[Análisis] Juego de Tronos 4×03: ‘Rompedora de cadenas’
Adriana Tejada Cuadrado 22 abril, 2014 0
Crítica del episodio de Game of Thrones ‘Breaker of Chains’. Pues sí, lo han vuelto a hacer. Y no, no me refiero a presentar cuerpos desnudos sin ningún tipo de pudor, o a hacer maravillosas adaptaciones de momentos que en nuestra mente nuuuunca habrían sido tan agradablementes asfixiantes, como el momento azul del episodio anterior.
No, me refiero, más bien, a esos episodios sin rumbo fijo en los que nos acabas sabiendo qué pensar de los personajes o de hacia dónde nos quieren llevar. Hablo de esos episodios de Juego de Tronos en los que estamos más perdidos que Daenerys en el desierto de Almería. No os equivoquéis, está bien el episodio, pero forma parte de la media de la serie. Eso le pasa por ir detrás de uno tan bueno. Si es que con tanta calidad no se puede trabajar bien.
Ojo queridos frikartistas, no seáis agonía y si no lo habéis visto no sigáis leyendo. Los Spoilers y tal.
Desembarco del Rey
Me ha gustado el inicio del episodio. Lo recupera en el mismo segundo en que acaba el anterior, con el desagradable rostro de Joffrey azul cual genital de la Guardia de la Noche. El señor todopoderoso Lannister, el gran Twyn, no piensa perder el tiempo, y protagoniza junto a su nieto Tommen y una ¿ausente? Cersey uno de los mejores momentos del episodio.
Total, a rey muerto rey puesto.
Luego llega Jamie y todo va a peor. Ese huequito que había logrado hacer en nuestros corazones puramente starkianos desde el principio de la serie, ese sitio especial y adorable que había conseguido con su comportamiento con Brienne de Tarth (una gran ausente el 4×03), lo ha perdido en el momento en que ha decidido violar a Cersey.
Pues sí, así es señores. Aquí el amigo mano de oro, ha llegado y tomado a la fuerza contra el suelo a su hermana/mujer mientras descansaba el cadáver del hijo de ambos justo encima. En honor a la verdad, esto es algo que aquí los amigos David Benioff y DB Weiss, con la colaboración de Alex Graves supongo (guionistas y director del episodio, correspondientemente) han escrito. Así un poco porque les ha dado la gana, porque en el libro no es así. Son ya varios los artículos que denuncian este hecho alegando que si hay que darle un punto más machista a la serie a través de este tipo de detalles modificados.
Pues sí que hace calor aquí
Una mini orgía multisexual organizada por el príncipe Oberyn se ve disuelta cuando Twyn Lannister aparece en el burdel en que se encuentra el de Dorne con su amante y sus nuevos amigos por encargo.
El patriarca gitano de los Lannister y él se ven inmersos en una situación en la que se necesitan mutuamente. Y no, no es con erótico resultado (aunque parezca que sólo tienen intención de perfilar al personaje de Oberyn hablando de su bisexualidad), en absoluto.
Twyn le ofrece ser el tercero de los jueces en el ‘Juicio’ que se le hará a Tyrion por el presunto asesinato de Joffrey, con el suegro del matagatitos y el propio Twyn como acompañantes. Oberyn parece dudar pero…
Burdeles y mazmorras
A un sufridor Tyrion al que tan sólo visita el pobre Podrick Payne, que le informa de lo negras que son sus posibilidades, y de que será el príncipe de Dorne el tercero de sus jueces en el tribunal que se organizará en quince días.
Tyrion es un pequeño Poirot intentando averiguar quién ha sido el asesino de su sobrino, mientras que todo el resto del mundo piensa que ha sido él. Su propio escudero le pregunta. Total, después de todo no hubiera sido tan extraño ¿no?
El mundo es un lugar mejor sin él
¡Yo quiero mi corona!
Eso viene a ser lo que piensa la preciosa y nunca suficientemente alabada Margaery Tyrell mientras habla con su abuela, esa señora que todos queremos que se case con Twyn Lannister. La ambición de uno de los personajes que más ha ganado en la serie, y con más matices gracias a la actriz, dicho sea de paso, deja ver una desesperación por ser gafe en cuanto al ‘amor’ se refiere. Y con amor, quiero decir coronas.
Y mientras tanto, donde la loca de rojo
En Rocadragón, las tensiones entre Stannis y Davos continúan. Claro, es lo que tiene perdonarle la vida al sobrino bastardo de tu rey, que no lo lleva bien. El pobre Davos continúa sus lecciones en las que aprende a leer con la hija del Rey. Y como si de su personaje secundario en un procedimental se tratase, le da la clave para conseguir dinero para volver a la guerra.
Desde aquí hago un llamamiento para que se preste más atención al de las Cebollas. Por favor, los Siete Reinos lo necesitan.
Qué pequeño es el mundo
Sansa aparece, y con uno de sus momentos interpretativos estelares. Me da un poco de pena por la chica, sólo la dejan que llore y ponga cara de castigada sin recreo. A ver, el personaje y la situación de la pobrecita mía no es para menos, pero espero de corazón que ahora que parece que su trama coge ritmillo se aprovechen las, aparentes, capacidades interpretativas de esta chica.
Sansa ha huido con ser Dontos, el bufón gordito que le había regalado un collar y prometido que la sacaría de allí porque ella, al principio de la segunda temporada, le había salvado de que Joffrey lo matase por pura diversión. Va a buscarla justo cuando el Pretty Little King muere, de esa manera tan sutil como llegó al mundo.
Juntos, huyen en una barca, y cuando Sansa sube la escalerita que la conduce a un lugar seguro, la sujeta una mano y ¡oh sorpresa! Meñique is back.
Como es costumbre con este pequeño gran hombre, el pobre borracho no acaba muy bien… ya veremos Sansa.
El gordo y la flaca
Pues sí, Arya continúa molando. Se cruzan con unos granjeros con poco dinero que les permiten comer con ellos y les ofrecen dinero a cambio de trabajar en las tierras
‘Con alguien como tú no se atreverían a robarnos. No te ofendas’ le dice el hombre al Perro.
Nono, es un halago desde luego.
El can gigante acaba dándole un golpe al señor agradable y llevándose el dinero que le había prometido por su trabajo. Arya aprende, igual que siempre, cómo son las cosas en ese mundo. Quien no se puede proteger, no merece la pena, es a grandes rasgos la enseñanza del Perro.
Arya resulta tan interesante, en mi opinión, porque es el personaje que más aprende, que más se transforma. Le tiene cierto aprecio al Perro, más que a cualquier otro personaje.
Por el Muro a la derecha
El niño, evidentemente, sale por patas, y se lo cuenta todo a un Jon Nieve que parece algo más expresivo de lo habitual. No es culpa suya, es el Stark triste (OJO). Deciden defender la frontera cuando los pobres chicos que estaban atrapados en la casa de Craster regresan, contando que siguen allí los demás. Eso sí es un peligo…
… y con tanto violador suelto, el siempre genial Sam decide llevar a Eli y a su bebé a Villa Topo, ese pueblecito cercano al muro conocido por sus prostitutas. Momento tenso entre ambos… aiiins Sam deja de comprar Fantas y pásate a la Cocacola hombre, que la chica lo está deseando. Pero vamos que con tanto frío ya son ganas.
Bondage
Pues sí, así podría haberse llamado el episodio, al que la Khalesi le pone el nombre con un ‘Rompedora de cadenas’ en el que aparece frente a la ciudad de Meereen. Los ciudadanos se agolpan con sus esclavos en los balcones de la muralla de la ciudadela.
Y claro, se ve que ocupan todos los servicios, así que cuando, como marca la costumbre, mandan a su guerrero para enfrentarse a los enemigos (aka la Khalesi and company) el chico pues decide que ese es un momento tan bueno como cualquier otro para miccionar. A ver, o eso o lo que dicen en la serie, que si es una falta de respeto porque no vale nada y tal, pero yo me quedo con la otra teoría que es más potente.
Ser Pagafantas Mormont se ofrece a enfrentarse a él, pero la del amoníaco capilar decide que mejor el guaperas de Daario Naharis, que para eso tiene más morbo. El chico evidente se marca un puntazo casi sin moverse del sitio matando al de la ciudad de Meereen. Cuando el machote decide sacársela en medio del desierto para orinar en la arena la Khalesi se decep…
Daenerys hace acopio de sus estudios de oratoria y da un maravilloso discurso arengando a los esclavos de la ciudad a que abandonen a sus amos, al igual que logró que hicieran en otras ciudades, como en Astapor, y demostrándoles cuáles son sus ejércitos… de antiguos esclavos.
Y para muestra, una catapulta. Pero su intención no es herir al pueblo, lo que les arroja son eslabones de cadenas, yugos y collares de cuero de esclavos. Y así acaba el episodio, con un bonito collar de control de cuero en la mano de un esclavo que se plantea si seguirla o no.
Y es que la Khalesi, cuando quiere, es muuucha Khalesi.