Vuelve a tocar el turno de una de nuestras marcas por excelencia para periféricos jugones, en este caso ampliaremos la familia de los ratones que tenemos ya criados en Generación Pixel. El nuevo sujeto en cuestión es conocido por el nombre de “Ouroboros”, y si el nombre acojona, más lo hace la presentación del mismo que procederemos a diseccionar a lo largo de este análisis.
Ya os hemos hecho saber la calidad que destila la marca Razer para sus productos, no os cogerá de sorpresa, pero como dicen que nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión, la de Ouroboros no podía ser mejor.
La presentación de Ouroboros es impecable, cosa que al comienzo os indicábamos y ahora subrayamos. Como si de una pieza de coleccionista se tratase, o la obra más valiosa de un museo, Ouroboros nos llega, para nuestra sorpresa, en una caja de plástico duro simulando el cristal para que observemos el ratón en todo su esplendor. Nada más, una base negra donde en relieve se indica su nombre y el ratón en un expositor digno de museo. Todo no podía ser tan bonito, así que la contra de esta bella presentación no es otra que la de que el ratón viene suelto encima del expositor, quiere decir que en un mínimo movimiento más brusco de la cuenta el periférico se va al traste, revoloteando libre por la urna de “Cristal”.
Cuando abrimos “la caja de pandora” nos encontramos lo típico en estos casos, todas las parafernalias de instrucciones que hardcores como nuestros lectores no necesitan (Peloteo barato), sus guías de uso y utilización, sus pegatinas de la marca Razer que viene en cada producto más el pack de la base de carga del ratón, unas aletas supletorias por si queremos “tunear” el periférico para mayor comodidad y cómo no, el ratón obviamente.
Lo primero que ansiamos coger es el maldito ratón, que ante semejante envoltorio da una sensación de prohibición que atrae. La sensación no andaba nada mal, es coger el ratón y posar nuestra palma de la mano sobre el mismo y provocar en nosotros lo mismo que provoca todo lo que fabrica Razer, trabajo bien hecho y acabado de mucha calidad. La ergonomía es de un nivel muy notable, pero si no está al gusto del consumidor no hay de qué preocuparse, Ouroboros trae una rueda en la parte trasera que nos permitirá cambiar la forma original del mismo, subiendo o bajando la altura de la zona de apoyo de la mano para así alcanzar la comodidad óptima para cualquier usuario.
El peso del ratón es quizás en lo que más se pueda discrepar, algo pesado para los más acostumbrados a ratones ligeros, sobre todo para shooters que es para lo que está pensado. La razón de ese peso “extra” puede ser debido a que estamos frente a un ratón inalámbrico, ello requiere una pila recargable que por poco que pueda pesar, es una carga extra para el periférico.
Como en todos los ratones que hemos analizado en la web, la instalación es lo más sencillo del planeta, conectar mediante USB y disfrutar, en este caso Ouroboros tiene algo más de complicación, pero no abráis la ventana aún, es simplemente conectar mediante USB la base del ratón, una base minúscula, a raíz de ahí simplemente hay que encender el ratón dejando pulsado el botón doble debajo de la rueda de scroll durante 3 segundos. Posteriormente y como último paso, si la base no reconoce de primeras el ratón hay que realizar un sencillo y último paso, sincronizarlos pulsando a la vez el único botón que trae la base, más los cuatro (dos en cada lateral) de color plata que trae Ouroboros hasta que las luces parpadeen al mismo ritmo.
Si queremos personalizarlo a más profundidad tenemos nuestro “querido” Synapse 2.0 con e que poder juguetear con el cacharrito un poco más profundamente, aunque el ratón de por sí trae buenas opciones de configuración a través del propio periférico como por ejemplo el ajuste del dpi.
Ya metiéndonos de lleno en la parte meramente técnica, el ratón nos ofrece una tecnología 4G con doble sensor para una precisión y calidad extrema, con la que adaptarse a cualquier superficie. La tecnología inalámbrica que permite total libertad al usuario, sin perder un ápice de respuesta. Totalmente adaptado para diestros y zurdos, poseyendo una forma simétrica con pequeños elementos que podemos adaptar al gusto dependiendo de nuestras manos. El dpi máximo que nos ofrece es de 8200, poniéndose a la altura de los más punteros de la marca, siempre ajustables claro está. La duración de la batería es de unas 12 horas de juego continuado, y con unas 8 horas de carga lo volveríamos a tener al 100%, aunque con la mitad de tiempo ya lo tendríamos al 90% de carga.
Ouroboros posee 9 botones, con lo cual lo hace un ratón muy comodo y adaptable a cualquier tipo de usuario. No es un ratón pensado para juegos al estilo RPG o MMO, pero tras realizar las distintas pruebas con el mismo, se desenvuelve bastante bien en estos terrenos, por supuesto rozando la perfección en juegos de acción tanto en primera como en tercera persona.
Por lo cual, y finalizando con nuestras impresiones tras llevar más de una semana probando Ouroboros en la redacción, podemos decir que es un ratón de marca Razer, cosa que va indicando mucho del mismo por la calidad de sus acabados, además de que tratamos con un ratón inalámbrico, tan poco acostumbrados que andábamos ya y que tantísima buena sensación nos ha dejado. A un precio aproximado de unos 130€ lo aconsejamos a los más asiduos a esto del juego en PC, sobre todo de acción, si eres un esporádico, la misma marca ofrece otros ratones de menor coste a una grandísima calidad.
LO MEJOR
-Ergonomía
-Duración de la batería
-Presentación
LO PEOR
-Peso
-Precio
“Nuestra forma de valorar el hardware“