Análisis Gamer, Fallout 3, para PC, XBOX y PS3

Publicado el 18 abril 2013 por Mientraslees


Estamos ante un nuevo análisis gamer, o sea, una reseña de videojuego, y no os creáis que hoy vengo a reseñaros un juego cualquiera, porque lo que os tengo preparado justo aquí es algo mucho más que un juego. Se trata de la tercera entrega de Fallout, una saga de videojuegos mítica de la que yo no había tenido noticias hasta este tercer título (que además, ha dado el salto a las consolas de nueva generación). Pero no me arrepiento de haber conocido la saga gracias a Fallout 3, porque como iréis viendo a medida que leáis este análisis, este juego es casi insuperable.

Desarrolla: Bethesda Softworks
Distribuye: Atari Ibérica
Género: Rol
Subgéneros: Acción,
Lanzamiento: 30/10/2008
Voces: Español
Texto: Español
Plataforma: PC, Xbox 360 y PS3


Bienvenidos al Refugio 101
¡Pues eso mismo, bienvenidos al apocalipsis! Ah, ¿qué no os habéis enterado? El mundo tal y como lo conocemos ha desaparecido. Ha sido destruido en una horrible Guerra Nuclear, pero eso ha sido hace años, está muy lejos de nosotros. Así que no tenéis nada de qué temer. Bueno… tal vez sí, de la radicación que hay en el Yermo, de los mutantes que comen carne humana y de los necrófilos, esos zombies agresivos que pueblan los rincones oscuros. Pero todo eso sólo os puede hacer daño si salís de este refugio, el 101, que es donde empezaréis el juego tras una introducción muy original que además afirmará vuestras habilidades base para todo el juego, así que ojito con lo que elegís.
Empezamos siendo un adolescente (después de haber pasado la faceta de bebé en el tutorial introductorio) y descubrimos que vivimos encerrados en un refugio subterráneo de último modelo diseñado antes de la Gran Guerra Nuclear. Nunca nadie ha salido dese refugio, pues la puerta que lo cierra está totalmente sellada. Aquí dentro tenemos todo lo que necesitamos: comida, agua, ropa, familia y amigos. Cuando cumplimos 10 años, el Supervisor nos dará nuestro querido Pipboy, una máquina que se convertirá en el sistema central del juego, donde podremos ver nuestro vestuario, nuestro inventario, las armas que tenemos en nuestro poder y nuestro estado de salud. Todo se encuentra en esta máquina que portaremos durante todo el juego. Todo es felicidad y el tiempo va pasando por nuestro aspecto y nos vamos haciendo mayores.

Sin embargo, nuestro padre, el eje central de nuestra vida ya que nuestra madre murió al darnos a luz, un día decide traicionar al Supervisor y a todos los habitantes del refugio y se fuga de la seguridad del Refugio 101, dirigiéndose al peligro del desierto del Yermo, ese mundo desconocido que nos espera fuera.
Nosotros no creeremos ni una sola palabra de las barbaridades que dicen sobre nuestro progenitor y en medio de la confusión y el desastre que se ha apoderado del refugio con la huída de nuestro padre, iremos tras él, determinados a encontrarlo y a pedirle explicaciones de por qué nos ha abandonado tan cruelmente. Tendremos que tomar difíciles decisiones antes de abandonar el mundo que conocíamos y adentrarnos en una aventura sin igual. Tal vez nunca más volvamos a ver a esos amigos que crecieron junto a nosotros… Pero les tendréis que decir adiós, no sin antes desquitaros de los abusones de turno que os molestaron cuando niño o vértelas cara a cara con el supervisor.
Y es justo ahí cuando el juego comienza realmente. Cuando atravesamos las puertas del Refugio 101 y nos adentramos en un lugar inhabitable, lleno de radiación y criaturas monstruosas mutadas por la bomba nuclear. Escorpiones gigantes nos perseguirán hasta que los dejemos secos a base de palos, ratas topo digievolucionadas nos perseguirán hasta darnos caza y nosotros sólo estaremos armados con un estúpido bate o una culata de metal que, por ahora, será insuficiente para asegurarnos nuestra integridad física. Es por eso que, fijándonos en la brújula que el juego pone a nuestra disposición, debemos seguir las pistas que nuestro padre nos ha dejado: encontrar Megatón, la mítica ciudad de humanos sobrevivientes al gran cataclismo.

Más de 100 horas de diversión interminable
Al principio, cuando yo empecé a jugar, no puedo negar que me abrumé. Era tantísima información y diferentes opciones desconocidas para mí que se me hizo confuso y difícil. No fue hasta que salí al Yermo que me di cuenta de que tenía un juegazo en manos y que no debía, bajo ningún concepto, dejarlo a mitad. ¿Quién me iba a decir a mí que iba a vivir las próximas semanas totalmente enganchado al universo del Fallout 3? Pues nadie, precisamente esa fue la sorpresa. Nadie me había avisado de que este juego podía llegar a ser tan tremendamente adictivo.
Cuando empezamos a conocer los aspectos técnicos básicos, las habilidades, la manera de disparar y utilizar el sistema VATS (teleobjetivo automático para apuntar a las diferentes partes de una víctima), el juego comenzó a ser cada vez más atractivo. Me di cuenta de que cada uno tiene una personalidad y que Fallout 3 te deja forjar un personaje totalmente fiel a ti mismo. Podéis ser buenos ciudadanos del Yermo, podéis ser hasta Santos, pero también podéis ser el mismísimo demonio, y eso lo conseguiréis gracias al Karma (representado muy simpáticamente en el pipboy con el logotipo del juego, el VaultBoy).
El mapa de Fallout 3 es casi interminable, y no podréis recorrerlo a pie en un solo día, porque necesitaréis horas y horas de juego para conseguirlo. Por lo mismo, encontraréis diferentes entablamentos de humanos, necrófagos y hasta de mutantes, con los que podréis interactuar, hablar y conseguir misiones principales y submisiones o misiones secundarias. Es ahí donde el karma os pesará para bien o para mal, pues tendréis opción de elegir tres tipos de respuestas y hacer que los diálogos corran de tu cuenta. ¿Preferís ser groseros con las personas o ser amables? ¿Os gusta usar el sarcasmo y ser cínicos? Con Fallout podréis darle carácter a vuestro personaje y os aseguro unas cuantas risas porque hay diálogos fascinantes, y todos en español (totalmente doblados por profesionales españoles, profesionales de verdad, quiero decir). Es una tentación no robar todo lo que veis en las casas de los habitantes confiados que te invitan a su ciudad, o robar directamente en los bolsillos de estos pobres desgraciados (aunque a veces, no son tan pobres, porque los hay de todos los colores). Pero si queréis ser buenos, vais a tener que amarraros las manos, y os aseguro que habrá tentaciones de todas las clases.

Si queréis saber lo que hice yo, os lo contaré: fui más malo que el demonio. Fui a Megatón y casi maté a todo Dios allí dentro. Y no, no me refiero a que eligiera la opción de destruir el pueblo con la cabeza nuclear que tienen en un charco, porque yo elegí la opción “buena” de desactivarla… no, me refiero que cogí y empecé a matar a todo ser viviente que me dirigía la palabra y no veas la que monté. Eliminé personajes fijos que debían estar en el pueblo y hasta a un posible “acompañante” en un futuro. También maté a unos cuantos comerciantes, llamados “caravanas”, que llevan sobre Brahmáns todas sus mercancías. Eran peliagudos de desaparecer, porque van acompañados de “guardianes” armados hasta los dientes, pero si conseguís reventarlos, el botín era tan valioso que las babas se me escapaban de la comisura de la boca de sólo pensarlo. Y no está demás comentaros que me obsesioné con robar “llaves” ajenas, para abrir todo tipo de armarios. Era un saqueador profesional, conmigo debías agarrarte hasta el corazón y los calzoncillos, porque si te descuidabas desaparecían.
Además de esta libertad, esta total falta de normas morales más que las que vosotros mismos os pongáis, a parte de las misiones y las misiones secundarias (que son muy entretenidas y que además nos ayudan a disfrutar de la historia del universo de Fallout 3) también encontraréis minijuegos y misterios o huevos de pascua. Uno muy curioso y literario lo encontré en un lugar extraño, pegado a una esquina inferior del mapa, en donde se encontraba un edificio lleno de necrófagos (humanos que han degenerado por la radiación y se han convertido en zombies caníbales). Entre las primeras mesas que encontré, había un montón de holocintas, que son como grabaciones, y que contaban la historia de un joven que viajaba con su padre en busca de “un libro”; la cosa es que si seguías el camino y encontrabas todas las cintas, llegabas hasta el lugar donde el hijo, enajenado por culpa de la horrible influencia del libro misterioso, se encontraba encerrado. ¡Y cuidado porque te atacará! Y resulta que el libro famoso era el Necronomicon, el libro ficticio que H.P. Lovecraf se inventó y del que circulan tantas leyendas. ¡Fue un toque muy original!

Y así podría seguir hasta aburriros, porque en el Fallout 3 todo esconde sorpresas que el jugador debe investigar. Todo el mapa está lleno de ubicaciones con interacciones inesperadas con otros personajes, con minijuegos y con miles de opciones que alargan el título durante horas y las cuales consiguen que, una vez terminado, os lo podáis volver a instalar en el ordenador y volver a jugarlo, disfrutando nuevamente de todo porque habréis dejado mil cabos sueltos sin descubrir (y eso que os hablo del Fallout 3 sin ningún tipo de expansión).
¡Arriba las manos! ¿Amigo o Enemigo?
El universo de Fallout 3 es vasto y extenso. El universo devastado que nos presentan es tan innovador y tan lleno de sorpresas que no podían faltar miles de amigos y de enemigos. Entre los amigos encontramos a personajes de todo tipo, entre ellos Necrófagos, Mutantes (el personaje de Fawkes es tremendamente adorable, me llegó hondo), Negreros (gente experta en convertir a otros en esclavos) y, por supuesto, a los miembros de la Hermandad del Acero, un grupo político organizado que lucha contra el Enclave.
El Enclave forma parte de la trama principal del juego, pues es el gobierno “vigente” en el universo del Fallout, en cuya emisora de radio (podemos escuchar la radio desde el Pipboy) podremos entonar el himno nacional y escuchar toda la propaganda política barata que se gasta el Presidente y todo su séquito. Ellos son nuestro enemigo más directo, pues quieren apresar a nuestro padre por experimentos de alto valor para la humanidad que él está realizando (ya os enteraréis de más detalles si jugáis, os aseguro que es muy interesante). Junto a ellos nuestros enemigos más importantes son los Mutantes, seres verdes y gigantes que quieren comerse nuestra carne, aunque nadie entiende muy bien por qué, ya que tienen inteligencia, pero nos odian sin más discusión.

Además de ellos, también están los Saqueadores, gente normal y corriente que se ha enganchado a matar y saquear ciudades enteras, destrozando el orden natural establecido. Gente anti sistema, drogadas hasta arriba de sustancias adictivas y que cada vez que nos vean merodeando en sus campamentos, tratarán de devanarnos los sesos sin mucha delicadeza. A veces, los necrófagos también serán nuestros enemigos, sobre todo los necrófagos salvajes, que pueblan los metros destruidos, que son también una de las vías de transporte más importante en el juego (el mundo sobre la tierra está tan destruido que no nos queda más remedio que viajar por el subterráneo para llegar a algún sitio del mapa). Y cuidado con entrar en ciertos edificios infestados de robots programados para destruir cualquier piel blanda como nosotros.
Ya veis que en el Fallout tendremos que cubrirnos las espaldas, porque aparte de los monstruos salvajes que encontremos, y toda esta fauna humana que os he explicado, también tendremos que tener cuidado de nuestros propios amigos, porque si nos pillan haciendo algo malo como robándoles o matando a un amigo ante sus ojos, sacarán armas y nos aniquilarán (si les dejamos, claro).

Y esto me lleva a hablaros de la gran variedad de armas y armaduras y otras vestimentas que tenemos. Podemos defendernos con una gran diversidad de instrumentos caseros, pero yo prefería las armas de energía como las metralletas láser o los rifles, tremendamente poderosos, capaz de dejar reducido a cenizas o un pegote verde a nuestros enemigos. A parte de estas, también encontramos las metralletas más normales, las escopetas y hasta espadas samuráis. Todo para ver volar sin piedad miembros de nuestros enemigos, aquellos que se atrevan a molestarnos lo más mínimo. Como curiosidad, os digo que hay un arma muy potente escondida en una nave extraterrestre… ¿Que dónde? Tendréis que buscarla ;)
Acción y Rol: todo junto y revuelto
Una de las cosas más atractivas de este título es, sin lugar a duda, la manera en la que mezcla el rol más clásico con la acción más bestial. Y es que iremos subiendo de nivel con el avance del juego, ganando experiencia por cada encargo realizado, por cada víctima asesinada de forma original y por cada compra o venta importante. También iremos ganando puntos de habilidades, para conseguir una enorme lista de habilidades especiales vinculadas estrechamente a nuestro aspecto más avanzado. Por ejemplo, si empezamos a darle muchos puntos a la habilidad de sigilo, podremos elegir, cada vez que subamos de nivel, nuevas habilidades especiales relacionadas con el sigilo. Pero no podemos elegir entonces las que están vinculadas con la habilidad de robar… Tendremos que saber qué nos conviene y que nos vendrá mejor en nuestro juego, ya que eso afectará también a lo que podremos hacer o no en el mapa.
Por poneros un ejemplo: si descuidáis vuestras habilidades de ganzúa o de ciencia, no podréis abrir taquillas cerradas con un método de ganzúa avanzado, ni tampoco podréis hackear todos los ordenadores que encontréis por la zona, que esconden información de la historia y el universo que os interesará, o que os dejará entrar en zonas prohibidas sin que nadie se dé cuenta. Vamos, un sinfín de diversión desperdiciada si no aplicáis bien la estrategia.

Uno de los grandes inconvenientes de este juego es que el nivel máximo para el jugador es el nivel 20. A no ser que os hagáis con una expansión no podréis seguir subiendo de nivel, y eso me parece un chasco, porque no seguiremos ganando puntos de habilidad y no tendremos al personaje al 100%. También me pareció muy pobre el sistema de creación de armamento original a partir de basura que encontramos por el mapa. Esto ya me lo había encontrando en Dead Island, en los llamados “bancos de trabajo” y en el Fallout 3 creo que le falta un repaso y un buen pulido, pues nos ofrecen pocas opciones y no son precisamente muy originales. Casi podría decirse que pasé el juego sin preocuparme demasiado por estas armas “caseras”, aunque las conseguí casi todas (me faltó una).
A parte de esto, también tendría que censurarle el control del personaje, pues la cámara en tercera persona es rudimentaria y a veces se queda en ángulos molestos para la vista, incómodos para jugar plenamente. Al igual que el salto del personaje, que deja la impresión de estar mal diseñado, ya que casi no es ni perceptible y cuesta calcular en el juego. Podría decirse que casi no saltaba en el mapa, porque no era casi necesario y era molesto hacerlo.
Sin embargo, tanto el apartado gráfico como la recreación del ambiente post-apocalíptico que hace gala el juego, son tremendamente envidiables. Podría decirse que si os despistáis, pensáis que de verdad ha pasado, que una guerra Nuclear ha destruido el mundo y que te encuentras en el desierto que antes era tu país, caminando y escabulléndote por los matorrales. El hecho de que se haga de noche y de día, que haya horas de sueño y que las cosas cambien a lo largo de las horas, da una impresión de realidad apabullante y convierte a Fallout 3 en un juego que cuida meticulosamente los detalles.

¿Y qué me decís de la historia? El argumento que nos abruma desde el principio es adictivo, una verdadera obra maestra. Una novela llena de giros argumentativos que se convierte en un videojuego que no te suelta hasta que no hayas llegado hasta el ansiado final. Una línea argumental original, llena de sorpresas, de huecos que desentrañar y con tu nota personal encima, cambiando los acontecimientos tal y como a ti te apetezcan.
En resumen que tanto gráficos como ambiente están perfectamente construidos. Aunque, lamentablemente, no está exento de bugs, y ya no hablo de bugs divertidos (que también tiene, como cuando te teletransportas a una ubicación y los cuerpos de tus víctimas se encuentran en el cielo y caen de pronto al suelo), sino de esos que te joden la partida y tienes que reiniciar para volver a jugar, pues te quedas trabado entre una pared y el suelo y no hay fuerza sobrehumana que te saque del maldito rincón. No obstante, esto es un mal menor comparado con la joya que nos ofrecen los desarrolladores, se puede perdonar, al igual de la omisión casi completa del sexo en toda la entrega.
Un empujoncito para los más indecisos
Si aún después de haber leído este enorme análisis que he realizado de un juego que no necesita ni presentación aún tienes dudas, te diré que seas valiente y las disipes cuanto antes: juega a Fallout 3 y dale el beneficio de la duda. No te arrepentirás, pues es un juego que merece ser comprado y expuesto en el mejor lugar de la casa.
Nos encontramos ante un juego que cuida hasta el más mínimo detalle de una obra inmensa, con gran cantidad de seguidores en todo el mundo. Tanto apartado gráfico como argumental son atractivos y ni siquiera dejan hueco al despiste en el apartado musical, ya que nos encontramos ante un videojuego con una banda sonora inigualable, construida a base de pistas de música de los años cincuenta, con canciones como “Mighty, Mighty Man”, de Roy Brown, o “Crazy He calls me”, de Billy Holiday, que aportan un aura tétrica a todo el devastador escenario (ritmos Swing mientras bebemos agua irradiada o ayudamos a esclavos apresados por los mutantes). Todos los detalles de este juego, lo convierten en un título único que hará las delicias de todo aquel que le dé una oportunidad.
Ni siquiera necesitáis ser aficionados al mundo de los videojuegos. Sólo necesitaréis tener un ordenador moderno y ganas de descubrir un mundo totalmente nuevo. Neófitos y expertos, os aseguro que Fallout 3 suplirá todas vuestras necesidades y no os arrepentiréis de haberle dado unos minutos de vuestro tiempo. El mismo que habéis invertido en leer este análisis será suficiente para engancharos hasta llegar al final. Un juegazo sin igual que, además de daros horas y horas inolvidables, también os sorprenderá con una inmensa lista de referencias culturales (más de una os sacará una sonrisa).
Y ya paro aquí, no sin antes daros mi última recomendación: sed siempre valientes, tanto en el juego (sobre todo al final) como en la vida real y dadle una oportunidad y agradeceréis haberme leído. ¡Os lo prometo!

Lo mejor: Todo lo que se me viene a la mente es genial, tanto gráficos, como argumento del videojuego, el libre albedrío, el sistema de juego, la música y la ambientación, etc...
Lo peor: Algunos bugs que me bloqueaban el personaje entre el suelo y el techo o el hecho de que el sexo no esté representado de forma realista. También hay que decir que la cámara en tercera persona es mejorable, al igual que haber limitado el juego para las expansiones me parece un poco mezquino.
Puntuación: 9/10


ESCRITO POR DAICHAN
Estudiante de letras y otaku apasionado. A parte de leer, jugar a videojuegos y ver películas, adora estudiar y enseñar japonés. Administra Mientras Lees desde hace dos años y su sueño es convertirse en librero. Podéis encontrarlo en su bitácora personal.