ANÁLISIS: Gears of War: Ultimate Edition

Publicado el 30 agosto 2015 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Una de las sagas de Microsoft más emblemáticas, capaz de vender por una consola solo para jugar a ese juego, nos llega en una remasterización más que digna. Hablamos de Gears of War: Ultimate Edition, y aunque viene sin alguna novedad jugable (tampoco le hacía falta) nos hemos quedado completamente satisfechos con el lavado de cara que ha recibido el juego, que ya de por sí fue un portento en nuestra querida Xbox 360 y con sus pequeñas variedades en el control. Sí es verdad que pudo haber llegado junto con sus dos siguientes entregas numéricas y Gears of War: Judgement (amado y odiado a partes iguales), pero si somos sincero, Microsoft ya tuvo ciertos problemas con la Master Chief Collection de Halo, por lo que el haber querido lanzar esta primera entrega en solitario ha sido un acierto redondo. Y os daréis cuenta cuando juguéis, ya que viviréis exactamente lo mismo que vivísteis en aquel 2006. ¿Llegará la remasterización de los otros dos? ¿Se centrarán en GoW de nueva generación? Como no sabemos, y no vamos a especular, hablemos de lo que sabemos seguro, y es que el trabajo remasterizado de Epic Games es una compra obligada a los que a día de hoy cuentan con una consola Xbox One.

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

XBOX ONE

VERSIÓN ANALIZADA

XBOX ONE

DESARROLLADOR

MICROSOFT

DISTRIBUIDOR

MICROSOFT

VALORACIÓN

9’3

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

En este análisis, vamos a explicar y detallar el lavado de cara, por lo que no haremos un análisis como solemos hacer normalmente, hablando de cosas que ya sabemos. Insistimos, el juego es el mismo que el que ya salió para Xbox 360.

¿Mejora solo lo el apartado técnico? La respuesta, en este caso, es un rotundo no. Y es que se han centrado en el control del mismo, de ahí que destaquemos el trabajo de (ahora) Microsoft. Por un lado, la reanimación a nuestro compañero de equipo desde una cobertura, algo que sí, que facilita un poco el juego, pero recordemos que hay un notable aumento de la inteligencia artificial de nuestros enemigos, que de por sí no era mala antiguamente (pese a no ser brillante todo hay que decirlo).

En el modo multijugador, tenemos de nuevo el gran modo cooperativo, y el competitivo (mejor incluso que el primero para los fans de la saga). En el cooperativo, podemos dividir nuestra televisión en el clásico “a pantalla partida” y, como novedad, podemos elegir cada uno el nivel de dificultad. Algo que más que no descartamos que se empiece a usar a partir de ahora ya que no todos los jugadores le gustan el máximo o el menor nivel de dificultad. Ahora, cada uno puede jugar, con su compañero, como más le guste. En el multijugador, destacar que además de lo ofrecido en la versión de Xbox 360, tenemos los exclusivos hasta ahora de PC, que eran tres.

A nivel técnico, Gears of War: Ultimate Edition, mejora muchísimo. Sobre todo, en lo visual, en donde es capaz de llegar a 1080p y mantiene una estabilidad a 30fps en el modo campaña y, en el multijugador, 60fps. Además de ello, la iluminación y un moderado en los colores de casi todos los elementos, más vivos, más notorios y por consecuencia, más reales. Quizás lo más notorio de una versión que, en su día, fue un portento gráfico. En cuanto al apartado sonoro, poco hay que mejorar, ya que lo anteriormente presentado era casi perfecto. Al igual que su doblaje.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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En definitiva, Gears of War: Ultimate Edition es una compra obligada para todos aquellos jugadores. Hayan jugado o no, les guste o no la saga, tengan una Xbox One o no… Gears of War: Ultimate Edition es un título que mejora lo ya presentado en 2006, y que aunque a fin de cuenta es una remasterización (de las mejores hechas hasta ahora) no debemos dejar de escapar esta nueva oportunidad. Tan disfrutable y tan buena como la original.

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