Análisis Life is Strange

Publicado el 25 enero 2016 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

Aprovechando la reciente salida en formato físico de Life is Strange, llegaba a las tiendas en forma de una edición limitada con libro de arte y banda sonora este pasado 22 de enero, os traemos el análisis de este título de Dontnod producido por Square Enix, que ha ido cosechando premios allá por donde pasaba.

Y es que Life is Strange, siendo un juego sencillo de jugar, estamos ante una aventura gráfica donde lo más importante serán nuestras decisiones, nuestro nivel de atención a la historia y de vez en cuando unos buenos reflejos, consigue enganchar al jugador (o al menos, a esta jugadora) con una trama, que si no enteramente original y profunda, sí lo suficientemente atractiva para mantenernos pegados al mando durante los cinco episodios en los que se divide, sobre todo gracias a su particular narrativa. Pero vayamos por partes.

¿Qué harías si pudieras rebobinar el tiempo?

Como decíamos, aunque la historia no es lo más original del género e inevitablemente tira de algunos clichés bastante reconocibles en cuanto a personajes y típico drama adolescente, lo cierto es que atrae y logra mantener nuestra atención con bastante solvencia, en parte gracias a su narrativa y sobre todo cuando empezamos a tomar decisiones que afectarán al futuro de la trama y el desenlace del juego.

Brevemente y sin spoilers, en Life is Strange encarnaremos a Max Caulfield, una joven estudiante de fotografía que ha regresado tras cinco años fuera a su ciudad natal, Arcadia Bay, para proseguir sus estudios en la academia Blackwell, un prestigioso centro educativo. Todo normal, hasta que Max descubre que puede rebobinar el tiempo, aparentemente haciéndolo retroceder a su antojo. Tras salvar la vida de su antigua mejor amiga, Chloe Price, ambas se embarcarán en una peligrosa investigación para descubrir qué le ha ocurrido a Rachel Amber, otra estudiante de Blackwell desaparecida seis meses atrás. Una investigación que las llevará a enfrentarse no solo a los peligros que esconden Arcadia Bay y algunos de sus habitantes, sino también a aquellos provocados por «jugar» con el tiempo.

Y es que eso de controlar el tiempo es un poder que a Max (y por extensión al jugador) le vendrá muy bien en muchas ocasiones, pero, como os podéis imagina, todo poder tiene un precio y en el transcurso de esos cinco episodios de los que se compone el título iremos descubriéndolo, junto a las respuestas sobre la desaparición de Rachel.

La «Sherlock Holmes» que controlaba el tiempo

Life is Strange es una aventura gráfica, aunque no nuestra clásica click’n’point, se le acerca bastante en un estilo de juego en el que tendremos que interactuar con objetos y personajes para poder recabar información, avanzar en la trama y salir de situaciones comprometidas y peligrosas. El componente especial está en la capacidad de Max de rebobinar el tiempo, ya que el uso de este poder será esencial para superar muchos momentos del juego y resolver un gran número de puzles. Aunque prestar atención y tener una buena memoria en ocasiones también parecen imprescindibles, sobre todo para resolver ciertos diálogos en el juego de determinadas maneras, evitando males mayores o cambios que afectarán a la historia más adelante. Por supuesto, gracias al poder de Max, la mayoría de las veces podremos rebobinar el tiempo si el resultado de una acción hecha o conversación mantenida no nos convence.

Porque las decisiones y elecciones tienen un gran peso en Life is Strange, el cómo discurra la historia va a depender de lo que elijamos hacer o decir en muchas ocasiones, y en algunas de ellas saber qué responder o decirle a otro personaje puede ser clave para momentos importantes del argumento. Y aunque en ocasiones la moralidad de la decisión está clara, en otras no tanto, lo que dota al juego de ese punto «no todo es blanco o negro» que hace que la historia se sienta más realista.

Los puzles que nos propone el título no son muy complejos y no harán que nos atasquemos en la historia en ningún momento, sobre todo porque sus resoluciones son muy lógicas y dependen más de nuestra capacidad de observación que de otra cosa y, además, con el poder de Max, si las cosas no salen bien a la primera, podemos rebobinar y volver a intentarlo (de hecho, esto será necesario para la resolución de algunas situaciones y puzles).

Aunque la exploración está bastante limitada, podremos investigar a fondo los diferentes escenarios del juego, interactuar con todo aquello que se resalte cuando nos acercamos y hablar con muchos de los personajes con los que nos crucemos, acción esta bastante necesaria por aquello de recabar información para más adelante. Además, podremos hacer fotos a determinadas escenas, ya que Max nunca se separa de su cámara instantánea. Cada capítulo tiene un número de fotos para encontrar y tomar en los diferentes escenarios por los que transcurre y en PS4 cada una de esas fotos desbloquea un trofeo, así que si sois completistas, tendréis que estar atentos y explorar a fondo los escenarios para poder hacer todas las fotos; el diario de Max os ayudará en esto, ya que en él encontraréis un boceto de las fotos que podéis hacer, algo que nos dará una pista de qué tenemos que buscar, ya que aunque algunos fotos son muy obvias, otras pueden estar más escondidas.

Arcadia Bay, un lugar idílico que esconde un oscuro secreto

En cuanto a su apartado técnico, si bien no deslumbra, podemos decir que Life is Strange cumple en cuanto a gráficos y sonido con solvencia y nos dan como resultado una jugabilidad fluida sin fallos graves o que la entorpezcan.

No esperéis gráficos realistas, porque no los tiene y tampoco le hacen falta, a medio camino del estilo cartoon y las series de animación actuales, gracias al uso del motor Unreal nos encontramos con un entorno gráfico 3D que se mantiene estable y plasma escenarios y personajes sin problemas, dotando a los primeros de vida y a los segundos de un grado de expresividad bastante decente. No encontraréis florituras, pero como decimos, el título cumple y, lo más importante, los pequeños fallos que hemos podido detectar, no entorpecen ni el juego ni la inmersión en la historia. Mención a parte merece el diseño artístico, los dibujos que podemos encontrar en el diario de Max (que hace las veces de menú del juego) y algunos juegos de luces y sombras, que acaban por redondear el aspecto visual en general de Life is Strange.

Respecto al sonido, cumple en los efectos sonoros, creando gracias al sonido ambiente la atmósfera necesaria para lograr una mejor inmersión en la trama. El doblaje en inglés es muy bueno, los actores que ponen voz a los personajes logran dotarlos de vida y terminar de transmitir la personalidad que hay detrás de cada uno de ellos; suenan creíbles y en los momentos de más tensión emocional consiguen transmitir al jugador lo que están viviendo. Eso sí, el juego solo está doblado en inglés, aunque tras la salida en formato físico dispone de subtítulos en varios idiomas, entre los que se encuentra el español (subtítulos que podéis descargar de manera gratuita con la última actualización del juego).

La banda sonora y el uso de la música es algo que también destaca en el título, ya que Life is Strange cuenta con una muy buena banda sonora que nos acompaña de manera intermitente durante el transcurso de la historia, sabiendo cuándo utilizarla como fondo, cuándo debe desaparecer y sobre todo, usar una de las técnicas que podemos encontrar en series de televisión: usar el tema apropiado tanto en melodía como en letra para los finales de episodio o en momentos clave de la narración, lo que dota a esos momentos de una sensación todavía más especial y que en determinadas ocasiones pueden llegar a emocionar al jugador.

Conclusión

Life is Strange es un juego al que al menos hay que darle una oportunidad. Una aventura gráfica donde el poder de rebobinar el tiempo y el tomar decisiones, a veces difíciles, son la clave para navegar una trama con una narrativa propia, cuya historia, si no enteramente original, mezcla de realidad y ciencia ficción (o fantasía, según como se mire), sí que nos mantendrá enganchados y con ganas de llegar al final y descubrir todos los misterios que nos plantea el juego. Por supuesto, si no os gusta este género, probablemente acabe por cansaros una jugabilidad centrada en interactuar con objetos y hablar con personajes, pero si habéis disfrutado de otros juegos similares, no dudéis en probar Life is Strange, porque una vez lo terminéis no os dejará indiferentes.

Aprovechando la reciente salida en formato físico de Life is Strange, llegaba a las tiendas en forma de una edición limitada con libro de arte y banda sonora este pasado 22 de enero, os traemos el análisis de este título de Dontnod producido por Square Enix, que ha ido cosechando premios allá por donde pasaba. Y es que Life is Strange, siendo un juego sencillo de jugar, estamos ante una aventura gráfica donde lo más importante serán nuestras decisiones, nuestro nivel de atención a la historia y de vez en cuando unos buenos reflejos, consigue enganchar al jugador (o al menos,… Análisis Life is Strange Análisis Life is Strange 2016-01-25 Helena Ramírez
Jugabilidad - 85%
Gráficos - 80%
Sonido - 95%
Historia - 85%
86

86%

Life is Strange es un juego al que al menos hay que darle una oportunidad. Una aventura gráfica donde el poder de rebobinar el tiempo y el tomar decisiones, a veces difíciles, son la clave para navegar una trama con una narrativa propia, cuya historia, si no enteramente original, mezcla de realidad y ciencia ficción (o fantasía, según como se mire), sí que nos mantendrá enganchados y con ganas de llegar al final y descubrir todos los misterios que nos plantea el juego.

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