Análisis: OlliOlli

Publicado el 23 febrero 2014 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

“A falta de pan buenas son tortas” ese podría ser el titular del catálogo de Playstation Vita, un catálogo que a falta de juegos triple AAA viene nutriéndose de compañías independientes que están viendo en esta un filón a sus posibilidades e imaginación. El problema (bendito problema) reside en el momento justo en el que ciertos juegos indies apartan con una sola mano a ciertos pesos pesados, y prácticamente es el caso del que estamos hablando.

Olli Olli, a priori un juego sencillo, sin dificultades de programación y mucho menos de ejecución de cara a un público sediento de grandes juegos. El resultado de todo es que al final del análisis os recomendaremos algún libro de autoayuda para que consigáis superar esta adicción.

PLANTEAMIENTO

Nada más fácil que plantar a un monigote subido en un patín, skate para que los gafapastas que nos lean no se sientan ofendidos, y plantar ambos elementos en un escenario de scroll lateral y obtener un juego donde lo último que te importa es el aspecto del juego, si el protagonista tiene familia o algún problema familiar, no te importará nada en absoluto, lo único que comenzará a ser vital es deslizarte por esa puñetera barandilla o realizar un aterrizaje perfecto para conseguir el desafío.

Ahí es donde reside toda la gracia de este juego, a priori sencillo, pero que realmente y conforme vas avanzando en niveles y mundos todo se va volviendo turbio, comienza a nacer en ti una especie de instinto asesino sediento de sangre, y comienzas a ver Vita como un buen objeto que lanzar hacia cualquier muro de carga de la casa.

Dejando a un lado las bromas, podemos decir que esa es la magnífica clave para crear un juego divertido a la par que totalmente adictivo, además teniendo en cuenta los matices de la consola que estamos tratando, una portátil, este juego es sencillamente perfecto para ella, partidas rápidas y con muchísima variabilidad en cada partida, siempre dependiendo de tu destreza con la consola en las manos a la hora de hacer trucos.

NIVELES

El título se compone de 5 mundos distintos con 5 niveles distintos en cada uno de ellos en un principio, si conseguimos completar los distintos desafíos de cada nivel, conseguiremos desbloquear este mismo nivel en modo Pro, si ciertos desafíos en su modo normal ya son para tirarse de los pelos, en el modo pro toda esta sensación de frustración placentera se magnifica, las puntuaciones a conseguir se doblan, los distintos objetos a recoger se esconden en distintos puntos del mapa donde en ocasiones es toda una odisea acceder, o bien pueden causarte un tirón en los dedos.

El juego también posee en el comienzo un buen modo tutorial con el que aprenderemos a realizar ciertos movimientos básicos con los que ir manejándonos en nuestros primeros pasos e ir evolucionando hasta convertirnos en un Tony Hawk.

El modo online le da su toque competitivo al juego, además creemos que tiene una manera muy original de plantearlo. Denominado como Grind Diario, tenemos tantas oportunidades para practicar el mapa, pero una sola a la hora de puntuar. El objetivo de esto es lógicamente conseguir la máxima puntuación, para ello deberemos usar los trucos más inverosímiles, porque ahí fuera los amigos no existen, son pirañas que quieren quitarte la gloria eterna. Una caída en la prueba puntuable significa la pérdida de puntos en casi su totalidad debido a que los mapas son muy de combos desde inicio, y caer significa perder un combo de una cuantía considerable de puntos.

JUGABILIDAD

Lo hemos remarcado a lo largo de todo el análisis, pero la gracia de este juego reside totalmente en su jugabilidad tan adictiva e intuitiva.

Simplemente haremos uso del botón X para tanto impulsarnos cuando vayamos perdiendo velocidad, como para realizar los aterrizajes. Ya para el resto de trucos utilizarás el analógico izquierdo tanto para realizar el salto como para encadenar distintos movimientos, que mezclado con el uso del botón L podemos realizar giros para darle más espectacularidad a todo.

Como hablamos de espectacularidad, el juego posee un mecanismo para realizar movimientos perfectos, que se nos va indicando conforme los vamos realizando, la clave está en pulsar los botones en el momento idóneo, que es justo antes de la caída en el objeto con el cual vayamos a interaccionar.

En definitiva, un planteamiento jugable perfecto para las dimensiones de las que estamos hablando, un juego portátil.

DISEÑO ARTÍSTICO

En este apartado tampoco tenemos mucho que comentar, simplemente alabar el trabajo realizado por el estudio encargado, el cual le ha dado un toque añejo al juego, dotándolo de un carisma que recuerda a una época dorada en los videojuegos.

Un personaje pixelado en unos fondos prefijados que recuerdan a la gloriosa época de los 8 bits, con unas melodías que también inducen a la nostalgia absoluta.

Definitivamente todo un acierto este apartado el cual a más de uno le habrá traídos flashbacks gratos de su inocencia, o no tanta, que ya seguro que por aquel entonces había mucho golfo suelto.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

Olli Olli se ha convertido sin duda en una referencia dentro del catálogo de Playstation Vita, que a falta de títulos de peso va alimentándose de pequeñas compañías con ganas e ilusión por hacer las cosas bien.

Desde aquí recomendamos encarecidamente el título a todos aquellos amantes del Skate, de los videojuegos, de los programas de cocina o decoración, de los animales… Para ser más exactos a todos aquellos que posean la portátil de Sony y quieran un vicio rápido, pero cuidado que engancha.

LO MEJOR

-Apartado artístico

-Planteamiento

-Idóneo para portátil

LO PEOR

-Brotes serios de adicción

-No tener asegurada la consola cuando te dan ganas de estamparla en una pared si falla un truco o un aterrizaje