo la tutela de algún sicario de Pagan Min, tenemos tres opciones, ir a lo loco cuando el querido vasallo de Pagan este presente a que nos maten, ir cuando este ya no esté  e intentar solucionar la papeleta para obtener otro puesto de paso, o sin duda, la opción más inteligente, contar con algún amigo para soltar casquillos de bala juntos, lo que hará más fácil nuestra labor.

El multijugador en este tipo de géneros es una cosa casi obligada, y en este caso, tenemos la opción de enfrentarnos en  competitivos para hacer lo de siempre, o aunar fuerzas y liberar a Kyrat juntos, todo un acierto para dar grandes paseos en compañía.

No cabe la menor duda de que no será un multijugador para el recuerdo, pero cumple su función a la perfección, que no es otra que ser un añadido.

AMBIENTACIÓN INTRANSIGENTE

Cuando hablas de un sandbox, de la libertad de actuación en un videojuego de mundo abierto, donde tantas y tantas cosas tienes por explorar, se piden cantidad de cosas al apartado técnico y artístico del juego, para poder así disfrutar de la experiencia a la máxima potencia.

Far Cry 4 es un juego que desde sus inicios se sabía que iba a contar con sus 1080p tanto en One como en PS4, cosa que le da una mayor vistosidad al juego generalizado, pero sin duda lo que más habría cabido a asombro sería revolucionar un poco la tasa de imágenes por segundo, la cual se mantiene en el nivel habitual, treinta. En lo meramente visual, un gran acabado, pero no sin mencionar que quizás para la generación en la que nos encontramos y donde las consolas aún están en pañales, se le podría haber exigido un poquito más, texturas buenas en el computo global, pero sin acabados asombrosos ni primeros planos que quiten el hipo, que puede ser donde quizás más flojee tal joya.

La ambientación tanto por lo meramente visual como por el apartado sonoro es increíble, típica banda sonora que te mete de lleno en el papel de nuestro protagonista, por no hablar del doblaje de los personajes al español, voces de primer nivel en el panorama de interpretativo, eso sí, con ciertos defectos en la sincronización labial con respecto al diálogo.

Concluyendo, un apartado técnico que en líneas generales está a un gran nivel, pero que quizás los más exigentes esperen aún más del potencial de estas máquinas, poder crear un mundo tan abierto como Kyrat, pero un nivel de detalle más enfermizo.

KYRAT CIERRA SUS PUERTAS

No hay más, al menos en lo que a espacio en este texto sin llegar a aburrir al lector se refiere, si quieres saber más sobre la región del Himalaya, que sucede en una historia plagada de decisiones, surcar los ríos que atraviesan la zona, cazar o saltar en paracaídas, este es tu juego, además de que si te gustan los FPS, la acción y reventar cosas, también lo será, o sin duda alguna, si eres amante de esta industria, Far Cry 4 ha llegado para ofrecer una experiencia total al jugador, creemos que se ha conseguido.

LO MEJOR

-Libertad

-Opciones

-Trama

LO PEOR

-Control de vehículos desquiciante en ocasiones

-Se puede dar más de sí en lo técnico

-Sincronización labial

“Nuestra forma de valorar los juegos