Ya tenemos entre nosotros la ultima entrega de la franquicia Killzone: Killzone Mercenary, uno de los estandartes de Sony, y no es una entrega cualquiera; desde su anuncio, hace ya un par de años, la compañía japonesa ha querido que ESTE fuera “el shooter de Vita”, el que marcara un antes y un después en este género en cuanto a portátiles, y en definitiva, que fuera el ansiado vende consolas que le hace falta a la pequeña de Sony. Pues desde aquí podemos dar fe de que han hecho un trabajo extraordinario, y de que cualquier fan de la saga Killzone va a quedar mas que satisfecho con con el trabajado modo historia y sobre todo con el adictivo y perfectamente trasladado desde sus hermanos mayores, modo online.
Analisis Killzone Mercenary
El juego es obra de la gente de Guerrilla Cambridge o mas conocidos como SCE Cambridge Studio que para que os situéis os diré que son los mismos Cambridge que nos trajeron la saga MEDIEVIL para PSX y que mucho antes formaban la legendaria Psygnosis, con los que ya tenemos currículum de sobra para saber que tras Mercenary hay de todo menos manos inexpertas.
Pasamos entonces a hablaros de las bondades de este titulo y de sus (pocos y escasos) puntos en contra.
La guerra es nuestro negocio
Si por algo se caracteriza la saga Killzone, es porque plantea un conflicto que aún saltando hacia adelante en el tiempo unos cientos de años, no deja de resultarnos familiar, pues son los traumas que ha sufrido Europa durante el siglo XX los que alimentan el rico creado por guerrilla. El abuso del tratado de Versalles, la profunda depresión económica que favoreció la subida al poder de los autócratas como Hitler y la hipocresía de las potencias envueltas en la contiendas armadas con falsa diplomacia y justicia; todo esto y mucho mas late dentro de Killzone, ademas de esa estética retro-futurista de la facción Helghast, que provoca que enseguida surja cierta empatía u odio hacia esa sociedad, belicosa a primera vista, pero en el fondo simplemente resentida hasta el límite.
Somos Arran Danner, antiguo soldado de la UCN reconvertido en mercenario de la compañía Phantom, atrás quedaron los falsos ideales y las misiones de paz que terminaban siempre en carnicerías lo que ahora cuenta es el cheque, ni los discursos ni las banderas, el dinero fluye mientras otros se matan entre si, y ahí estamos nosotros para hacernos ricos.
Con estas premisas comienza la historia justo al final del primer Killzone durante la Invasión Helghast del que una vez fue su hogar , el planeta Vekta, trabajamos esta vez para la ISA, recorriendo a toda velocidad el frente sorteando balas en ambos sentidos para rescatar a una notoria almirante de la ISA de las manos del coronel Viktor Kratek, un despiadado Heghast que viene a ser una suerte de Josef Menguele y que será nuestro principal antagonista a lo largo de la aventura, siendo un villano a la altura del recordado Radec de Killzone 2.
No tardaremos en saltar unos años en el tiempo, esta vez en la Invasión de Helghan por parte de la ISA , de nuevo a las ordenes de estos últimos tendremos la sencilla tarea de escoltar al embajador de Vekta y a su familia para que no sean ajusticiados. Por supuesto todo se ira al traste y descubriremos, que el hijo del embajador, Justus, esconde un secreto que todos quieren conseguir a cualquier precio y que derribara mas aun los pocos principios que le quedaban a Danner. Sin darnos cuenta estaremos cumpliendo misiones para ambos bandos, pero siempre con la sombra de Kratek sobre nosotros, y con el apoyo de la organización Blackjack, vendedores de armas y auténticos beneficiados del conflicto.
Solo importa una cosa… el cheque
Se nota y mucho que la gente de Guerrilla ha tenido en cuenta a los fans de la franquicia, que llevaban años pidiendo tomar parte en el conflicto del lado de los Helghast, esto no es estrictamente así pues los guionistas se han beneficiado de tener un protagonista sin bandera para eludir los ideales polémicos, pero esta vez podremos ponernos a las órdenes de Helghan y beneficiarlos en la contienda , siempre por un módico precio.
La jugabilidad ha evolucionado, podemos estar de enhorabuena, Killzone Mercenary contiene los controles y características jugables vistas en Killzone 3, incluyendo la posibilidad de saltar y de deslizarse así como de tomar coberturas, pero añade numerosas novedades, tales como el pirateo, el interrogatorio de oficiales (para conseguir coleccionables e inf0rmación complementaria que podemos vender a los bandos) y sobre todo las cápsulas Blackjack, que nos permiten usar nuestras ganancias para personalizar nuestro equipo y armas.
La importancia del dinero es otra de las grandes novedades de esta entrega, nuestro monedero siempre estará presente en pantalla y este marca nuestra experiencia como mercenario y nuestras posibilidades de éxito en las misiones. Ya no podremos recoger las armas de los enemigos caídos, pero si su munición, la cual a veces llega a escasear y nos obliga a abandonar nuestro parapeto, dando muy buenos momentos de tensión. Nuestro monedero se recarga a base de cumplir objetivos, primarios secundarios y con bajas, muchas bajas, y que sean variadas, ajustadas y en definitiva que sean lo mas destructivas posibles. Con este dinero podremos acceder a las cápsulas que la organización Blackjack tiene colocadas por todo Helghan y Vekta y comprar desde armas a armaduras y equipos con diferentes pros y contras, explosivos, etc. en resumen, crear una equipación que se amolde a nuestra manera de jugar (las misiones se pueden enfocar desde la acción pura, al sigilo absoluto, premio para Guerrilla).
Otra de las novedades son los dispositivos Van-guard, una suerte de “poderes” tecnológicos (si me permitís el término), que podemos adquirir y cuyo uso, altamente destructivo o beneficioso, está limitado teniendo que ir recargándolo con mas bajas a nuestro favor, desde una mejora notoria del radar a controlar un avión espía y arrasar la zona desde los cielos o a un muy apreciado camuflaje óptico, siendo nuestro favorito un pequeño drone teledirigido que va directo a las cabezas de nuestros enemigos con resultados… dramáticos.
Hay que destacar la inclusión de un radar muy útil pionero en la saga y motivo de muchas alegrías. Se pierden los pasillos eternos: ahora por fin tenemos zonas amplias con diferentes entradas y posibilidades, mas o menos patrulladas y por supuesto gracias al radar podemos detectar a los oficiales de ambos bandos, a los que si pillamos por la espalda les sacaremos valiosa información a golpe de nudillos y cuchillo. Estos oficiales suelen estar muy bien acompañados y prestar bastante resistencia al interrogatorio, con lo que tenemos otro añadido muy de agradecer. Como podéis ver, no solo tendremos mayor libertad de acción sino que las misiones tienen objetivos secundarios que aumentan el reto y hacen que todo deje de ser una barraca de feria como en tantos juegos del género.
Todos estas novedades, tienen un objetivo extra: suavizar la transición hacia la próxima entrega de sobremesa, el esperado Killzone Shadow Fall para PS4, que contara con varias de estas características (como muchos sabréis en la futura entrega: zonas abiertas, mapa y drones estarán ahí) y que en resumen hacen que la franquicia siga moviéndose, lo que beneficia a todos.
Breve pero rejugable
9 NIVELES DE UNOS 30 MINUTOS DE MEDIA
La campaña os llevara fácilmente en vuestra primera partida unas 7-8 horas, si le cogéis el gusto al tema del sigilo cazar a los oficiales y conseguir los coleccionables pasareis sin problema de las 10 horas, lo que es ya un placer en un juego del género, pero Guerrilla es muy consciente de la duración y ha creado una original manera de rejugar los niveles, “los contratos” : precisión, encubierto y demolición. Cuando aceptes uno estarás limitado por una serie de requisitos que te obligan o bien a pasar estrictamente desapercibido, a recorrer el nivel en tiempo límite o a causar una cantidad de destrucción determinada. Estos contratos se hacen realmente divertidos (y desesperantes) en algunos casos y multiplican con mucho el tiempo que pasaréis en la campaña del juego.
SANGRE POLVO Y FUEGO
Gráficamente podemos decir sin ningún miedo que estamos ante el titulo mas potente visto en PS VITA hasta el momento, sin duda. Es tal la calidad que atesora, que podríamos tomarlo por un juego de su hermana mayor, PS3, siendo casi gemelo de Killzone 2 y 3, por supuesto salvando detalles como animaciones faciales (que tampoco es que haya muchas en primer plano), todo brilla.
Texturas complejas, efectos de luz, humo, partículas, modelado de enemigos y personajes, el trabajo se nos antoja gigante y nunca se atenta contra la fluidez de lo que vemos en pantalla. Ya estés atravesando un cañón con varias naves cargadas de enemigos asediándote o en un tiroteo en una embajada en llamas contra decenas de enemigos mientras los cohetes vuelan, vuestros ojos no notaran ralentización alguna, demostrando que Vita en las manos adecuadas puede con todo la que la echen.
Las físicas de los enemigos continúan intactas como es norma en la saga: sólo tenéis que lanzar una granada a un grupo de Helghast y sentaros a admirar el espectáculo. Detalle importante es que los cuerpos nunca desaparecen hasta que terminas el nivel, lo que carga aun mas la consola y esta sigue sin resentirse. La IA se hereda de las entregas anteriores: los Helghast se cubren , traman emboscadas y en definitiva son de todo menos dianas.
Nada malo que decir del sonido, salvo que echamos MUCHO de menos a Joris de Man, el compositor de la saga, y decimos esto sin desmerecer en absoluto el trabajo de Walter Christian Mair, compositor para nada inexperto que consigue arrancarle el aire solemne y patriótico a la entrega para hacerla ligeramente más electrónica y con personalidad propia, amoldándose al nuevo personaje desleal a ambos bandos.
En cuanto al doblaje contamos con la marca de la casa, muy cuidado respetando el tono Helghast y con algunas voces conocidas de entregas anteriores (como la de Visari, al que no dejaremos de oír por las radios de Helghan). Los efectos están a buen nivel: pisadas, balazos en diferentes materiales y explosiones, etc. no tenemos pegas en este aspecto, guerrilla ha tirado de su biblioteca de sonidos y todo suena a Killzone.
And Ever We Fight On
Y vamos con la guinda del pastel, el Online, que ¿por qué es tan importante esta vez? porque la promesa de que estaría a la altura y atraparía a los jugadores durante meses no es algo que se pueda decir a la ligera, con lo que el papelón que tenia Guerrilla no era pequeño.
Luces y sombras, los que llegamos de las entregas anteriores lo primero que nos encontramos es que el modo zona de guerra esta aquí, si, las partidas de rondas consecutivas con objetivos dinámicos han sido perfectamente trasladas a la portátil y de nuevo se nos irán planteando objetivos durante mini rondas ininterrumpidas de 5 minutos cada una en las que lo que vale no es matar por matar sino cumplir los objetivos, de modo que nos encontraremos encargos como piratear mas terminales que el equipo contrario, interrogar (que no matar) a los rivales (con los consiguientes tronchantes 5 minutos de gente a hurtadillas para pillarte por la espalda), o el clásico asesinato.
Junto con este modo encontramos Guerra de mercenarios: un todos contra todos y todo por la pasta bastante frenético, junto al clásico eliminación por equipos.
¿Lo malo? seis mapas que se nos quedan cortos enseguida y ¡queremos más! y que el numero de jugadores haya descendido a 8. Esperamos que se lancen nuevos mapas o packs porque no hay otra manera de mantener a la comunidad online contenta, me temo.
Desaparecen las clases implementándose la mecánica de la campaña: gana dinero y hazte tu equipo mas sigiloso, mas destructivo o mas recaudador, juega como quieras pero gánatelo.
El multijugador por tanto resulta adictivo a mas no poder y con un toque coleccionista, ya que según como hayas jugado un día, al siguiente se te otorgara una carta de una baraja temática de Killzone. Completarla estará solo al alcance de los mejores jugadores y podrás conseguir cartas de tus enemigos al liquidarlos (es mas, uno de los modos de zona de guerra se basa en recopilar cartas).
CONCLUSIÓN: KILLZONE MERCENARY
Podemos felicitar a la gente de Cambridge, no ya por el excelente juego que se han marcado, si no por demostrar que en una portátil es posible crear un shooter profundo, divertido e innovador, con posibilidades de sobra para atrapar a los fans y atraer a los no iniciados en la saga Killzone. Sólo podemos esperar que se sigan rompiendo tabúes respecto a esta subestimada portátil y que disfrutéis con un título que os dará decenas de horas de diversión.
Valoración
Título: Killzone Mercenary Distribuidora: Sony Nota: 8,5/10Galería Killzone Mercenary