Análisis Gamer | Caos en Deponia, para PC y MAC

Publicado el 10 octubre 2013 por Mientraslees

El género de aventuras gráficas es amplio y profundo. Toda la vida he jugado a aventuras gráficas y, dentro de los otros géneros de videojuegos, es de mis favoritos. Tal vez vosotros, jugones con más experiencia, rehuís de las simpáticas y “aniñadas” aventuras gráficas, sin embargo, no sabéis qué maravilloso mundo os estáis perdiendo. Sobre todo si tenemos en cuenta títulos como el que vamos a analizar a continuación: Caos en Deponia, la segunda parte de La fuga de Deponia y el juego que abre la puerta al tercer y último título de la trilogía más desternillante del mundo de las aventuras gráficas, Goodbye Deponia.

Desarrolla: Daedalic Entertainment
Distribuye: FX Interactive
Género: Aventura gráfica
Lanzamiento: 21/03/13
Idioma: Español
Plataforma: PC y MAC
¿Dónde lo puedes comprar?: FX Interactive


Anteriormente, en Deponia…


¡Saludos, elisianos! Bienvenidos a Deponia, un mundo-vertedero con tintes distópicos y apocalípticos que os sorprenderá desde el primer momento en el que pongáis un pie en él. Si habéis llegado a Caos en Deponia sin haber pasado por “La fuga de Deponia”, hacéis mal, porque no os enteraréis bien de la historia principal, pero no os preocupéis demasiado, porque Daedalic Entertainment lo ha pensado todo y os ha preparado un divertidísimo tutorial para que os acostumbréis a los controles, y por si fuera poco, también tendréis la oportunidad de enfrentaros a vuestro primer puzle de prueba nada más empezar el juego. ¿Estáis preparados para divertiros?
Resulta que yo no he jugado al primer Deponia, “La fuga de Deponia, así que yo empecé a jugar a Caos en Deponia un poco perdido. No sabía bien de qué iba la cosa ni cómo era el mundo de este videojuego, así que después de pasar el tutorial (divertidísimo) y reírme tontamente con el primer puzle con el que tenemos que enfrentarnos (de lejos, uno de los más ácidos que he tenido el placer de resolver), me encontré con algunas escenas que para mí no tenían ninguna conexión entre sí. En ellas se mostraba al protagonista, queriendo escapar hacia un lugar llamado El Elíseo, una nave espacial que flota en la órbita del planeta y en la que sólo viven los más selectos y ricos de la humanidad (ejem, no os suena de una película que acaba de estrenarse?).

Pronto descubrí que Rufus, nuestro pícaro protagonista, en el camino de su fuga de Deponia en el primer videojuego, había conocido a Goal, aquella chica elísea con apariencia de androide y también al que parecía el malo de esta aventura, Cletus, que parece planear destruir Deponia. Teniendo claro qué es El Elíseo y sabiendo que Rufus quiere escapar de ese mundo-vertedero en el que vive para llegar al paraíso de la mano de su princesita elísea, ya podéis empezar a jugar tranquilamente porque las siguientes subtramas de Caos en Deponia se irán desarrollando con el avance del videojuego bajo vuestra eterna sonrisa.
Pero lo cierto es que Deponia corre un grave peligro y nuestros protagonistas han de impedir que Cletus mande a la Tierra, y a todos los que vivimos en ella, a la nada más absoluta. Para ello, Rufus deberá pensar muy bien qué pasos llevar a cabo, a qué loables valientes llevará a su lado y… sí, cómo reconquistar a la indomable Goal. Todo ello con su encantador carácter, porque él, es irresistible.

¡¡Lo llaman Ruuuuufuuuuus!!


Rufus es el protagonista absoluto de esta aventura. Y no es porque no existan otros personajes, porque sí que los hay, y bastantes, pero es que Rufus se llevará toda nuestra atención. Este pequeñajo antihéroe es uno de los más divertidos que he tenido la suerte de conocer en una aventura gráfica. El doblaje al español llevado a cabo por FX Interactive también tiene mucho que ver, porque la voz del reconocidísimo Sheldon Cooper (actor de voz: Fernando Cabrera), surgirá de la garganta digital de Rufus y nos deleitará con chistes verdes, insultos rebuscados y perlas de fanfarrón estúpido pero encantador. El personaje de Rufus es sin duda la clave del éxito de este videojuego, porque su humor, su desparpajo y su inevitable estupidez, son las que nos mantienen pegados al juego, escuchando y leyendo con atención los diálogos. Me descubrí a mí mismo pensando en qué iba a pasar a continuación y qué sería lo que Rufus iba a soltar en según qué situaciones. Un despiporre, desde luego, sobre todo cuando Rufus se dirige al jugador, con guiños sorprendentes.
Los demás personajes también son importantes, no os creáis que esto es el show de Rufus with Rufus company. No, tenemos a una protagonista femenina original, tremendamente divertida y que nos hará rompernos la cabeza durante más de la mitad del juego con sus continuos cambios de humor. Y no puedo leer más allá porque os estaría desvelando uno de los puntos fuertes de la trama del videojuego. Prefiero que descubráis a cada personaje secundario y principal por vuestra propia cuenta, y con ello, os divirtáis tanto como lo hice yo. Cada uno de ellos es insustituible.

Lo que también me encantó de Caos en deponía fue la divertida relación que tienen Rufus y Goal. Un romance llevado con sentido del humor y dinamismo en un videojuego que no puede perder el tiempo en ñoñerías. Estos dos tendrán tiempo suficiente para mostrarnos sus tiras y afloja, sus escenas cariñosas y hasta insinuaciones de todo tipo. En definitiva, Rufus es un personaje valioso para una aventura gráfica. No sé si habéis jugado antes a este tipo de juegos, pero el éxito de sagas famosas como las de LucasArts (Monkey Island, por poneros un ejemplo) residía en un personaje principal con chispa y un humor ácido y rebelde que hacía al jugador cómplice de la travesura. Caos en Deponia mantiene el tipo y hace muchos homenajes, haciendo que la experiencia de jugarlo se convierta en un entretenimiento inmejorable.

Mercado Negro, un punto de encuentro para la peor calaña


Los escenarios de Caos en Deponia son simplemente una maravilla. Deponia es un lugar distópico, casi post-apocalíptico. Hasta diría que tiene una estética muy steampunk. Todo está destruido, la mafia es ley de vida, el contrabando y la ruindad son la calle en la que pasearemos, así que podéis imaginaros el tipo de mundo al que vamos a viajar. Sin embargo, Daedalic Entertainment ha hecho un trabajo magnífico no cayendo en el tópico, pues mundos devastados hemos visto muchos, pero como el de Caos en Deponia no, os lo aseguro.

Los escenarios son coloridos, llenos de formas y texturas divertidas. O sea que aunque todo nos transporte a un aura sucia y suburbana, los diseñadores tuvieron cuidado de añadirle todo el color y la vivacidad que no caracteriza a este tipo de submundos, haciendo Deponia un lugar, a pesar de todo, apacible y transitable. Es un placer para la vista cambiar de escenario, pues la tecnología, a pesar de estar desarrollada en el mítico 2D, perfecto para este tipo de aventuras gráficas, es tan avanzada que cada vez que visitamos un nuevo pasaje, descubrimos que tiene miles de capas y que podemos interactuar con todos los personajes y objetos que encontremos. En calidad gráfica, Caos en Deponia está a la altura de las grandes joyas de las aventuras gráficas. Hablamos de míticos juegos que hicieron Historia por su insuperable calidad, como Broken Sword, Monkey Island o El día del tentáculo, inclusive. Y puedo añadir, sin miedo a equivocarme, que la calidad del apartado gráfico, supera a muchos juegos de última generación, hechos con más sofisticación.

No por nada, todo el entramado de movimientos y expresiones faciales de los personajes está cuidado al detalle, dotándole de vida y dinamismo a cada personaje que pasa por la pantalla. El colorido y el cuidado del detalle, son un gran puntazo que hay que tener en cuenta en esta trilogía. Sin embargo, de vez en cuando el juego entra en un ciclo de realentizamiento molesto que, espero, para la tercera entrega, Goodbye Deponia, ya hayan solucionado del todo.
En el apartado musical no tenemos queja, pues toda la soundtrack de Caos en Deponia es pegadiza y cuaja por completo con la ambientación y la trama del videojuego. La mayoría de tracks son piezas electrónicas compuestas por un sampler, manteniendo en todo momento un aire infantil y animado que hacen las horas de juego más apacibles. Más de una vez me desperté una mañana con la cancioncilla del Mercado Negro flotando en mi mente. ¡Son muy pegadizas! Y por si fuera poco, hay un momento en la historia en el que la música (o el volumen) forman parte de un acertijo, sólo os digo que estéis muy atentos a lo que Rufus murmure de vez en cuando…

Los tirachinas caseros son una mala idea


¿Pero y los puzles? ¿Y la jugabilidad? No temáis, queridos compañeros, Caos en deponía tiene 10 horas de juego llenas de diversión (10 horas que podrán variar teniendo en cuenta la experiencia del jugador). Como buena aventura gráfica que se precie, el juego está repleto de complicados puzles que os harán el cerebro harina. En más de una ocasión tuve que dejar reposar el juego una noche, dejar descansar mis neuronas que estaban echando hasta humo de tanto pensar, y retomar el condenado puzle al día siguiente.
El carácter de los puzles es único. Tienen un alma especial, como todo el juego. Son divertidos, entretenidos, originales y los personajes son protagonistas siempre. Aparte, las resoluciones son hasta lógicas (si lo pensamos con el retorcido cerebro de Rufus), solo que muchas veces acabaremos acudiendo al inventario e iremos pasando todos los objetos, combinándolos con el resto, a ver si por obra y gracia del Espíritu Santo aparece la solución ante nuestros ojos.

Algo que me encantó del videojuego y que aún hoy lo estoy recordando, son las tremendas vueltas que me hizo dar por todo el mundillo de Deponia, buscando aquello que me faltaba. Los diálogos de todos los personajes esconden pistas entre líneas, y tuve que ir a hablar varias veces con pueblerinos del Mercado Negro para saber qué tenía que hacer a continuación. Era muy típico que, para completar la misión principal, yo tuviera MUY claro qué tenía que hacer, pero era más complicado hacer entrar en razón a Rufus, que debía ir completando mini misiones secundarias para conseguir llegar a la meta del puzle. Los mejores, sin lugar a dudas, fueron los de la búsqueda de los huevos de ornitorrincos voladores. Me pegué un día o dos para completarlo y mis risas, cada vez que conseguía un huevo de ornitorrinco, eran aseguradas. Y ya no os cuento cómo me lo pasé de bien con el acertijo del teletransportador de conciencia porque entonces ya no paro…
Aunque el juego tiene 10 horas de disparatados diálogos, historia entretenida y original y puzles salvajes que te traban durante días, realmente se me hizo tremendamente corto. Me lo pasé en pocos días y la verdad es que quedé colgado, con muchísimas ganas de seguir jugando. Además, el final es abierto, totalmente preparado para la tercera parte, así que me sentí huérfano al acabar. Necesitaba la tercera parte y la sigo necesitando. Así que, podemos decir que Caos en Deponia es un juego casi redondo, porque por mí habría sido un pelín más largo.

Homenajeando a los clásicos


En resumidas cuentas, Caos en Deponia me ha parecido una aventura gráfica muy digna. Entretenida, delirante y original, Caos en Deponia sorprende al jugador con un tinglado de gran calidad, homenajeando a los grandes clásicos del género y hasta, en momentos, superando en calidad a alguno de ellos. Lo tiene todo para estar en la estantería de cualquier fanático de la aventura gráfica mítica, del Point & Click de antaño.
Si sois neófitos en esto de los videojuegos, mi recomendación es que empecéis a jugar pero desde ahora mismo a La fuga de Deponia, el primer título de esta trilogía y que paséis rápido a Caos en Deponia, porque vais a disfrutar de un viaje que os aportará risas, momentos inolvidables con Rufus y Goal y muchísimos quebraderos de cabeza.
Una de las mejores cualidades de las aventuras gráficas, es esa satisfacción personal que te entra por las venas cuando consigues descifrar los pasos para completar el puzle que los creadores del juego, con toda su mala leche, te han puesto en medio. Si experimentáis ese gustirrín que os entra cuando os veis mejor que el propio Sherlock Holmes, os aseguro que os engancharéis enseguida a este bonito mundo de las aventuras gráficas.

Pero si sois ya unos curtidos en esto de los videojuegos y lo que estáis buscando es un título lleno de acción, realismo y disparos, lógicamente, Caos en Deponia no es vuestro juego. Sin embargo, os lo recomiendo igualmente porque la historia y el humor delirante que impregna cada diálogo y cada escenario son lo suficientemente buenos como para haceros pasar unos días muy entretenidos. ¡Vale mucho la pena probarlo, al menos!
Como juego, es un título a tener en cuenta, divertido y ameno. Como aventura gráfica, se hace un merecido hueco entre las aventuras gráficas más importantes de la historia de los videojuegos. Para ser un título perfecto para mí, tiene que mejorar sus pequeños bugs y alargar la diversión durante unas cuantas horas más, pero esperaré con impaciencia la última entrega de la trilogía, Goodbye Deponia.
Lo mejor: El derrochante humor de los diálogos, el personaje principal y la calidad de sus animaciones faciales, el doblaje al español, los escenarios tan detallados y los disparatados puzzles.
Lo peor: Que se realentice de vez en cuando y que puede hacerse muy corto. Jugarlo sin tener la tercera parte para completar puede ser doloroso.
Puntuación: 8/10

Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Comercio Internacional y Psicología. Es el marido de Kanon y co-fundador de Mientras Lees.